Se dice que un embarazo es de alto riesgo cuando la probabilidad de enfermedad o muerte de la madre o el hijo es mayor a la habitual. Existen muchas causas por las que puede darse un embarazo de alto riesgo, entre ellas podemos citar algunas… Desde la edad de la madre, tanto por su juventud, ya que menor de 15 años tiene una mayor probabilidad de desarrollar preeclampsia, como por superar los 35 años, edad a la que se considera que un embarazo puede tener más complicaciones. Hasta, el peso o talla de la madre, el Rh sanguíneo ,anomalías en los ovarios, en el feto, infecciones varias, algunos fármacos…
Os hablamos de cuáles son las más comunes, según los expertos, y cuáles son los tratamientos preventivos que se suelen llevar a cabo, ya que son la clave para evitar cualquier tipo de complicaciones más graves.
Las patologías de riesgo más comunes
Según nos cuenta el doctor Fernando Mozo de Rosales Fano, ginecólogo de Centro de Fertilidad Bilbao y Barcelona (www.centrofertilidad.com), son muchos los riesgos que pueden acontecer en un embarazo antes del parto, pero “existen tres patologías que son las responsables de la mayoría de los ingresos de los recién nacidos en las unidades de cuidados intensivos: la prematuridad, el crecimiento intrauterino retardado y los trastornos hipertensivos del embarazo”, explica.
Un diagnóstico precoz, fundamental
Normalmente, los riesgos que entraña un embarazo suelen mejorar con un cuidado obstétrico adecuado. Esto es así puesto que “la investigación científica mundial se centra en el diagnóstico precoz y tratamientos de cualquiera de los riesgos, con el objetivo de conseguir recién nacidos sanos y madres felices”, dice el doctor.
¿Cuándo puede surgir complicaciones?
Pero, también existe la posibilidad de que un embarazo de riesgo tenga complicaciones lo cual, normalmente, pasa “cuando la embarazada no sigue el control y los cuidados adecuados. Y, además, en casos de edad materna elevada, lo que es muy común hoy en día”, asegura el Dr. Mozo de Rosales.
Qué ocurre en los casos de prematuridad
Llamamos prematuridad al parto que se produce antes de la semana 37 de embarazo, según nos cuenta el doctor, se da en el “5-10% de los embarazos” y para detectarlo, en la mayoría de embarazadas, “se realiza una medición de la longitud del cuello del útero entre la semana 20-24 del embarazo”. ¿Por qué esta prueba? Pues porque con ella “se detectan los casos de medida corta, lo que sabemos que conlleva un mayor riesgo de prematuridad. Cuando esto sucede, se puede administrar progesterona vaginal para bajar el riesgo de tener un parto antes de término”, explica el doctor.
¿Cómo se puede prevenir un parto prematuro?
Para prevenir los partos prematuros también existe otro tratamiento que nos explica el Dr. Mozo de Rosales, y que se trata de “la realización de cerclajes para reforzar el cuello del útero. Sin embargo, esta técnica tiene indicaciones muy restrictivas y se emplea en pocas ocasiones. En casos de aparición aguda de contracciones uterinas antes de tiempo, una ecografía y una exploración vaginal acompañadas de otras pruebas específicas pueden dilucidar si se trata de una amenaza verdadera de parto pretérmino. O si, por el contrario, son contracciones de Braxton Hicks (normales durante el embarazo)”, observa.
En caso de parto prematuro…
Es importante realizar todas estas pruebas para determina si verdaderamente estamos ante un caso de parto prematuro y, si realmente es una amenaza de prematuridad, “el objetivo es frenarla con medicación intravenosa, para que al menos dé tiempo (48 horas) a madurar con corticoides los pulmones del bebé. Esta maniobra es clave y define, en gran medida, el pronóstico en casos de prematuridad realmente peligrosa (partos por debajo de las 34 semanas)”, afirma el doctor.
Crecimientos intrauterinos retardados
Los llamados crecimientos intrauterinos retardados, aparecen en aquellos bebés que no crecen de una manera adecuada, es decir, el feto es más pequeño de lo normal durante el embarazo debido a un problema de funcionamiento de la placenta, normalmente.
“Esto puede ocurrir por una formación placentaria inadecuada o por factores intrínsecos del bebé. Estos factores intrínsecos del bebé pueden ser muy variados”. ¿Cómo se detecta? “La realización de ecografías en el segundo y tercer trimestre sirven para realizar un seguimiento y poder diagnosticar el crecimiento intrauterino retardado. Con estos controles se puede determinar cuándo se producirá el fin de la gestación”. Asimismo, el doctor prosigue: “La formación y función placentaria inadecuada se puede sospechar en un momento precoz del embarazo con la medición ecográfica del flujo de la arteria uterina (la arteria que “nutre” el embarazo). En un porcentaje importante de los casos, estas complicaciones se pueden prevenir con la toma nocturna diaria de 150 mg de ácido acetilsalicílico”.
Trastornos hipertensivos del embarazo
Por su parte, el ácido acetilsalicílico también es válido para evitar la aparición de trastornos hipertensivos del embarazo, nos cuenta el doctor, “puesto que su origen se basa en la baja perfusión sanguínea del útero gestante. En cualquier caso, si la prevención falla, es posible administrar antihipertensivos, los cuales pueden dar el tiempo suficiente para planificar el parto”.
Avances científicos en cuanto a alteraciones cromosómicas
Adicionalmente, el Dr. Mozo de Rosales, también hace referencia al progreso en la detección de alteraciones cromosómicas que se ha llevado a cabo en los últimos años. “La realización de una prueba combinada (analítica de sangre y ecografía) a las 12 semanas de gestación, aproximadamente, detecta un 90% de los síndromes de Down. Además, la realización de pruebas de ADN fetal en sangre materna alcanza un 99% de capacidad de detección”, informa.De igual manera, ante cualquier duda o hallazgo, “se debe confirmar mediante pruebas invasivas (amniocentesis y biopsia corial) para su diagnóstico definitivo. Por último, la realización de una ecografía de despistaje de malformaciones a las 18-22 semanas consigue detectar una gran parte de malformaciones fetales”, concluye el doctor.