Pocos momentos unen tanto a la familia como dedicar unas horas en común a un juego de mesa. Y las tardes de otoño son perfectas para ello. Oscurece mucho antes, estamos más en casa y el tiempo en común se amplía. A través de los juegos, también se educa: en la espera, en la tolerancia a la frustración, en la empatía, en la toma de decisiones...
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Es un excelente recurso para aprender y para pasarlo bien. Estas son algunas ideas de juegos para todas las edades que pueden servir también para ir completando la carta de los Reyes Magos.
Fun Facts es un juego cooperativo que revela lo bien que se conoce al resto de jugadores; en este caso, a los familiares. En cada turno, se responde a una pregunta personal. La contestación es en forma de número y hay que colocarlas prediciendo qué han dicho los demás. Finalmente se revelan las respuestas y hay puntos por haber acertado. El reto está en ir superando la puntuación máxima en cada partida.
Es un juego de cartas (incluye 480) en el que hay que responder en tan solo ocho segundos a preguntas de todo tipo sobre el resto de la familia, tus gustos e incluso algún que otro secreto. Pueden jugar de 2 a 10 jugadores y la risa y la imaginación están aseguradas.
Incluye un bote de palomitas y 14 dados para completar la partida, en la que pueden estar desde dos a seis personas. Hay que tirar los dados, que representan las palomitas, y acumularlas para ganar la partida, pero con cuidado de que no salga ninguna quemada. ¿Quién se arriesgará a tirar una vez más para ganar (o perder)?
El Cluedo es uno de esos juegos míticos que han pasado de generación en generación. Con esta versión, los jugadores tendrán que unir sus fuerzas y sus habilidades para escapar de la mansión Tudor antes de que llegue la policía. ¿El objetivo? Resolver el misterio.
Quizzers es un juego de preguntas que une los juegos de mesa tradicionales con las posibilidades de las aplicaciones actuales. Ofrece preguntas para hasta cuatro jugadores, adaptadas a su nivel de conocimiento. Lo más destacable es que la App reconoce los turnos de cada jugador y lanza preguntas personalizadas, según su edad, y esto hace que toda la familia pueda jugar en igualdad de condiciones.
Con Bobo Bobo te conviertes en un genio... o en un mentiroso compulsivo. Los jugadores se reparten en dos equipos. Cada equipo elige una carta con una pregunta y su respuesta correcta, pero la cosa no queda ahí, porque se inventan dos respuestas falsas. Las tres opciones se presentan al equipo contrario. Si apuestan por las falsas, ganáis vosotros; si lo hacen por la verdadera, ganan ellos. ¿Quién tirará de más ingenio?
Todo un clásico en los juegos de mesa, el Monopoly se reinventa para viajar por todo el mundo. Esta versión incluye un tablero borrable y datos curiosos sobre distintos destinos turísticos, por lo que es ideal para familias que disfrutan viajando juntas.
Al amanecer, en la familia descubren que han desaparecido una serie de objetos de la casa. ¿Dónde estarán? Tapikékoi es un juego de memoria, muy adaptable en cuanto a su nivel de dificultad. Ofrece partidas cortas, de unos 15 minutos, para que todos, incluso los más pequeños, puedan participar.
Es un juego de estrategia y de memoria en el que hay que encontrar todo lo necesario para elaborar unas pócimas mágica, cuyos ingredientes han desordenado los duendes. El reto está en conseguir hacerlo antes que el resto. ¿Quién logrará librarse del gato que siempre se sienta encima del ingrediente que más se necesitas?
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