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educación

Trucos y técnicas de estudio para niños con TDAH

Son estrategias y métodos de enseñanza innovadores, avalados por una experta, para conseguir que tengan un mejor aprendizaje


24 de noviembre de 2022 - 17:15 CET

El  Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad  (TDAH), aunque todavía está infradiagnosticado y no siempre se trata adecuadamente, es uno de los trastornos del neurodesarrollo más extendidos en la infancia.  Su prevalencia, en niños y adolescentes españoles, oscila entre el 4,9% y el 8,8% , según los últimos datos publicados por la Asociación Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Y la proporción es de dos niños por cada niña.

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Se caracteriza, principalmente, por tres síntomas: inatención, impulsividad e hiperactividad motora. Por tanto, aunque su nivel intelectual y cognitivo es normal o superior a la media, suelen tener muchas dificultades para realizar cualquier tarea que no implique un constante movimiento, pero si una concentración prolongada, como puede ser sentarse a estudiar. Por ello, conseguir que lo hagan se vuelve una misión casi imposible para sus padres.

Daniela Feijoo, psicóloga especializada en TDAH y experta en técnicas de aprendizaje eficaces de GoStudent, ha querido contarnos cómo es esa lista de consejos y trucos prácticos que ella recomienda a los estudiantes con TDAH que trata habitualmente. Y, nos asegura, son eficaces. “Durante mi experiencia como psicóloga y tutora especializada en TDAH, he tenido la oportunidad de poner en práctica estos consejos con numerosos afectados por este trastorno y he comprobado su eficacia”. Ahora bien, apunta, “antes que poner en práctica estos trucos pedagógico-didácticos,  hay que animar a los padres a ponerse rápidamente en contacto con un especialista si sospechan que su hijo puede tener TDAH , siendo el primer paso, acudir a un profesional, ya que es vital recibir el diagnóstico en la edad preescolar, entre los tres y los seis años”.

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Diseño de un espacio específico y apropiado para el estudio

Esta es una regla que, en realidad, es básica para todo estudiante que quiera tener éxito en su estudio. Por ello, lo primero que hay que abordar, nos explica la psicóloga, “es que el espacio sea apropiado”. No es una técnica en sí, pero es muy importante. “Debe ser un lugar ordenado y bien organizado situado en una zona tranquila de la casa”.

Además, debe ser “silencioso y que nos ayude a la concentración”. En cuanto a la iluminación, nos dice la experta, “es preferible optar por una habitación con luz cálida, paredes blancas y pocos elementos de distracción”. En el escritorio, solo debe existir el material necesario para la tarea que se va a realizar en cada momento, algo importante para estos niños.

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Elaborar una lista de control

Además de fijarnos en el espacio de trabajo, es importante que el material de los niños con TDAH esté organizado, pues suelen tener dificultades para preparar sus mochilas y materiales escolares. “Son niños impulsivos, desordenados y desorganizados”, nos dice la experta.

Por ello, elaborar una lista de control con imágenes, puede ayudar al niño a recordar los distintos pasos que debe realizar para gestionar su día a día de forma autónoma. “Es recomendable empezar siempre por acciones sencillas, con objetivos bien definidos y alcanzables, para después ir sumando dificultad”.

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Configuración de una rutina y el uso de un temporizador

Los niños tienen una percepción diferente del paso del tiempo. Esto es, nos explica, “porque no han desarrollado plenamente la capacidad de abstracción, tienen dificultades para visualizar como algo tangible y concreto un concepto tan abstracto como el tiempo”. Algo que es mucho más acuciado en personas con TDAH. Por ello, es importante “configurar un horario con rutinas y usar un cronómetro”.

De esta forma, ellos podrán ver una representación visual del paso del tiempo y, así, adquirir una percepción correcta del mismo. De hecho, nos dice, “el temporizador, para los niños que ya van siendo mayores, puede ser una herramienta muy eficaz para combatir el aburrimiento y mantener altos niveles de concentración y motivación”.

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Crear un ‘storyboard’ personalizado

Además del temporizador y la rutina, es importante confeccionar con ellos un esquema de trabajo. “Los niños con TDAH tienen más dificultades que los demás para organizarse y gestionar sus estudios o deberes cada tarde”. Por ello, realizar un storyboard (como en el cine) puede ayudarnos a perfilar el calendario de actividades de cada semana. No hacerlo hace que estos niños consideren las tareas a realizar “como una cantidad vaga e indefinida de acciones”. Así, el uso de esquemas de trabajo les permitirá visualizar las tareas que deben realizar, estimar el tiempo necesario e, incluso, identificar los pasos que tienen que ir dando para completar las diferentes tareas.

