No todas las lactancias se desarrollan con la misma fluidez. En algunas surgen inconvenientes y problemas. Por eso, la información es clave, y durante el embarazo se recomienda que la mujer vaya adquiriendo conocimientos sobre el proceso. Una vez que ha nacido el bebé es mucho más difícil tener tiempo para ello. En todo caso, ante cualquier duda, lo mejor es consultar con una asesora de lactancia con experiencia.
Algunas mujeres usan pezoneras o bien en algún tramo de la lactancia, o con menos frecuencia, durante todo el periodo en que dan el pecho. Para conocer más acerca de ellas, hemos charlado con Gemma Olivera, matrona, consultora de lactancia certificada IBCLC y fundadora de @regalalactancia, un servicio de asesoramiento para ayudar a las madres a alimentar de manera natural a sus hijos.
¿Hay razones previas para usar pezoneras?
La lactancia siempre tiene dos bases: la madre y el bebé, por eso previamente no hay ningún motivo que lleve a recomendar las pezoneras antes de que nazca el bebé. “Debe ser una recomendación que, si se da, sea justificada por un problema que se valora cuando el bebé ya ha nacido”, explica la experta.
En el caso de que la mujer tenga lo que se denomina popularmente ‘pezones planos’, tampoco estarían indicadas a priori. “El pecho de la madre tiene mucha plasticidad y, de entrada, no podemos saber si el bebé tiene o no alguna dificultad en la succión”, insiste.
Así, lo más habitual es que, aunque el pezón no sea muy prominente, salga con una buena succión del bebé. Además, al mamar el niño no coge solo el pezón sino también parte de la areola. Por lo tanto, el tamaño o la forma del pezón no serían indicación por sí misma para usar pezoneras.
¿Cuándo se recomienda usar pezoneras?
Para que la lactancia funcione es fundamental que el bebé se agarre bien al pecho. De no ser así, provocará dolor y grietas y, por si fuera poco, no estimulará de forma adecuada la producción de leche. En este caso, en que las tomas son difíciles por el dolor, “las pezoneras pueden ser una solución temporal, ya que siempre hay que explorar y buscar la causa” de esas molestias, advierte Gemma Olivera.
Otro caso en que las pezoneras pueden estar recomendadas es cuando el bebé tiene un problema de frenillo corto (anquiloglosia). Así, las pezoneras pueden ayudar en las tomas, mientras se solventa la situación con un profesional.
“Normalmente, los bebés suelen rechazar las pezoneras en algún momento entre los tres o cuatro meses, pero hay bebés que las mantendrán toda la lactancia; si para la mamá no es ningún problema, está bien así”, indica la responsable de www.regalalactancia.com.
¿Cómo se colocan correctamente las pezoneras?
Hay distintos tipos y tamaños de pezoneras, que hay que elegir dependiendo del diámetro del pezón para que no queden ni demasiado pequeñas ni demasiado holgadas. Es un aspecto que hay que valorar tras la toma para elegir la adecuada.
A la hora de colocarlas en el pezón, hay que tener en cuenta estos consejos que ofrece la consultora de lactancia:
- Humedecerlas con agua templada.
- Darles ligeramente la vuelta.
- Colocarlas sobre el pezón para que se adhieran correctamente.
¿Cuándo se aconseja retirar las pezoneras?
Las pezoneras de hace un tiempo solían interferir en la correcta succión y, por tanto, en la transferencia de leche, pero actualmente se fabrican en un material que no tiene tanta influencia en este tema. No obstante, es importante que “no deben ser el recurso fácil; hay que ponerlas si hay una indicación”, subraya Gemma Olivera.
Así, lo ideal es retirar las pezoneras cuando se ha solucionado el problema que llevó a usarlas. Si la madre tenía grietas y el dolor le impedía dar una toma normal, hay que encontrar la causa de esas grietas y solventarla. Cuando ya no haya molestias en las tomas, será el momento de dejar de usarlas.
Hay algunos consejos que pueden ayudar a retirarlas, tal como explica la consultora de lactancia:
- Favorecer el agarre espontáneo: estimular el pezón si es plano, aprovechar la mitad de la toma, adoptar la posición biológica (la madre recostada boca arriba y el bebé boca abajo en contaco piel con piel con ella), y usar la técnica del sándwich (esta técnica favorece el agarre profundo del bebé y consiste en que la madre se coge el pecho con la mano, haciendo la forma de una ‘C’ para adoptar el modo ovalado de la boquita del bebé).
- Retirar la pezonera cuando el bebé esté relajado o medio dormido.
- Estimular la succión de forma artificial. Se consigue “introduciendo la yema del dedo pequeño (bien limpio) hacia el paladar del bebé y cuando notemos que succiona activamente, ofrecer el pecho”.