Hay veces que a los peques les cuesta mucho concentrarse a la hora de hacer deberes, estudiar… o realizar cualquier otra tarea que requiera poner la atención en una determinada actividad durante un tiempo determinado. Según nos explica la psicopedagoga y asesora de sueño infantil, Sabina Amengual (www.yaduermomami.com): “La concentración es un proceso cognitivo que hace referencia a la atención sostenida. Nos permite centrarnos en la información que llega a través de los sentidos y es imprescindible para aprender. La capacidad de concentración depende mucho de la edad y de otras características genéticas, emocionales, contextuales, motivacionales…”.
Tanto si tu hijo tiene un problema de atención como si no, siguiendo una serie de pautas que recomienda la psicopedagoga, se puede mejorar su capacidad de concentración y estudio. ¡Toma nota!
1. Cómo facilitar que tu hijo se concentre cuando estudia
Un lugar de estudio sin interrupciones, dejarle que haya descansos o sentirse implicado en el proceso serán clave para una mejora. Según la experta, ten en cuenta:
- Lo primero es que sea vuestro hijo el que reflexione sobre qué cree que puede ayudarle a concentrarse mejor y para qué le va a servir. Cuanto más implicado se sienta más motivado estará.
- Es primordial procurar que no haya distracciones en su lugar de estudio, tales como; el móvil, la tablet, la televisión, etc. Acuerda con él cuándo los pondrá usar y cuando no.
- Una herramienta eficaz para mejorar la concentración es la ‘técnica del pomodoro’. Ésta consiste en estudiar en periodos de tiempo más bien cortos y alternar con descansos. Puede hacer 30 minutos de estudio y descansar 10, por ejemplo. En los descansos es importante que se despeje. Puede ir a beber agua, comer algo de fruta, salir un rato al jardín o balcón, etc.
2. Dale confianza y autonomía
Sentir que él es capaz de autogestionarse, saber que puede hacerlo solo y, al mismo tiempo, sentirse responsable favorecerá a su implicación y concentración. Para ello, la experta recomienda también:
- Para controlar el tiempo de estudio o tarea puede usar un cronómetro.
- Hay que fomentar su autonomía en todos los ámbitos. Así, aprenderá más fácilmente a hacer las tareas escolares él solo, aunque tú puedes ayudarlo en momentos puntuales.
3. Así debe ser su ambiente de estudio
Es muy importante que le guste el sitio donde va a estudiar y se sienta cómodo y a gusto, para ello: “Podéis organizarlo y decorarlo juntos. Pero cuidar que no haya muchas distracciones visuales. Lo justo para que le guste estar allí”.
Asimismo, “tiene que haber suficiente luz en la habitación, que la silla sea cómoda y los pies le lleguen al suelo”.
4. El material escolar también motiva
Los lápices y subrayadores de colores “para resaltar ideas y palabras clave”, así como cuadernos con sus dibujos favoritos, una agenda que le encante usar por algún motivo, hacer calendarios do it yourself… será todo a favor de mejorar su concentración a la hora de usarlo.
También, “puede tener un cuaderno de hojas de planificador semanal en la mesa de estudio. Enséñale a hacer una lista en el planificador de lo que tiene que hacer durante la tarde. Una vez realizada cada tarea de la lista, que la tache o haga un tick verde al lado”.
5. Un método que le ayudará a organizarse
La experta también asegura que la organización y los calendarios son fundamentales, sobre todo, para su claridad mental. Qué día tiene que hacer tal tarea, o cuánto tiempo de dedicar a otra…
“Crear conjuntamente un horario de estudio semanal en papel lo ayudará a organizarse. Tiene que incluir el tiempo de estudio y los descansos acordados. Pregúntale dónde le gustaría ponerlo para que lo tenga a la vista. También podéis usar un tracker de estudio. Es una herramienta de auto registro de los pasos a seguir para estudiar una unidad (leer, comprender, subrayar, esquematizar y memorizar)”, recomienda.
6. Descanso y alimentación
Por supuesto, otros aspectos imprescindibles que serán determinantes para que el niño tenga un mejor rendimiento y al mismo tiempo, le ayude a mejorar su concentración serán el sueño y la comida.
“Que tu hijo duerma adecuadamente y las horas que tocan por edad es imprescindible. Durante la fase de sueño rem los recuerdos se asientan, se procesa el conocimiento y se produce la recuperación física. Es decir, si dormimos apropiadamente, el nivel de activación mental y físico al día siguiente será el óptimo para aprender”, dice la psicopedagoga.
En cuanto a la alimentación: “Es importante tener una dieta saludable y evitar comer alimentos procesados y estimulantes. Mejor ofrecer para merendar bocadillos de pan integral, frutas, frutos secos sin sal ni azúcar, yogurt con fruta, etc”.
7. Limita las pantallas
Por todos es sabido que un consumo excesivo de pantallas no será bueno para el cerebro del niño por varios motivos, y sobre todo, no estaremos mejorando para nada su capacidad de concentración en realizar tareas… más bien, al contrario. “Se aconseja restringir el uso de las pantallas y si las usan que sea con contenido educativo”, recomienda la experta.
8. Juegos educativos
Aprovecha las épocas de regalos como su cumpleaños, su santo, Navidad… que “para comprar juegos que ayuden a trabajar la atención y otros procesos cognitivos como la memoria. Si no sabes dónde comprarlos, pregunta en una tienda especializada en juegos educativos
9. Consejos generales que le ayudarán con el estudio
La experta nos da una serie de consejos generales que ayudarán al peque a mejorar su concentración y por ende, a mejorar su capacidad de estudio y el objetivo final, conseguir los resultados esperados.
- Que haya un horario diario para hacer las tareas del colegio, le ayudará a adquirir autonomía y hábitos de estudio consistentes. • Empezar desde pequeños a inculcarle este hábito diario de hacer los deberes, repasar la materia dada de clase, revisar la agenda escolar, etc.
- Hay que trabajar mucho el tema de la constancia. Les podemos explicar que es mejor ser como una hormiguita, que cada día trabaja un poquito, pero consigue grandes resultados.
- Enséñale a planificarse el estudio. Que decida y apunte en su planificador cuántas páginas estudiará cada día antes del examen. Es recomendable empezar a estudiar mínimo con tres días de antelación.
- Muéstrale cómo hacer esquemas, resúmenes o mapas conceptuales. Una vez sepa hacerlos, que decida cuál le va mejor para estudiar.
- Un aspecto que afecta a la concentración y tenemos que tener muy en cuenta, son las situaciones emocionalmente estresantes. Potencia la comunicación asertiva para que pueda expresar sus emociones e identificar qué necesita para sentirse mejor.
- Es muy importante reforzarlo positivamente en los pequeños logros académicos, lo motivará a seguir.
“Como psicopedagoga pienso que es mejor no castigarlo si saca un mal resultado. Es mejor ayudarle a que reflexione en qué se ha equivocado y qué puede hacer para mejorar la próxima vez”, concluye.