La diabetes gestacional es uno de los principales motivos de preocupación de muchas mujeres embarazadas. Las dudas en torno a este tipo de diabetes, que solo aparece durante los meses de gestación ( es diferente a la diabetes de tipo 1 y de tipo 2 ), son motivo de consulta por parte de los futuros padres, que desconocen los efectos que puede tener durante el embarazo y tras el nacimiento del bebé. Y no es para menos, un positivo en cuanto a esta enfermedad nos obliga a extremar los cuidados tanto de la madre como del propio bebé.
Su causa no es otra que los cambios hormonales que se inician tras la fecundación . Se considera ya una de las enfermedades endocrinológicas más prevalentes durante la gestación, afectando aproximadamente al 10% de las embarazadas. La importancia del diagnóstico precoz y de su tratamiento, nos dice el Dr. David Fuster, ginecólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “es clave para que no aparezcan complicaciones relacionadas con esta entidad”. Pero, ¿cuáles son sus consecuencias?
Factores de riesgo de una diabetes gestacional
Los factores de riesgo más habituales, nos enumera el doctor, “son la obesidad y el sobrepeso materno, además de una historia familiar de diabetes (recurrencia del 40%), antecedentes de hijos nacidos con más de 4 kg, de prematuridad o de muerte neonatal sin causa aparente, una patología tiroidea o una edad materna por encima de los 35 años ”. Por ello, una vez se ha pasado el umbral de esta edad o detectado cualquier problema de los anteriores, la prueba que detecta la diabetes gestacional, llamada Sobrecarga Oral de Glucosa (SOG), se traslada del segundo trimestre (semanas 24 a 28) en el que se realiza de manera generalizada a todas las gestantes, al primer trimestre (en torno a la semana 12). Así lo recomienda de hecho la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Y esto es así porque, tal como explica el doctor, “su desarrollo se debe a que, a partir del segundo trimestre, se produce una resistencia periférica a la insulina y una disminución de la tolerancia a la glucosa”. Debido a esto, aumenta la secreción de insulina, pero hay “un porcentaje de gestantes que no son capaces de poner en marcha este mecanismo de compensación y, por tanto, desarrollan diabetes gestacional”. En los casos en los que ya existe una predisposición a ella o algún factor de riesgo, la detección debe ser aún más precoz, para poner rápidamente un tratamiento.
Consecuencias generales de una diabetes gestacional
Diagnosticar y controlar la diabetes gestacional, nos cuenta el doctor, “asegura que el desarrollo del embarazo se realice de una manera sana, evitando las consecuencias que la alteración metabólica provocada por la diabetes gestacional tenga efectos en el desarrollo del embrión, del feto y del futuro bebé”. Porque las consecuencias no se limitan al tiempo en el que nuestro hijo está en el interior del útero, y esto es importante contárselo a los padres, que no se tomen a la ligera un diagnóstico positivo.
Así, asegura el especialista, la diabetes gestacional:
- Aumenta el riesgo de alteraciones en el feto durante la gestación, con respecto, por ejemplo, a su crecimiento.
- Altera y modifica el correcto funcionamiento de ciertos órganos del feto, como su corazón o ciertas vías metabólicas hepáticas.
- Tiene un gran impacto en la salud del bebé a largo plazo, provocando alteraciones que persisten en la edad adulta, entre las que destacan la obesidad, la diabetes y algunas alteraciones cardiovasculares.
Por esto último, nos informa el doctor, “el diagnóstico es clave, pero también intervenir con los tratamientos adecuados, tanto durante la gestación, con el objetivo de estabilizar el metabolismo de la madre, como durante los primeros meses del recién nacido con una dieta adecuada y siempre controlada por el pediatra”.
Consecuencias específicas en un Hijo de Madre Diabética (HMD)
Los bebés nacidos tras haber detectado en su madre, durante el embarazo, una diabetes gestacional son y deben ser controlados. De hecho, reciben el nombre clínico de Hijo de Madre Diabética (HMD). Este es, según lo define la Asociación Española de Pediatría (AEP) como “un neonato de riesgo elevado por las complicaciones que pueda presentar, siendo la incidencia de dichas complicaciones mayores en los hijos de madre con diabetes pregestacional y, más graves, en los hijos de madres con mal control metabólico durante la gestación”. Por tanto, incide más una diabetes gestacional no diagnosticada a tiempo o mal controlada que una diabetes tipo 1 o tipo 2 previa en la madre.
Las complicaciones en este último caso, según confirma la propia AEP, serían las siguientes:
- Metabólicas. Una hipoglucemia (la complicación más frecuente, sobre todo, en recién nacidos de peso elevado o prematuros) o una hipocalcemia (concentración de calcio en sangre demasiado baja).
- Peso elevado para la edad gestacional o lo que se conoce como macrosomía.
- Retraso de crecimiento intrauterino en diabéticas con vasculopatía y flujo placentario disminuido.
- Inmadurez funcional.
- Más frecuencia de malformaciones neurológicas (espina bífida), cardíacas, síndrome de regresión caudal en grado más o menos importante, intestinales o renales.
- Problemas hematológicos, como un déficit de hierro.
En estos casos, la AEP recomienda algunas medidas, entre las que se encuentran una exploración física cuidadosa para descartar malformaciones, la asistencia en el paritorio de un especialista en reanimación, además de pruebas en cuanto a la glucemia, calcemia o cualquier otra sintomatología específica.
Referencias
Oro CMÁ, Gordon C, Álvarez GSB, Moronta EA, Night JCJ, Borrego AMA (2013). Caracterización de los factores de riesgo para Diabetes Gestacional y su influencia durante la gestación .
Mª Dolors Salvía, Enriqueta Alvarez, Mª José Cerqueira. Asociación Española de Pediatría (2008). Hijo de madre diabética .