La lactancia no es un camino de rosas para muchas mujeres, y ya sea por motivos personales, de salud, o ajenos a la mamá o al bebé, algunas deciden optar por la lactancia mixta, la cual, se produce cuando el niño es amamantado tanto por leche materna como por leche artificial , al mismo tiempo.
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Dayana Jacome, farmacéutica y Asesora de Lactancia (@farmalactando) nos explica que “se considera lactancia mixta desde que introducimos leche artificial, por cualquier motivo e independientemente de la cantidad”. En la mayoría de los casos, “una madre suele empezar con lactancia mixta por la sensación de tener poca leche, recurriendo a suplementar con leche de fórmula tras las tomas o un par de veces al día. Normalmente, estos biberones se suelen dar por la noche, que es cuando esa sensación de falta de leche se acrecienta”, prosigue la experta en lactancia.
Pero son muchos más los motivos como, por ejemplo, que creamos que el bebé no está ganando peso, que su agarre no sea correcto, y no se haya conseguido mejorarlo con ayuda de algún profesional, la reincorporación al trabajo de la mamá... La experta además añade: “Otras familias lo deciden así para poder compartir la lactancia o poder ceder el cuidado de sus bebés, sea por cansancio o porque las mamás se tienen que ausentar. Las causas y los motivos son muchos dependiendo de cada familia”, asegura.
Qué hacer para que la lactancia mixta sea un éxito
A veces la lactancia materna puede convertirse en una carrera de obstáculos, pero estando informadas al respecto, la situación puede mejorar mucho. “Mi mejor consejo es que busquen ayuda y asesoramiento, la mayoría de mamis que acuden a una lactancia mixta es por poca información. Gracias a ello, podrán mantener este tipo de lactancia de forma prolongada, sin remordimientos y sin culpas”, asegura.
Entonces, ¿qué podemos hacer para conseguir mantener una lactancia mixta y que esta no derive en artificial? “Para poder mantener ambos tipos de lactancia y no terminar solo con fórmula mi mejor consejo es que prioricen las tomas de leche materna y reserven la fórmula para necesidad. Por ejemplo, cuando mamá se tenga que ausentarse, o por las noches, en caso de que la madre necesite descansar”, recomienda la asesora de lactancia.
Una de las realidades es que la lactancia mixta puede causar confusión al bebé ya que, por un lado, se alimentará del pecho de la mamá y por otro, del biberón, algo que puede entorpecer las tomas o que el bebé finalmente se decante por este por comodidad. Una de las recomendaciones para intentar evitarlo y que puede ayudar a que la lactancia mixta se logre es “ofrecer la leche de fórmula de una forma lenta y respetuosa, asemejándose al pecho , manteniendo el contacto visual, la cercanía y el contacto íntimo y con tetinas de flujo lento en caso de ser biberón. Así, el bebé seguirá obteniendo la leche de forma gradual, teniendo que succionar, evitando después la desesperación que le podría provocar el pecho al tener que realizar un trabajo para obtener su leche, cosa que con el biberón no suelen hacer”, indica la experta.
Y, además, añade que una muy buena opción sería que, “si puede ser, y mamá tiene quien le acompañe en la crianza, se puede pedir a esa persona que se encargue de dar al bebé los biberones de leche de fórmula, y que que la mami siga manteniendo su lactancia materna”.
Cómo hacer la transición a lactancia materna exclusiva
Si así lo desea la mamá, se puede hacer una relactación, es decir, que después de haber pasado un periodo de lactancia mixta (por el motivo que sea), el bebé vuelva a alimentarse exclusivamente de leche manterna. Para guiarnos en este proceso, la asesora de lactancia, en primer lugar, asegura que “se puede realizar poco a poco, aumentando la producción de leche, normalmente con ayuda de extracciones , y reduciendo gradualmente las tomas de leche artificial”.
Hay que tener paciencia y mucha constancia, ya que este proceso “puede llevar semanas, según las condiciones de la madre y la cantidad de fórmula que el bebé tome”. Si la mamá se decanta por esta opción, la experta recomienda “controlar el peso del bebé para no poner en riesgo su salud y lo mejor en estos casos es buscar ayuda, ya que no tienen por qué pasar por ello solas”, asegura.