Qué hacer tras una transferencia embrionaria: consejos y recomendaciones
Los días posteriores a una transferencia embrionaria pueden ser muy estresantes, aunque desde el primer momento se recomienda tranquilidad, evitar esfuerzos y una alimentación saludable
Una vez que se realiza una transferencia embrionaria y la mujer vuelve a su casa, es normal que la preocupación y los nervios se apoderen de ella. Lo primero que cualquiera de nosotras haríamos, casi por inercia, es no querer hacer ningún movimiento más allá de sentarnos y levantarnos del sofá por el miedo a que cualquier cosa podría perjudicar la implantación.
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Pero, más allá de este entendible sentimiento de miedo, los expertos recomiendan hacer una vida totalmente normal, eso sí teniendo en cuenta una serie de recomendaciones. Estos consejos te ayudarán a estar más tranquila durante la betaespera, es decir, el período de tiempo que pasa entre la transferencia embrionaria y la prueba de embarazo en sangre. Aproximadamente suele variar entre 9 o 15 días.
¿Cuándo y en qué casos se indica una transferencia embrionaria?
Todas aquellas técnicas de reproducción asistida que se tienen que realizar mediante fecundación de un óvulo y un espermatozoide en un laboratorio, requieren la posterior transferencia del embrión para depositarlo en el útero materno.
Para estos casos, la Dra. Federica Moffa, Directora médica de Fertilab Barcelona, nos cuenta que “si se trata de realizar una fecundación in vitro, se procede a realizar la transferencia embrionaria entre 2 y 5 días después de que tenga lugar la punción ovárica, o también puede darse tras la descongelación de embriones que han estado preservados en banco”.
“El embrión/es se transfiere bajo guía ecográfica al útero de la mujer utilizando un catéter adaptado y depositando el embrión/es aproximadamente a 0,5-1 cm del fondo de la cavidad uterina. Este procedimiento es generalmente rápido e indoloro, y no precisa anestesia”, asegura la doctora.
La mujer puede notar alguna ligera molestia, pero lo normal es que no sea así, y tras haber realizado la trasferencia, la paciente estará en reposo entre unos 20 y 30 minutos. Una vez pasado este tiempo prudente, la futura mamá podrá volver a su casa y hacer vida normal; eso sí seguramente lo haga envuelta en muchos miedos, dudas y preguntas.
Una de las primeras dudas que pueden surgir a una paciente que se ha realizado una transferencia embrionaria es qué medicación puedo tomar si me duele. La medicación necesaria será aquella recetada por el médico cuando le de el alta, y en caso de que tenga alguna molestia leve en la zona baja abdominal, dolor de cabeza) dolor de pecho… se pueden tomar analgésicos como el Paracetamol o el Nolotil
(en ningún caso el ibuprofeno).
Después de una transferencia embrionaria el test de embarazo se realizará entre 10 y 15 días después, y todo será “en función del grado de desarrollo del embrión/es que se ha transferido en el útero materno. A ese periodo lo llamamos betaespera”, nos dice la Dra. Moffa.
Como decíamos, una vez se da el alta a la paciente se recomienda que esta haga una vida tranquila y relajada, y dentro de la normalidad durante los próximos días, hasta que se realice la prueba de embarazo. Lo que sí que es cierto es que debemos tener especial cuidado con algunas actividades como:
Pasear, conducir, ir al trabajo como siempre pero que nada tenga una actividad que implique grandes esfuerzos.
Evitar realizar ejercicio intenso como running, spinning, etc…
No levantar pesos pesados ya sea por actividad física, como en situaciones cotidianas como realizar la compra.
La paciente puede viajar en cualquier medio transporte con normalidad…
En definitiva, “tras una transferencia embrionaria la mujer debe seguir con el tratamiento hormonal indicado por el médico (en la mayoría de los casos se trata de progesterona por vía vaginal) haciendo vida absolutamente normal, incluyendo actividad laboral e incluso ejercicio físico moderado”, asegura la doctora.
La alimentación también debe ser saludable y equilibrada, con una dieta en la que la mujer podrá comer todo tipo de alimentos sin necesidad de restricciones excesivas, más allá de “evitar el alcohol y exceso de cafeína, y mantener unos hábitos de vida saludables, lo que implica no fumar”.
Se aconseja además de la dieta saludable, beber mucho líquido ya que la mujer probablemente se note muy hinchada durante estos días. Por otro lado, también pueden surgir problemas de estreñimiento y para ello, se recomienda ingerir alimentos con alto contenido en fibra como el pan integral, legumbres, frutos secos…
Para saber si la trasferencia ha sido exitosa se realiza un test de embarazo, “que se puede realizar tanto en orina cómo en sangre. En el caso de un tratamiento de fecundación in vitro y transferencia embrionaria, aconsejamos realizar preferentemente una prueba en sangre”, recomienda la doctora.
El examen más específico y certero que se realiza en estos casos para saber el resultado de la trasferencia embrionaria es el ‘test de beta-hCG’, “que se trata de una prueba muy sensible que evita resultados ‘falsos negativos’ y permite cuantificar el valor de la beta-hCG para realizar un correcto seguimiento de la evolución del embarazo durante las primeras semanas”, indica la doctora.
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