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ni o con peluche en la consulta del pediatra© AdobeStock

salud

Las consultas de pediatría más frecuentes este otoño

La vuelta al cole, el inicio de la bajada de temperaturas... son algunos de los factores que influyen en aumentar el índice de contagio de enfermedades infantiles durante el otoño. Estas son las patologías más frecuentes que están recibiendo las consultas de pediatría durante esta época del año.


9 de noviembre de 2022 - 13:18 CET

El otoño suele ser la época del año en la que más riesgo de contagio de enfermedades infantiles hay, y el motivo principal es el regreso de los niños al colegio y escuelas infantiles, así como el inicio de la bajada de temperaturas (que este año se han resistido bastante). Todo ello favorece el contagio de enfermedades, sobre todo, víricas y, por tanto, que aumente el número de pacientes en las consultas de pediatría .

Para saber cuáles están siendo las patologías más comunes este otoño entre los más peques de la casa, hemos hablado con Miriam Casariego Toledo, pediatra del Hospital Parque y Centro de Salud Laguna-Mercedes (@miriampediatra). “Este año estamos teniendo un otoño diferente rodeados de todo tipo de virus, y nuestros niños están teniendo síntomas que hacía tiempo que no tenían. ¡No hay que asustarse! Hay que recordar que hemos estado totalmente aislados con las mascarillas y con la distancia social. Nuestro sistema inmune ha estado en reposo y, tras la retirada de todas esas medidas, esto es normal que nos enfermemos con más frecuencia hasta que nuestro sistema inmune despierte”, tranquiliza la pediatra.

Por tanto, con la llegada del otoño y la retirada total de las mascarillas, los centros de salud se llenan de patologías víricas, sobre todo respiratorias, y de entre ellas, las más frecuentes vistas en las consultas de pediatría, según nos cuenta la Dra. Casariego, son las siguientes.

ni a con mocos© AdobeStock

Catarro de vías altas (CVA)

“Uno de los cuadros más frecuentes en consulta de pediatría. Este tipo de infecciones respiratorias son autolimitadas, desaparecen solas en un corto periodo de tiempo (7-10 días)”, nos cuenta la pediatra.

Son originados por virus, “especialmente, Rinovirus”, y los síntomas que presenta son “nasales (mocos que van cambiando de color y consistencia a medida que pasan los días y congestión), fiebre de 3-4 días de duración y tos, siendo este el síntoma más persistente y molesto”, asegura.

ni o con mocos© AdobeStock

Tratamiento de catarro de vías altas

Según nos cuenta la doctora, el tratamiento más eficaz para aliviar los síntomas se centra en “lavados nasales con suero fisiológico, paracetamol-ibuprofeno, en caso de fiebre o malestar, cabecera de la cama elevada para que no le molesten los mocos y abundante líquido”.

Y, hay que tener en cuenta que, el tratamiento con antibiótico no acorta la duración del catarro ni evita las complicaciones puesto que, “un catarro dura 7 días, tanto con antibiótico como sin él”, indica la pediatra.

ni a con tos© AdobeStock

Laringitis

La laringitis es una “enfermedad respiratoria aguda, que se produce por una inflamación de las cuerdas vocales (parte de la laringe)”, nos explica la Dra. Casiego.

La mayoría son provocadas por los “virus parainfluenza e influenza” y los síntomas suelen ser: “la llamada tos ‘perruna’ o ‘de foca’, ronquera, afonía, ruidos respiratorios (estridor) y fiebre en algunos casos”. La doctora señala que el diagnóstico es clínico, y en gran parte está basado en “esa tos tan característica de perro o foca que empeora por la noche”.

ni a con tos© AdobeStock

Tratamiento laringitis

¿Cuál es el tratamiento de la laringitis? Al tratarse de un cuadro vírico, el tratamiento, según nos cuenta la pediatra, consiste en aliviar los síntomas. “Algunos niños mejoran respirando aire húmedo, con humidificador, vapor de agua, e incluso, el frío de la noche o del congelador. Otros precisan antiinflamatorios como ibuprofeno y en los casos más graves corticoides vía oral pautado previamente por su pediatra”, indica.

beb con mascarilla de inhalaci n© AdobeStock

Bronquiolitis

Se trata de una enfermedad vírica, concretamente tenemos que hablar del “virus sincitial respiratorio (VRS), que es el más frecuente”, nos dice la doctora, quién además nos explica que dicho virus cursa con la inflamación de los bronquiolos, ramas más finas de los bronquios, y “afecta a lactantes, sobre todo, menores de 6 meses”.

La mayoría de las bronquiolitis son leves y cursan como un catarro de vías altas que se resuelve en pocos días. Otras veces, cuando el niño lleva 3-4 días con tos el cuadro empeora acompañándose de disminución de apetito, irritabilidad, fiebre e incluso dificultad respiratoria”, señala.

ni a con mascarilla de inhalaci n© AdobeStock

Tratamiento bronquiolitis

¿Qué hacer entonces en estos casos? Normalmente, la pediatra nos dice, que el diagnóstico es clínico y “el tratamiento, como en casi todas las infecciones víricas, sintomático, con lavados nasales, cabecera de la cama elevada, si tiene menos apetito ofrecer menos cantidad pero con más frecuencia, si cursa fiebre paracetamol o ibuprofeno y ante la duda acudir a su pediatra para auscultar al bebé”.

manos de ni o con ampollas© AdobeStock

Enfermedad Mano-Boca-Pie

La enfermedad Mano-Boca-Pie, afecta, sobre todo, a niños de 1-3 años. Según nos cuenta la pediatra, está “originado por el Virus Coxackie de la familia de enterovirus”. Este virus se trasmite a través de las secreciones nasales, la saliva, las manos y los objetos y, “desde el contagio hasta que comienza con síntomas pasan 3-6 días”. Los síntomas son: fiebre, ampollas en manos, boca, pies y nalgas, “por eso muchos pediatras hablamos de la enfermedad mano- boca- pie- culo”, explica la doctora.

