Cuál es el mejor mordedor para tu bebé

En la erupción de los primeros dientes del bebé se produce una “pequeña inflamación causada por la salida de estos, un proceso que es normal y fisiológico. Para saber cuándo se produce, basta con echar un vistazo a sus encías ya que estarán enrojecidas”, dice la experta. Por eso, es normal que el bebé esté llevándose las manos a la boca continuamente o cualquier objeto que encuentre a su alcance, sobre todo, sus juguetes, por eso debemos estar continuamente alerta.

Es en este momento (sobre todo, a partir de los 5 meses aproximadamente) es cuando debemos empezar a barajar la posibilidad de comprar un mordedor a nuestro bebé. El objetivo principal de estos es que “los niños se los introduzcan en la boca en vez de otro tipo de objetos, para morderlos y así, con la presión que realizan, poder calmar un poco la incomodidad y el dolor que sienten”, explica la odontóloga.

Los mordedores pueden ser una buena opción ya que están fabricados específicamente para calmar a nuestros bebés durante el periodo de dentición, que puede resultar tan molesto para muchos de ellos. Algunas de las ventajas que tiene usar mordedor, según nos cuenta la doctora son:

• Sensación de alivio, calmante y refrescante.
• Sus diseños coloridos y atractivos pueden estimular las sensaciones táctiles y visuales. Y si es sonajero el sentido auditivo.
• Les ayudan entretenerse y a explorar y descubrir su entorno.
• Al presionar de manera constante, ayuda al proceso de la erupción.
• Fortalecimiento de las manos del pequeño, lo que conlleva un desarrollo de los músculos tanto de las como de los brazos, consiguiendo un agarre más firme.

“Los dientes empiezan a erupcionar alrededor de los 6 a los 12 meses hasta los 3 años, pero sus síntomas se pueden apreciar alrededor de los 3 meses cuando empiezan a morderse los puños”, señala la odontóloga. Por ello, podemos encontrar opciones muy variadas como son mordedores indicados desde los pocos meses de vida, a otros aconsejados a partir de los 6 meses. “Es esencial conocer la edad que se precisa en la etiqueta del mordedor, ya que puede ser peligroso usarlo en un momento no indicado”, advierte.

Los tipos de mordedores que encontramos pueden ser muy variados, de distintos materiales, formas, colores y con miles de usos, que podríamos resumir en los siguientes que nos cita la doctora:

• El mordedor de goma está indicado para los dientes incisivos, los primeros en aparecer. Podemos ofrecerlo a nuestro bebé entre los cero y hasta los cuatro meses. También tienen un peso extra ligero adaptado al recién nacido que podrá manejarlo con facilidad.
• El mordedor refrigerante es perfecto para bebés a partir de los cuatro meses. Al enfriar en la nevera el agua destilada de su interior, ayuda a aliviar las encías inflamadas, además de fortalecer los dientes gracias a sus distintos relieves y materiales.
• El mordedor didáctico, incorpora sonidos, música y sonajeros. Son de muchas formas diferentes que distraen al bebé y le llaman la atención Con este tipo de mordedor el bebé se divierte a la vez que alivia el dolor en sus encías lo cual puede ayudar a que prefiera usarlo antes que su mano o cualquier otro objeto. Para bebés mayores de seis meses, está indicado especialmente para la etapa en la que comienzan a aparecer los molares. Además de aliviar las encías inflamadas y fortalecer los dientes, despierta la curiosidad del bebé y fomentan su movilidad manual, estimulación visual y auditiva.
• Mordedores 100% en caucho, un material natural e inocuo, de peso ligero para etapas tempranas.
• Mordedores de silicona de 100% grado alimenticio, ligero también para etapas tempranas.
• El mordedor en forma de collar no tienen asa de sujeción ya que va atado alrededor del cuello de la madre, evitando así que caiga tantas veces al suelo. Está diseñado para que el bebé lo utilice exclusivamente cuando está cogido en brazos puesto que podría asfixiarse o hacerse daño ya que no está pensado para estar en manos del niño.

Pero, ¿qué pasa con los mordedores refrigerados o también llamados de frío? ¿Son realmente buenos para el bebé? ¿No resulta incómodo que sujeten un objeto completamente helado con la mano? La odontóloga nos explica que “son mordedores que en su interior contienen gel o líquidos para poder refrigerar en la nevera o el congelador. Este aspecto es muy relevante, ya que el frío resulta un gran alivio para el dolor, pero hay que tener en cuenta que la aplicación de algún artículo congelado puede quemar las encías por lo que es recomendable que el niño no lo utilice si está congelado”, recomienda.

Ante todo, como hemos apuntado en apartados anteriores, ver las etiquetas a la hora de elegir un mordedor para nuestro hijo será fundamental por dos motivos principalmente: por la edad que esté indicada en el mismo, y por el material con el que esté fabricado.

Esto último es así, según nos cuenta la experta, debido a que “en un estudio realizado por la American Chemical Society de Estados Unidos encontraron que la mayoría estaban fabricados con componentes que podrían resultar tóxicos, como el bisfenol-A, F o S, parabenos, triclocarbán o triclosán. Todos estos productos pueden ocasionar problemas de desarrollo en los distintos sistemas del organismo, entre ellos dificultades inmunológicas o neurológicas, problemas endocrinos, riesgo de sufrir diabetes , obesidad o cáncer”.

Si los problemas de dentición sobre todo se hacen más evidentes a partir de los 6 meses , cuando el niño ya ha comenzado con la alimentación complementaria, los alimentos ofrecidos siempre de forma segura, pueden ser otra alternativa para calmar las molestias de la dentición. “Zanahoria o frutas que previamente hayan sido congeladas, pan congelado, galletas de dentición (duras y sin azúcar), gasas frías”, recomienda la odontóloga.

Sin embargo, por el lado opuesto, la experta nos cuenta que “hay algunos pediatras, que opinan que el ofrecer a los niños los mordedores para aliviar el dolor no tiene mucho sentido, pues todos evitamos el contacto con zonas dolorosas, así que, si la encía esta inflamada y duele, presionar sobre ella con los mordedores no aliviaría el dolor, aunque hay niños en los que sí se produce esa sensación de alivio”.

En ese caso, si finalmente decidimos utilizar un mordedor para que el niño calme el dolor de encías, debemos prestar atención sobre todo a los siguientes aspectos, tal y como nos aconseja la experta:

• Componentes de su fabricación. Que cumpla con los criterios de seguridad y calidad. Hay que comprobar sus materiales y el etiquetado “CE”.
• Tienen que ser lo suficientemente sólidos para que no se separen pequeñas partes con las que el niño pueda atragantarse o asfixiarse.
• Flexibles y con texturas, sonido y colores variados para tener diferentes experiencias sensoriales, táctil, visual, auditiva.
• Fáciles de agarrar.
• Higienizables.
• Materiales naturales e hipoalergénicos, como el caucho, un material que, además, les hace ser flexibles y muy suaves, siendo beneficioso además para las encías de los niños en edades muy tempranas .
• Sin piezas sueltas, para evitar el riesgo de asfixia.
• Ligeros y pequeños en edades tempranas para que el mordedor no suponga una gran carga en su encía y sus pequeñas manos puedan sujetarlo bien.
• Se recomienda no comprar mordedores eléctricos, ni con pilas o vibración. Este tipo de elementos suelen ser peligrosos para edades tan tempranas, pues pueden provocar accidentes.