A largo plazo, llevar un peso excesivo en la mochila puede hacer que los niños o los adolescentes alcancen una talla más baja que la que les correspondería. Así lo advierte la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).
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“Los españoles hemos mejorado de talla porque ha mejorado la alimentación, pero también porque ha desaparecido el trabajo infantil. El trabajo infantil influía en que los niños llevaban una gran carga de peso con consecuencias en su talla”, recuerda la Dra. Helena Bascuñana, vicepresidenta de la SERMEF. “Ahora esta situación puede volver a producirse con el peso de las mochilas , que en algunos casos es muy elevado. A largo plazo, llevar mucho peso en la mochila puede provocar que el niño o el adolescente tenga una talla más baja que la que debería”, añade.
La mochila ideal para no causar daños
Para evitar complicaciones de salud, la experta aconseja que la carga de la mochila no supere el 15 % del peso total del menor que la lleve. Pero, además, son importantes otros factores a tener en cuenta en relación a la mochila:
- Deben ser acolchadas en la espalda.
- Han de incluir asas anchas.
- Es aconsejable un cinturón para abrocharse a la cintura.
Los niños o adolescentes deberían portar la mochila con las dos asas puestas y bien pegadas al cuerpo y no solo colgando de una.
Con respecto a las mochilas con ruedas, que podría parecer que liberan la espalda, esta es la opinión de la experta: “Las mochilas con ruedas hacen que los niños acaben levantándola con una sola mano y que la distribución de peso sea peor, con riesgo de generar dolor en la espalda”. Por eso, su recomendación es apostar por mochilas de asas con cinturón frente a las de ruedas.
Integrar el ejercicio físico en el día a día
Una de las consecuencias más evidentes del peso excesivo de la mochila es que el escolar se queja de dolores de espalda. Para evitarlo y para inculcarles hábitos de vida saludables, la Dra. Bascuñana recomienda que cada día los niños hagan ejercicio. El tiempo ideal son 60 minutos cada jornada, pero, si no fuera posible, al menos debería conseguirse tres veces por semana.
“Se debe tener en cuenta que a veces la actividad física se puede integrar en la vida diaria. No solo es hacer extraescolares deportivas. Una cosa es hacer deporte estructurado a la semana, como puede ser una extraescolar, y luego está la actividad física diaria”, destaca. Así, en esa actividad física del día a día que hay que promover entre los más pequeños están acciones como ir andando en lugar de hacerlo en vehículos, subir escaleras en vez de utilizar el ascensor... En definitiva, huir del sedentarismo que tantos problemas está causando entre la población.
10 pautas para evitar el dolor de espalda
Según el último informe anual del Sistema Nacional de Salud 2020-2021, más un 36,4% de la población de 15 años y más se declara sedentaria, lo que resulta perjudicial para la salud en general y para la espalda en particular. “Está demostrado científicamente que el ejercicio previene el dolor de espalda, acorta su duración y reduce el tiempo de recidiva, por lo que inculcar hábitos saludables desde la infancia es fundamental para disminuir el impacto de las dolencias de espalda entre la población a corto y largo plazo”, indica el Dr. Francisco Kovacs, de la Unidad de Espalda Kovacs del Hospital HLA Universitario Moncloa y director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE).
Para concienciar a los escolares entre 8 y 12 años de la importancia de cuidar esta parte de su cuerpo, el Tebeo de la Espalda recoge 10 claves para tener una espalda sana desde la época infantil. Son las siguientes:
- Mantenerse físicamente activo para no perder fuerza muscular.
- Realizar ejercicio habitualmente (así se desarrolla la fuerza y la coordinación de la musculatura).
- Elegir el ejercicio más motivante (cualquiera es mejor que ninguno y cuanto más, mejor).
- Cambiar de postura frecuentemente cuando se esté sentado (máximo cada 45-50 minutos). Y si se va a estar mucho tiempo leyendo, usar un atril.
- Situar la pantalla del ordenardor frente a los ojos (ni a la derecha ni a la izquierda), a la altura de la cabeza y no elevar los hombros al teclear.
- Usar un colchón de firmenza media y avisar a los padres si la espalda duele al dormir (mejor de lado o boca arriba).
- Transportar solo el material escolar necesario.
- No fumar (el tabaco aumenta la probabilidad de padecer dolor de espalda).
- Si hay dolor de espalda, comentarlo a los padres para acudir al médico, especialmente si dura más de 14 días o se repite.
- En caso de dolor de espalda, mantenerse todo lo activo que se pueda, evitando las actividades que desencadenen más dolor.