Si tienes un niño de unos 6 años en casa, probablemente, ya sabrás de lo que hablamos, ya que la laringitis es una de las enfermedades más comunes de la infancia. Se caracteriza, sobre todo, por una tos, a la que se le llama de forma coloquial ‘tos perruna’ o ‘tos de foca’, que es seca y repetitiva y suele empeorar por la noche.
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Pero, ¿por qué una enfermedad como la laringitis produce una tos tan desagradable? ¿Cómo se debe tratar? ¿Cómo aliviar los síntomas tan molestos?... La doctora María Gascón, pediatra rural y @pediatra_de_pueblo en redes sociales, nos contesta a todas estas cuestiones y nos explica todo acerca de esta patología.
“La laringitis es una inflamación de la laringe que se produce suele comenzar con un catarro (mocos, fiebre, tos) y de forma repentina aparece ‘tos de perro’ o ‘de foca’, y el niño se queda ronco o afónico”, nos cuenta. “Esta tos se desencadena debido a la inflamación que se produce en la laringe, lugar donde se encuentran las cuerdas vocales que sirven para producir la voz. Al estar inflamadas, la tos y la propia voz cambian de tono. La causa más frecuente son los virus que se transmiten por las secreciones respiratorias y por objetos contaminados con ellos”, añade.
Asimismo, la laringitis es una enfermedad respiratoria aguda que también se le conoce por otros nombres como crup o laringitis estridulosa. Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP), aseguran que afecta, generalmente, “a niños entre los 6 meses y los 6 años y suele ser más frecuente en los meses de otoño e invierno. Suele comenzar con un catarro de vías altas o resfriado común que se asocia, frecuentemente, a fiebre de grado variable (de 38º - 40.5ºC) ”, indican.
¿Cómo se trata la laringitis?
Esta tos tan característica e incómoda para el pequeño, por supuesto, pero también tan molesta para el resto de la familia (ya que suele empeorar por la noche y no deja que ningún miembro descanse) puede durar “entre 7 y 10 días”, dice la doctora, e incluso, unirse este otro síntoma: “Ocurre, a veces, cuando los niños lloran o tosen, pueden hacer un ruido cuando cogen el aire (llamado estridor). En algunos casos, puede producir dificultad para respirar. El ruido al coger el aire se oye, aunque el niño no esté llorando o tosiendo, se hunde la zona entre las clavículas o se marcan las costillas”, observa.
La AEP, por su parte, explica que la laringitis puede ser de tres tipos:
- Laringitis leve: sus síntomas son la tos perruna, ronquera o afonía y puede presentar estridor cuando tose, llora o se agita
- Laringitis moderada: se caracteriza por tos perruna, ronquera, estridor en reposo y dificultad para respirar.
- Laringitis grave: igual que la moderada, pero aumenta mucho la dificultad para respirar y puede presentar coloración azulado alrededor de la boca cuando se agita.
El tratamiento de la laringitis, según nos cuenta la doctora, se realiza con “antiinflamatorios tipo ibuprofeno y, en algunos casos, el pediatra puede pautar corticoide. Para la fiebre o el malestar, ibuprofeno o paracetamol ”. Al tratarse de un virus la laringitis es contagiosa, por lo que los expertos indican necesaria “una adecuada higiene de manos y limpieza de superficies”.
¿Qué hacer para intentar mejorar los síntomas?
Entonces, ¿qué podemos hacer para que la tos cese o, al menos, se alivie, y que así el pequeño (y la familia) pueda descansar por la noche? En principio, se aconseja “mantener al niño en un ambiente tranquilo para que no se agite, libre de humo y tabaco, ya que podrían actuar de irritantes y aumentar la tos, y evitar el ambiente seco en casa. El frío va bien porque desinflama la laringe, abre el frigorífico y que respire un poco ese aire”, recomienda la Dra. Gascón. Y, además, nos da una serie de consejos que los papás deben tener en cuenta:
- No está indicado el uso de antibiótico, ya que, tal y como hemos visto, las laringitis las causan los virus.
- Tampoco está indicado el uso de antitusivos, friegas de hierbas o de alcohol, ungüentos descongestionantes y remedios varios sin evidencia científica.
- La mayoría de las laringitis se tratan de forma domiciliaria, sin embargo, es importante conocer los motivos para acudir a urgencias por una laringitis: si tiene dificultad para respirar, como hemos explicado anteriormente, si hace ruido al coger aire (estridor), decaimiento, que el niño rechace el alimento o si presenta babeo intenso.
Asimismo, por su parte, desde la AEP, añaden las siguientes recomendaciones para mejorar los síntomas:
- Algunos niños se alivian respirando aire húmedo: ponga depósitos de agua en los radiadores o use humidificador si lo tiene. Si no dispone de aparato humidificador abra los grifos del agua caliente del baño para que se llene de vapor y siéntese con su hijo (fuera de la ducha) durante 10-20 minutos.
- Mantenga al niño sentado. En la cama mantenga la cabeza del niño elevada, usando una almohada extra si su hijo es mayor de 12 meses (no se deben utilizar almohadas en menores de 12 meses).
- Es normal que su hijo esté inapetente. No le fuerce a comer. Ofrézcale líquidos.
- No se debe emplear collarines de agua y alcohol. No son efectivos y pueden irritar la piel.