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Las redes sociales han sido toda una revolución para todos nosotros en general y, para los menores, en algo que les acompaña día a día desde bien pequeños. Tanto que se han convertido en todo un escollo para su ortografía . Los niños han reducido su escritura, ya no utilizan papel y lápiz, pero sí un lenguaje demasiado abreviado y un vocabulario muy simple. Desde los cuadernillos de escritura tradicionales hemos pasado a expresiones como WTF, OMG y Ola k ase. Y todos las entendemos. Esto es porque los jóvenes se han acostumbrado ya tanto al teléfono móvil que han conseguido adaptar sus palabras al lenguaje tecnológico y a escribir tal y como hablan. Ya no escriben bien.
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El motivo, además de que los jóvenes se encuentran cada vez más sumergidos en las redes sociales (el último informe de Qustodio refleja que pasan más de cuatro horas diarias conectados al mundo online), su tiempo de lectura de libros ha descendido este último año hasta en un 35% según el Barómetro de Hábitos de Lectura de 2021. Con la pandemia, se había conseguido remontar el número de españoles que abrían un libro, pero actualmente los datos han vuelto a caer.
Un hecho que debería preocuparnos mucho, porque las redes sociales han empeorado mucho la escritura de los menores, y como nos dicen Javier Arroyo y Daniel González de la Vega, fundadores de Smartick (una de las herramientas líderes en educación), “la ortografía es una de las patas de la educación y, para el desarrollo de la formación de los menores, es necesario cimentar una buena escritura, que les permita madurar académicamente y ampliar sus conocimientos”. Por tanto, la ortografía tiene una relación muy directa con cualquier ámbito formativo, por lo que es importante que tanto padres como educadores apuesten por cuidarla.
Fallos más comunes en la ortografía por el uso de las redes sociales
Es un hecho contrastado ya que las redes sociales y el uso de los teléfonos móviles para la mensajería instantánea provoca un empeoramiento de la ortografía, siendo los errores más frecuentes el olvido de tildes, la no utilización de comas y confundir palabras que contienen la letra H. Y esto es más grave de lo que piensas.
Ambos expertos señalan que “leer y escribir textos continuamente con errores gramaticales crea una representación inadecuada de las palabras y fomenta las faltas ortográficas de forma inevitable”. De hecho, aseguran, “a los niños les basta con leer entre seis y ocho veces una palabra para que pase a formar parte de su léxico”. Y el problema es que lo hacen muchas veces en las redes sociales, porque en casa no escriben y en el colegio mucho menos. Son los expertos y educadores los que dan la voz de alarma, siendo los errores ortográficos más comunes:
- Muchos de los niños confunden “a ver” con “haber”.
- Usan de forma incorrecta la letra H.
- Mezclan y confunden también “ahí”, “hay” y “ay”. De hecho, lo utilizan indistintamente.
- No saben cómo utilizar el “porque”, “por qué” y “porqué”.
- No utilizan casi nunca signos de puntuación y, de entre ellos, las comas son las grandes olvidadas.
- Las tildes, para muchos de ellos, no existen.
- Escriben los nombres propios en minúsculas.
- Confunden la letra B con la letra V.
Algunos de estos errores, bien es cierto, se han dado tradicionalmente entre los menores hasta que aprenden a escribir bien, pero otros han aumentado mucho o han repuntado con el uso de las redes sociales.
¿Cómo podemos solucionar estos errores?
Muchos de los problemas que hemos visto, nos dicen los dos expertos, “están muy arraigados en el vocabulario de los menores y no es sencillo solucionarlos a corto plazo”. Pero no hay que tirar la toalla, porque se pueden trabajar. Y cuanto antes, mejor, porque la escritura “potencia la creatividad de los menores, aumenta su capacidad de aprendizaje y ordena su razonamiento”. Por eso, no hay que perder tiempo. Para ello, nos recomiendan adquirir buenos hábitos educativos encaminados a mejorar la lingüística de los menores:
- Tener una rutina diaria de lectura , siendo obligatorio leer un rato cada día.
- Hacer ejercicios de ortografía, pero revisarlos también. De esta forma, repasando, se darán cuenta de sus errores.
- Realizar ejercicios generales de escritura libre, donde utilicen el vocabulario que ya tienen incorporado, para escribirlo correctamente.
- Generar situaciones reales de comunicación por escrito como, por ejemplo, pedirle que escriba una nota para el abuelo o una postal para algún familiar que viva lejos.
En definitiva, se trata de que utilicen más sus manos para escribir, incluyan la escritura en su día a día en casa y no solo en el colegio y lean mucho.