Las ampollas son uno de los síntomas más característicos de esta enfermedad, pero “suelen evolucionar bien y se curan solas. No es frecuente que piquen, pero el niño suele estar incómodo, sobre todo, a la hora de comer por las aftas (llagas) bucales”, advierte.

pies de beb © AdobeStock

Tratamiento Mano-Boca-Pie

La pediatra nos cuenta que el diagnóstico es clínico y que no existe ningún tratamiento para curar la enfermedad, pero “sí podemos aliviar los síntomas con paracetamol, ibuprofeno, geles de ácido hialurónico en boca, comida no muy caliente ni ácida y vigilar la zona del pañal para que no se sobre infecte”, recomienda la Dra. Casariego.

Se trata de un proceso leve y sin secuelas, aunque, en algunas ocasiones, “a las 5-6 semanas de la aparición de las ampollas, los dedos pierden la piel y las uñas, no obstante, tranquilidad porque se regeneran solas sin tratamiento”, dice. Una de las preguntas más repetidas entre los padres relacionada con esta enfermedad es: ¿Cuándo puede volver el niño a la guardería? “Si el niño no tiene fiebre y se encuentra bien puede acudir pues el virus se trasmite antes de la aparición de las lesiones”, informa la pediatra.

ni a con dolor de tripa© AdobeStock

Gastroenteritis Aguda (GEA)

La causa más frecuente de las gastroenteritis agudas (GEA) son los virus, en especial, “el rotavirus”. Los síntomas de la GEA son “la disminución en la consistencia de las heces y /o aumento de su frecuencia, acompañado de dolor abdominal, fiebre y/o vómitos”. Mientras para que su diagnóstico, la pediatra nos comenta que “se realiza con una correcta historia clínica y exploración, sin precisar, en principio, pruebas complementarias”.

ni a con ganas de vomitar© AdobeStock

Tratamiento de la Gastroenteritis Aguda (GEA)

Lo más importante en las gastroenteritis agudas es “evitar la deshidratación” y, para ello, “disponemos de numerosos sueros de rehidratación vía oral (SRO)”. Además, la pediatra nos da una serie de recomendaciones:

Si el niño vomita es aconsejable un reposo digestivo de 30-60 minutos y luego ofrecer SRO en pequeñas cantidades cada 5 minutos. -No debemos ofrecer agua tras el vómito, aunque nos lo pidan, volverá a vomitar. De ahí la importancia del reposo digestivo y el SRO, que no solo aporta agua sino los iones que va eliminando en cada vomito o deposición. -Si no vomita y sí tiene diarreas debemos ofrecer alimentos que no tengan alto contenido en grasas ni azúcares. -Si el niño no quiere comer no hay que forzarle, que tome suero y sobre todo, evitar los zumos ni bebidas azucaradas que no aportan los iones que necesita nuestro organismo. -Los bebés con lactancia materna deben continuar tomando pecho a demanda para evitar que se deshidraten. -Si tienen fiebre o dolor abdominal daremos paracetamol y para las diarreas un probiótico, ya que ayudan a regenerar la flora del intestino.

ni o con piojos© AdobeStock

Pediculosis de cabeza (Piojos)

Nuestros queridos amigos los pijos están en todas las estaciones del año, y “este otoño están viniendo con más fuerza”, asegura la pediatra. Se trasmiten casi siempre por contacto directo, de cabeza a cabeza, o por objetos personales como peines, lazos, etc…

Hay que saber y tener muy en cuenta que “en los niños no se trata ni de un problema de higiene ni de clase social”, advierte.Hay ocasiones en las que “no producen síntomas y se descubren al observar el pelo, otras cursan con prurito en cuero cabelludo, sobre todo, en zona de nuca y/o detrás de las orejas”, indica la doctora. Y para La retirada de las liendres (huevos) es imprescindible para asegurar la efectividad del tratamiento, ningunos de los tratamientos mata los huevos al 100%. Se pueden retirar de forma manual o con lendrera.

mama quitando piojos a su hijo© AdobeStock

Tratamiento de la pediculosis de cabeza (Piojos)

¿Cómo podemos eliminar los piojos de una forma eficaz? “La retirada de las liendres (huevos) es imprescindible para asegurar la efectividad del tratamiento, ninguno de los tratamientos mata los huevos al 100%, por ello, se pueden retirar de forma manual o con lendrera”, aconseja la Dra. Casariego.

Por último, cuándo le preguntamos cuál es el mejor tratamiento, nos dice que “la Permetrina 1% en loción hace que el piojo se paralice, deje de respirar y muera, pero hay otros como la Dimeticona o el Alcohol Bencilico al 5%, que hacen que los piojos no puedan respirar. Por otro lado, no hay que olvidar lavar la ropa usada y la ropa de cama con agua caliente, y cortar y limpiar bien las uñas de los niños durante el tratamiento para evitar que se rasquen y se hagan heridas”, concluye.