Comenzar con la alimentación complementaria puede suponer todo un reto para muchos papás, y muchas de las facilidades u obstáculos dependerán de cómo sea el bebé: su personalidad, sus gustos, su madurez… Aunque Niria Triviño, nutricionista infantil (@niriatrevino.nutricion), asegura: “Siempre me gusta comentarles a mis pacientes que la alimentación complementaria puede ser tan simple o tan compleja como nosotros (los padres) queramos”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Cuando la leche materna deja de ser suficiente para atender las necesidades nutricionales del lactante hay que añadir alimentos complementarios a su dieta. La transición de la lactancia exclusivamente materna a la alimentación complementaria abarca generalmente el periodo que va de los 6 a los 18 a 24 meses de edad”. Aunque la alimentación complementaria no tiene por qué comenzar a los 6 meses de edad obligatoriamente, ya que dependerá de diversos factores y es que cada lactante es diferente al igual que su desarrollo y evolución. Para que un bebé pueda comenzar a comer alimentos, sobre todo, si van a ser sólidos, debe cumplir una serie de requisitos fundamentales como son:
- Mantenerse sentado erguido por sí solo sin la ayuda de un adulto.
- Coordinación mano-boca.
- Que haya perdido el reflejo de extrusión, esto es, un reflejo que tienen los bebés que como mecanismo de defensa para evitar el ahogamiento. Es decir, la expulsión de los alimentos no líquidos con la lengua.
- Que tenga interés por la comida.
Cómo organizar sus comidas fuera de casa
En primer lugar, cada familia deberá elegir qué método es el mejor para su bebé y con cual se siente más seguro y cómodo. Actualmente, son 3 los métodos más utilizados que son: los triturados, el método BLW (Baby Led Weanning) y el método BLISS (Baby Led Introduction to SolidS). “Selecciona la opción que sea más práctica para ti, la que te de más paz y te permita disfrutar de la mejor manera la comida en familia ”, recomienda la experta.
Las comidas fuera de casa también son otro de los hándicaps durante los primeros meses de alimentación complementaria. Los fines de semana, momentos o eventos en los que tengamos que comer con nuestro bebé en un restaurante , en casa de unos amigos, de los abuelos, cuando nos vamos de viaje… y no tengamos los elementos o utensilios que normalmente utiliza el bebé, la nutricionista infantil recomienda lo siguiente:
- Si vas a comer en un restaurante: “Si es posible, consulta los menús del restaurante que visitarán por adelantado, así podrás tener una idea de qué ofrecerle a tu bebé, o bien, preparar con tiempo su comida en casa”.
- Al alimentar a tu bebé, recuerda siempre asegurar que tenga la postura correcta para comer, que según la experta es: “Espalda recta, rodillas flexionadas a 90 grados, con sus codos por encima de la bandeja o de la mesa, idealmente con reposa pies. Las sillas para bebés en restaurantes en muchas ocasiones no son las mejores, si identificas que tu bebé no se siente cómodo o muestra inestabilidad, mejor aliméntalo en tu regazo”, recomienda la nutricionista.
- “Si tu bebé se alimenta solito, es normal que parte del proceso incluya muchos alimentos tirados al suelo o sobre la mesa. Se generoso con la propina para los camareros que amablemente limpiarán el área”. Y, sobre todo, no te olvides de llevar un babero, mejor para los primeros meses si es de los que son tipo chubasquero, para intentar que se manche lo menos posible.
Expectativas vs Realidad
Es normal que, durante los primeros meses de introducción a la alimentación alimentaria , e incluso más allá de los 12 meses, queramos que todas las preparaciones que coman nuestros peques sean caseras, hechas por mamá a ser posible y con los alimentos más sanos y saludables. Pero, a veces, nos creamos unas expectativas demasiado altas para después poder llegar a cumplirlas, y es que el día a día, el cansancio acumulado, las pocas energías que nos quedan al final de la jornada, entre otros muchos otros motivos, nos impiden poder estar siempre al 100% y cumplir con el menú y los cocinados que habíamos planeado hacerle a nuestro bebé.
No te culpes por ello porque eres humana y, sobre todo, eres una mamá que lo hace lo mejor posible. “La alimentación de nuestros bebés debe ser algo que disfrutemos, y como siempre digo e insisto, hay muchas maneras de hacerlo bien”, anima la experta. ¿Cuáles son sus recomendaciones en estos casos?
- Organizarnos, en la medida de lo posible, para que la mayoría de las comidas sean caseras y preparadas como nosotras queremos.
- Si las abuelas (u otro familiar) se ofrecen para ayudar con la comida, aceptar y disfrutar que tenemos ese apoyo. Decirles lo que queremos y lo que no queremos que coman nuestros bebés (azúcares, procesados, etc…), y pedir su apoyo para ofrecer al bebé solo aquello que nos da tranquilidad.
- Aprender a leer etiquetas para que en caso de tener que optar por una opción comercial, seleccionar la mejor para nuestro bebé.
- Planear con anticipación las salidas a restaurantes para seleccionar lugares en los que sabemos que habrá comida apta para nuestros bebés.