Pero, ¿qué es un storyboard? Una especie de novela gráfica en la que, en vez de anotar los deberes con palabras, se realizan representaciones visuales. De esta forma, el alumno “se siente más motivado y está capacitado para abordar los problemas de forma estratégica y ordenada”. Entre una tarea y otra, “recordad poner una recompensa en forma de descanso”.

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Utilizar la conocida ‘Técnica pomodoro’

No, no es una técnica de cocina, sino más bien una técnica profesional que es bastante utilizada en el mundo académico. Debe su nombre a los típicos temporizadores de cocina con forma de tomate que se encontraban en todos los hogares italianos de la década de los 80’. Utilizando su tiempo, “se establecen tiempos de trabajo cortos, seguidos de pequeños descansos”.

Lo más habitual es trabajar con tiempos de 25 minutos de trabajo (debiéndose concentrar exclusivamente en los deberes) y 5 minutos de descanso, “pero con niños con TDAH se recomienda, al menos al principio, reducir el tiempo de estudio a un máximo de 15 o 20 minutos y, en algunos casos, aumentar también los descansos a 10 minutos”, nos explica la experta. El storyboard aquí se convierte en la guía que pauta estos tiempos. Así, “mostramos al niño que no estará obligado a estudiar indefinidamente, sino que existe un límite de tiempo y una alternancia entre trabajo y descanso”.

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Utilizar un apoyo externo creado a medida

Desafortunadamente, las escuelas y colegios de nuestro país no están preparados para crear un enfoque adaptado y personalizado a cada alumno. Es inviable. “Uno de los principales obstáculos es el gran número de clases y alumnos, que no permite que el profesorado pueda adoptar métodos de enseñanza a medida y responder de manera adecuada a las necesidades de cada alumno”, nos confiesa la experta. Y esto es muy necesario en este tipo de niños.

Una solución, nos explica, “es contar con un apoyo externo”. Es decir, recurrir a un profesor particular extraescolar, especializado siempre en este tipo de alumnos, que sí pueda adaptarse a las necesidades de nuestro hijo para que su aprendizaje sea más eficaz, también estimulante y, en algunos casos, hasta más flexible.

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Crear un enfoque dinámico del estudio

El aburrimiento es el principal enemigo de los alumnos con TDAH. Por tanto, hay que estimularlos con fórmulas que difieran del clásico leer-repetir. Tanto padres como profesores deben esforzarse por hacer que los deberes sean atractivos para estos niños, pudiendo recurrir a elementos visuales (como imágenes, películas, mapas o juegos interactivos).

Para acertar, nos comenta la experta, “lo mejor es tener en cuenta sus gustos y abordar las actividades centrándose en estos”. Por ejemplo, si a un niño le gusta un deporte en concreto, crearemos un juego donde cada vez que el niño marque un tanto, tenga que responder a una pregunta de lo estudiado previamente.

Por otro lado, “las nuevas tecnologías o las aplicaciones educativas y de gamificación son herramientas muy interesantes para ellos”, nos dice la experta. Sin embargo, algo que nos advierte, “cuando usemos ordenadores o tabletas con ellos, es recomendable poner el modo avión o limitar las notificaciones, porque les distraerá del estudio”.

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Los comportamientos positivos deben premiarse

Con respecto al punto en el que hemos hablado de la gestión del tiempo, cuando decimos lo del descanso, no es más ni menos que un premio al buen trabajo hecho. Así, nos explica la psicóloga, “es fundamental reforzar y premiar los comportamientos adecuados de los niños con TDAH para que se repitan con frecuencia”. El feedback, en estos casos, es muy importante, sin comentarios genéricos, “sino explicándole por qué se le premia y por qué estamos orgullosos de su trabajo, que pueda asociar una determinada acción al gesto de aprobación de un adulto”.

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Fomentar su autoestima en cada tarea realizada

Por último, con los niños con TDAH es fundamental mostrar siempre empatía y no minimizar nunca sus esfuerzos: “lo que para otros puede ser una acción trivial, para los niños con TDAH puede ser un logro y suponer un gran esfuerzo y compromiso”. Por eso, es importante gratificar y celebrar cada uno de sus éxitos, tanto en la vida cotidiana como en la escolar.