Virus respiratorio sincitial (VRS) y bronquiolitis son dos de los términos más escuchados en los últimos días, debido a la ola de niños enfermos que ha colapsado las consultas médicas y los hospitales.
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Pero el virus respiratorio sincitial y su consecuencia, la bronquiolitis infantil, no han aparecido, de repente, este año, ya que cada otoño hacen acto de presencia. ¿Por qué entonces ahora hay este ‘brote’ de bronquiolitis? Para la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y para la Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP) hay una explicación clara: el uso de las mascarillas y las medidas de distancia social han hecho que el VRS circulara en las dos últimas temporadas mucho menos de lo habitual. La consecuencia es que este año presenta una mayor incidencia.
La bronquiolitis en bebés puede llegar a provocar graves complicaciones, por eso conviene conocer de qué manera proteger a los más pequeños y a los más vulnerables. “Este año estamos teniendo una gran incidencia de casos de VRS, por lo que lo más importante es detener su expansión, especialmente en los menores”, advierte la Dra. Verónica Sanz, coordinadora del área de Neumología Pediátrica de SEPAR.
¿Qué es el virus respiratorio sincitial (VRS)?
El virus respiratorio sincitial (VRS) es un patógeno que solía aparecer a finales de octubre, aunque este año lo ha hecho antes. Los síntomas que provoca son parecidos a los de un resfriado: tos, mocos y fiebre (aunque la fiebre no está siempre presente).
¿Cuál es su mayor riesgo? El problema se suele dar cuando se contagian niños muy pequeños, especialmente menores de un año, pues en ellos es más probable que derive en bronquiolitis, que se puede complicar más en una neumonía. Según datos de la SEPAR y la SENP, un 2% de los niños que lo presentan tienen que ser hospitalizados.
La gravedad del cuadro es mayor cuanto menor es la edad del bebé. Así, los menores de seis meses, y especialmente de tres meses, “tienen un riesgo más elevado de tener un cuadro grave e ingresar en la UCI”, advierten los neumólogos. Si un bebé menor de un mes y medio se contagia, se hospitalizará siempre según protocolo. También tienen más riesgo frente al VRS los niños con patologías de base y los grandes prematuros.
Cuánto tarda en contagiarse la bronquiolitis
Los síntomas que provoca el virus respiratorio sincitial pueden durar entre cinco y siete días. Así, el cuadro podría agravarse y derivar en la temida bronquiolitis infantil. Desde el punto de vista médico, estrictamente se considera bronquiolitis el primer episodio en un menor de dos años en que hay una dificultad respiratoria. El resto de episodios serían considerados como bronquitis.
¿Cómo es la bronquiolitis en los bebés?
Los bebés con bronquiolitis suelen tener estos síntomas:
- Mucosidad.
- Tos.
- Poco apetito.
- Dificultad respiratoria. La bronquiolitis provoca un cierre en los bronquios, y por eso el bebé tiene problemas para respirar con normalidad.
- Fiebre (puede o no aparecer, según la evolución del virus).
¿Cuál es el tratamiento de la bronquiolitis infantil?
La bronquiolitis no tiene un tratamiento específico como tal. No hay un remedio exclusivo para hacerla desaparecer. En niños con bronquiolitis mayores de seis meses y que están en su domicilio, se suelen recomendar lavados nasales, facilitar la respiración incorporando en la cama al pequeño y administrar inhaladores (que han de ser prescritos por el pediatra).
Cuando es necesario el ingreso, el bebé con bronquiolitis precisará de un soporte con oxígeno, además del resto de medidas ya indicadas.
Cómo prevenir la bronquiolitis
Dada la situación que se vive actualmente en los hospitales con la ‘ola’ de bronquiolitis, tanto la SEPAR como la SENP han querido proponer cuatro medidas para frenar la incidencia del virus respiratorio sincitial en niños.
El VRS, el principal causante de la bronquiolitis, se transmite de forma muy fácil: a través de la saliva de gente contagiada. Por eso hay que extremar las precauciones.
Estas son las cuatro pautas que proponen los especialistas en Neumología para evitar el contagio del VRS y frenar su expansión:
- Mascarilla en mayores de seis años con síntomas. Todos los niños mayores de seis años y que tengan síntomas respiratorios deberían usar la mascarilla.
- Respetar la distancia social en caso de síntomas. Cuando un adulto o un niño tengan síntomas respiratorios deben mantener la distancia social de 1,5 metros con respecto a los demás.
- No a las visitas a bebés menores de tres meses si se tienen síntomas. Es uno de los puntos clave: cualquier persona con síntomas respiratorios, aunque sea muy allegada, debe abstenerse de visitar (y, por supuesto, de besar al bebé en ninguna parte) a los bebés menores de tres meses. “Además, los padres que muestren alguna sintomatología deberán usar mascarilla y extremar las medidas higiénicas (como lavarse las manos), antes de tocar a sus hijos”, recomiendan los expertos. Con respecto a los hermanos mayores, si están resfriados se aconseja minimizar el contacto con los bebés.
- No asistir a centros escolares. “Las guarderías y escuelas suelen ser uno de los sitios donde se realizan más contagios, por lo que, ante cualquier síntoma respiratorio o catarral de los menores, no deben asistir a guarderías y colegios, sobre todo en esta época de riesgo elevado”, subrayan los expertos.
“Como sociedad tenemos que cuidar la salud de los niños pequeños. La propuesta conjunta de SEPAR y la SENP es sencilla, pero eficiente. Entendemos que todos debemos ser conscientes de ello y actuar en consecuencia, igual que lo hicimos en el pasado para proteger a las personas mayores”, concluye la Dra. Verónica Sanz.