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qu es una madre de d a © Istock

Crianza

¿Qué es una ‘madre de día’ y en qué consiste su trabajo?

Actualmente, asistimos a una revolución en lo que a crianza se refiere, dejando a un lado prácticas educativas tradicionales y dando entrada a nuevas formas de entenderla. Las madres de día han llegado con esta nueva tendencia (y para quedarse).


15 de noviembre de 2022 - 14:23 CET

Las madres de día son educadoras (psicólogas, pedagogas o maestras) (en femenino porque, sobre todo, son mujeres) con una formación específica en atención a la primera infancia que cuidan de un máximo de cuatro bebés de hasta tres años en su propia casa. Un modelo que, en los últimos años, se ha generalizado en Europa y que ha comenzado a ganar terreno en nuestro país como una buena alternativa a las escuelas infantiles tradicionales. Su horario de trabajo, que  se adapta siempre a las necesidades del niño o de los padres , suele estar entre las ocho de la mañana y las cuatro de la tarde. Entonces, ¿estamos hablando de una niñera con un horario fijo y, en vez de venir y atender a mi hijo en casa, se ocupa de varios en la suya propia? No, porque una canguro solo cuida al niño durante un rato, mientras que una madre de día  se debe encargar del cuidado, pero también de la educación con un programa integral, según el estado evolutivo de cada niño, para acompañarlo en el camino de crecer y aprender .

Por tanto, hablamos más de una pequeña guardería, pero diferente: posee un espacio de ambiente familiar y la atención que se le ofrece al niño es personalizada, respetando el ritmo de cada niño y con una pedagogía basada en la observación, el respeto y el acompañamiento. Y, por supuesto, sin la masificación que existe en una guardería tradicional. Podríamos hablar, sin embargo, de “un segundo hogar”, como el que ha preparado Carolina Rodríguez, maestra y madre de día en Collado Villalba (Madrid) con su espacio El Nido de Nina (@elnidodeninamadrededia). Ella nos explica qué debe tener un profesional educativo para ser madre de día, cómo se debe diseñar el espacio y en qué se basa su metodología. Y es que, cada vez son más los padres que optan por esta opción.  Penélope Cruz , por ejemplo, en la película de Pedro Almodóvar, Madres paralelas (2021), aparece como una madre soltera que decide recurrir a esta figura tras una mala experiencia con una au pair.

‘Madre de día’, ¿puede ser cualquiera?

Una madre de día, nos explica la maestra, “es una profesional del sector de la educación, en la mayoría de los casos, aunque, en ocasiones, hay también psicólogos o pedagogos que optan por esta profesión”. Por tanto, para poder ejercer este título es necesaria una formación. Lo más común, nos señala, “es tener una titulación de Magisterio o Educación Infantil”. Por ello, no, no puede ser cualquier persona. De hecho, nos explica, “se le requieren otros muchos requisitos”. En el caso de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, se han de certificar muchas cosas, entre las más importantes:

  • Demostrar que tienes una formación reglada o una titulación académica oficial.
  • Acreditar que existen una relación laboral.
  • Estar en posesión de un seguro de responsabilidad civil.
  • Tener varios certificados: de ausencia de delitos sexuales, de primeros auxilios y de manipulador de alimentos (pues, las madres de día, suelen también alimentar a los niños).
  • Un  menú firmado siempre por una nutricionista  adaptado a la nueva ley de alérgenos.
  • Y, quizás, uno de los más importantes: un proyecto educativo redactado y detallado.

Por último, algo que no te requieren legalmente, pero que la maestra considera fundamental, “es estar en constante formación, para poder ofrecer el mejor acompañamiento al niño o niña, además de a su familia, de una manera holística e integral”. Toda esta regulación no existe en todas las Comunidades Autónomas, porque aunque es una figura que va en aumento, aún no se ha alcanzado el nivel de presencia que tiene en otros países de nuestro entorno, como Alemania, Suiza o Reino Unido, donde son figuras habituales desde hace muchos años.

Espacio creado por El Nido de Nina, madre de dia.© El Nido de Nina

Las diferencias con una guardería tradicional, ¿cuáles son?

La primera diferencia que tiene una madre de día con una guardería tradicional es el espacio. “Una madre de día  abre las puertas de su hogar a los niños, que debe estar siempre adaptado para cubrir las necesidades auténticas y de desarrollo de niños y niñas, pero también debe ser seguro, cumpliendo la normativa de la Comunidad Autónoma a la que pertenezca la madre”. Esa adaptación puede ser, o bien de cero a tres años, o bien hasta los seis años, pues en España la escolarización no es obligatoria hasta esa edad y el periodo de acompañamiento puede alargarse.

Sin embargo, nos dice, esta no es la principal diferencia, sino “la atención personalizada, la mirada que se ofrece y el respeto al ritmo individual de cada niño y niña”. Algo que se consigue, sobre todo, por otra gran diferencia con las escuelas infantiles tradicionales: el ratio reducido que asume (generalmente, cuatro niños). Por tanto, nos explica, podríamos hablar de “una ampliación del propio hogar donde el niño puede seguir desarrollándose a su ritmo, con la menor intervención posible”. De hecho, nos cuenta, “nunca hacemos nada por ellos que puedan hacer por sí mismos”. De ahí que sea la observación uno de sus principales pilares de actuación.

Una crianza basada en el juego libre y la autonomía

Uno de los primeros aspectos de la crianza que se trabaja y que es fundamental hacerlo al inicio es lo que llama la maestra, “el periodo de vinculación”, en el que los padres juegan un papel muy importante. A partir de ahí, “todo el trabajo que realizan se basa, sobre todo, en la autonomía de cada niño y en el juego libre, siempre construido por el propio niño o niña”. Pero además, hay otros aspectos fundamentales en el día a día en un hogar de madre de día:

  • Creamos momentos de higiene y alimentación que son “sagrados” y en los que “debemos cuidar mucho el ser individual de cada niño o niña”.
  • Debe haber un  contacto diario con la naturaleza . La climatología, incluso, no es una excusa para quedarse en el interior. De ahí que, por ejemplo, “el espacio de esta maestra esté dotado de mucha luz, con zonas de juego al aire libre cercanas y seguras, donde se puede descubrir la naturaleza”.
  • Todo lo que van a necesitar durante su día a día está a su altura, y lo que no necesitan se retira, creando un lugar seguro y adaptado a su libre movimiento, como hemos visto.
  • Los materiales que se ponen al servicio del niño son, en su mayoría, naturales y hechos a mano.
  • En su caso, por ejemplo, “la casa nido tiene un gato como mascota, puesto que un animal en casa aporta enormes beneficios a los niños y las niñas, ya que aprenderán a cuidarle como a un miembro más”.

Unos aspectos que caracterizan estos espacios, puesto que, siguiendo con la crianza del apego (concepto en el que se basa fundamentalmente el trabajo de estas profesionales de la educación), los niños menores de tres años no necesitan socializarse con otros niños, sino que su primera necesidad es el amor y el cuidado de su madre y de su padre: el contacto físico, la atención no dividida, escuchar con atención, etc.