Cómo hacer un buen uso de la tablet con tu hijo este curso

Es un hecho que las nuevas tecnologías ya forman parte de la vida escolar de nuestros hijos y, aunque debemos seguir las recomendaciones para evitar el consumo excesivo de pantallas en los peques, “nuestro sistema educativo introduce la informática en las aulas a partir del segundo ciclo infantil, es decir, entre los 3 y los 5 años, y es una buena opción. Eso sí, siempre con moderación: no más de media o una hora al día”, nos cuenta Verónica Catediano, PR & Communication Manager de SPC, empresa especializada en herramientas y soluciones tecnológicas y en el desarrollo de productos smart (www.spc.es).

En la actualidad es el propio colegio quien decide si utilizar las tablets en su programa educativo como herramienta de aprendizaje, o no. En aquellas escuelas que apuestan por ello, en el ciclo de infantil se suele usar no más de 2 veces por semana, para realizar ejercicios de pre-escritura, reforzar el aprendizaje táctil y familiarizarse con la tecnología. De 7 a 9 años, se utiliza como recurso para obtener y buscar información y realizar ejercicios, tanto individualmente como en grupo, pero sin sustituir el lápiz y el papel en ningún momento. Mientras que, de 10 a 12 años, se utiliza como sustituto de libros de texto y se convierte en una herramienta multimedia de desarrollo para la creatividad y la autonomía de cada alumno.

¿Qué lectura sacamos de todo ello? Pues que realizar un buen uso de las tabletas en nuestros hijos puede ser muy beneficioso. Según la experta, las principales ventajas del uso de las tablets para el ámbito escolar son:

• La ligereza que les proporciona su tamaño reducido, que las hace mucho más portables y cómodas de llevar en la cartera escolar.
• Además, el hecho de que incorporen una pantalla táctil resulta muy beneficioso para poder llevar a cabo técnicas de ‘gamificación’ a través de las cuales los niños aprenden jugando desde su dispositivo.
• Y, todo ello, con las principales ventajas que tradicionalmente se atribuían a portátiles o PC de sobremesa como la conectividad, imprescindible a día de hoy, o una potencia y velocidad suficientes para hacer funcionar todo el software de aprendizaje que puedan necesitar.

Pero, por supuesto, en casa el uso de la tablet en la infancia también está muy extendido. Ya sea para realizar ejercicios educativos o para ver dibujos animados, seguro que tus hijos la han usado en alguna ocasión. No está mal que les dejes habituarse a las nuevas tecnologías, pero eso sí, haciéndolo siempre desde la responsabilidad. Pero, además, también puedes sacarle todo el provecho del mundo a la tablet si cumples una serie de requisitos de mantenimiento como, por ejemplo, “mantener la tablet limpia de archivos y aplicaciones innecesarias, además de automatizar tanto las actualizaciones como el uso del antivirus, para que el sistema siempre esté preparado”, recomienda la experta. Esto permitirá que cada vez que tus hijos quieran utilizarla para ayudarles en los deberes o en su ratito de ocio, esté lista para usar.

Otro de los consejos que nos da la experta en tecnología es que “también se puede incorporar hardware adicional, como una tarjeta Micro SD para aumentar la memoria interna (pudiendo guardar en ella aplicaciones, fotos o vídeos, que así no ocupan memoria del dispositivo y no lo ralentizan). Si bien, también es recomendable eliminar archivos y documentos antiguos que estén ocupando espacio, ya sea en la memoria interna o en el almacenamiento extra añadido”. Y es que liberar todo el espacio posible para que tus hijos tengan su pequeño espacio destinado a sus apps educativas o juegos es fundamental.

La experta también nos dice que “otra manera que tienen nuestros hijos de sacar todo el provecho al rendimiento de las tablets es incorporar unos altavoces o auriculares inalámbricos para potenciar sus capacidades multimedia”. Y, por último, también es una buena forma de inculcarles algo de disciplina y responsabilidad, estando pendientes de que la tablet esté siempre cargada y a punto. “Una buena idea enseñarles a observar la carga del dispositivo y que se responsabilicen de conectarla a la corriente cuando sea necesario”. ¡Ah! Y no te olvides de ponerle funda protectora, sobre todo si la van a usar los más peques de la casa.

Establecer límites a los niños es fundamental en cualquier ámbito, y cómo no podía ser menos, también en el uso de los dispositivos electrónicos. Acordar con ellos horarios de uso o en qué momento del día poder acceder a la tablet puede ser una buena manera de negociarlo. Pero también, “es importante conversar con ellos del tiempo de uso del que disponen y enseñarles cómo usar de forma responsable la tablet, qué páginas o aplicaciones pueden usar, cómo deben hacerlo de forma segura…”.

Una buena comunicación en la familia facilitará mucho las cosas. Enseñarles todos los peligros que puede acarrear el uso de la redes sociales e internet es básico. “Es imprescindible que entiendan que la tablet es un dispositivo que les va a ayudar en sus tareas y deberes escolares, y que también les va a permitir conectar con sus amigos a través de internet, ya sea mail, redes sociales, apps de mensajería… Es en este punto, en el de la comunicación con otras personas, en las que tienen que tener claros cuáles son los límites morales y legales que no pueden traspasar”, advierte.

Pero, además, los peques tienen que sentirse libres de poder preguntar a los adultos cualquier duda sobre el uso de la tablet y “los mayores tienen que confiar en que nuestros hijos son lo suficientemente responsables y autónomos para poder hacer las cosas bien por si mismos, sin necesidad de una estricta supervisión”, indica la experta.

Darles confianza e independencia es muy importante pero igual de importante es no traspasar unos límites y para ello, podemos hacer uso del control parental. “A los niños más pequeños les puede costar entender más cuáles son los peligros que supone un mal uso de la tablet, por eso, podemos activar algún sistema de control parental, definiendo a qué tipo de contenidos y aplicaciones pueden acceder”, concluye la experta.