Cuando estás embarazada y se acerca el momento de dar a luz , lo más normal es que te pongas algo nerviosa y te surjan multitud de dudas, seas o no primeriza. Es un acontecimiento importante y que no controlamos. Por ello, lo más lógico y, además, recomendable, es preguntarlo todo. Una de esas preguntas que las matronas señalan como de las más comunes es la de las posturas más o menos recomendables para el parto , por si alguna puede ser perjudicial para tu bebé (dependiendo de cómo esté colocado) o por si pueden ayudarte a manejar el dolor.
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Si cerramos los ojos, la primera que nos viene a la cabeza es la más clásica de todas y las que vemos en la televisión, que tiene un nombre: litotomía. Sin embargo, no tiene por qué ser tu única opción ni ser obligada a adoptarla, existen otras opciones que son igual de válidas . Y aunque nos digan que esta es la más recomendable, ¿esto es cierto? Tu pregunta está completamente justificada. Hablamos con Saray Losarcos, enfermera materno-infantil, matrona y co-fundadora de Mis Matronas (@mis.matronas) para que nos explique en qué consiste y por qué no debes quedarte solo con ella.
¿Cual es la postura de litotomía?
De entre todas las posturas que existen para dar a luz (sí, hay varias), la de litotomía es aquella en la que la madre se encuentra recostada, con el tronco apoyado e inclinado, más o menos sostenido y, normalmente, con ambos pies colocados de forma elevada y a ambos lados del cuerpo.
Una postura, nos dice la matrona, “en la que la movilidad pélvica no resulta muy favorecedora”. Entonces, ¿por qué es la más común en nuestro país? Porque, nos dice, “tiene un punto positivo, el de permitir un descanso en la mujer cuando está agotada (siempre que ella se encuentre cómoda), pero no favorece el proceso de parto”. Y esto es así, nos explica, “toda la parte trasera de la pelvis en esta posición queda bloqueada, obstaculizando y comprimiendo las estructuras posteriores de la misma, pudiendo llegar a ocasionar más dolor y estrés materno”. Por ello, nos dice, en aquellas ocasiones en las que sea recomendable mantener esta postura (en el caso, por ejemplo, de una epidural), “es beneficioso colocar un objeto blando en la zona del sacro para permitir la movilidad y no obstaculizar la fase final de parto”.
La posición más recomendable la elige la mujer
La mejor posición en un parto vaginal normal, nos advierte la experta, “es aquella que la mujer necesita y pide”. Se recomienda, de hecho, que durante el parto ellas vayan adoptando la que les resulte más cómoda, “siempre que no se prevean complicaciones o la necesidad de manipulación”. Sin embargo, nos dice, “la utilización de anestesia epidural no tiene por qué condicionarte a un parto en litotomía o tumbada”. Actualmente, nos explica, “existen dosis y algunos tipos anestésicos que nos permiten mantener a la mujer con fuerza y movilidad necesaria como para mantenerse de pie y evitar el dolor”.
Si esto no fuese posible, existen otras variaciones, como las posiciones laterales que, además, nos ofrecen algunas ventajas en comparación con aquellas en las que se apoya la espalda (como la de recibir masajes, calor o presión en la zona lumbar para sobrellevar el dolor) y, de hecho, son compatibles con la anestesia epidural. Además, permiten “el descanso de la mujer que se utiliza como excusa en el caso de la litotomía, colocar asimétricamente las piernas y favorecer el encajamiento del bebé en la pelvis con modificaciones pélvicas, consiguiendo que las contracciones sean eficaces”.
Litotomía, la opción más común en España
En la actualidad, afortunadamente, nos dice, “nos estamos cuestionando muchas prácticas tradicionales y reorientando el papel principal del parto a la propia mujer, buscando su bienestar físico y psíquico”. Por ello, la postura de litotomía es la más común utilizada para el personal de obstetricia, porque se ha venido utilizando en los partos monitorizados y con la excusa de ser la más conveniente para la utilización de la anestesia epidural . Y, nos dice, “es cierto que, en ocasiones, estas dos razones son válidas para que se utilice esta posición, pero no siempre, hay muchas opciones”. Según los últimos estudios realizados, esta posición tiene ciertas ventajas, pero “cuando se prevé la manipulación del bebé, no en los partos vaginales normales”.
Por ello, lo importante es que las personas que acompañan el proceso de parto pongan a la mujer y su bienestar en el centro de todo esto, “con una comunicación efectiva entre el equipo y la mujer, animándola a exponer sus expectativas y necesidades”. Si una de estas necesidades es la de no utilizar esta postura, por las razones que sean, la mayoría de los profesionales “deben estar preparados para acompañar el aprto en diferentes posturas”. Por ello, aunque sea la más común, ni es la única ni debes ser forzada a ella.
Otras posturas para el momento del parto
De forma general, como hemos visto, se recomienda fomentar la elección personal de la posición para el momento del expulsivo, así como para el proceso general de parto. “El movimiento es clave durante todo el proceso”, nos dice la matrona, “observando qué hace la mujer de manera instintiva y natural”. Y, en cuanto a las posibles posiciones que pueden tomar a la hora de dar a luz, tenemos:
- En mujeres que no utilizan anestesia epidural, “la evidencia sugiere las posiciones verticales o laterales en el expulsivo, ya que se ha demostrado que esto reduce la necesidad de un parto vaginal asistido”.
- Para las mujeres que sí utilizan esa anestesia epidural, hay que fomentar la elección de posición personal, incluidas las posiciones erguidas siempre que sea posible. Aunque no podrían ser factibles en el caso de la epidural tradicional, “con dosis muy bajas y administrada como en la actualidad, si puede permitir esta elección”.
Y, por supuesto, siempre debe existir la posibilidad de cambiar la posición cuando sea necesario, “asegurando el control adecuado por parte del equipo médico y asegurando el bienestar de la futura mamá”.