Aristócrata, empresaria… y amante de las cosas bien hechas. Si alguien sabe plasmar sus gustos y personalidad a la hora de crear hogar, esa es Alejandra de Rojas. En esta ocasión, tenía clara la premisa de huir de los estereotipos, así que fue dicho y hecho. El nuevo dormitorio de su hijo, Pepe, que ha dejado de ser bebé para convertirse en un niño cargado de vitalidad, creatividad y optimismo, está lleno de nostálgicos detalles. Así lo muestra su pequeña remodelación, que Alejandra nos cuenta junto con alguna que otra anécdota más.
-¿Quién diseñó este espacio?
-Me puse en manos de Susana, de Piccolo Mondo, y de todo su maravilloso equipo. Sigo su trabajo desde hace años y, a parte de ser una gran profesional, tiene un gusto maravilloso… Ella entendió mi visión desde el primer minuto. Quería crear un ambiente con mucha luz, mezclando muebles antiguos que pertenecían a la familia con otros de madera hechos a medida. Elegimos juntas el maravilloso papel del mural, el color de las paredes, la tela de los almohadones, la distribución de los armarios y la cama con dosel. Cada detalle está cuidado al milímetro sin olvidar que se trata del cuarto de un niño.
“La transición del cuarto de bebé al de niño fue fácil gracias a que elegí muebles atemporales. El blanco predomina para dar luz y amplitud al espacio”
-¿Cuál es tu rincón favorito y por qué?
-La cama de Pepe, donde cada noche leemos un cuento, me acurruco a su lado para dormir la siesta y nos divertimos saltando en ella. La preside un antiguo retrato de niño de mi padre, y ver la imagen de mi hijo junto a la suya me llena de alegría.
-¿Cómo habéis adaptado el espacio a su nueva etapa de niño?
-La transición del cuarto de bebé al de niño fue fácil gracias a que elegí muebles atemporales. El blanco predomina para dar luz y amplitud; a ello le añadimos telas neutras en beis y verde que huyen de los estereotipos infantiles. El efecto es un cuarto de niño versátil que, a medida que vaya creciendo, se puede ir adaptando a su edad. El hecho de añadir detalles antiguos, como el sofá vintage de pana, los cuadros familiares y mesillas de mimbre, hacen que la habitación se funda con la decoración del resto de la casa.
-¿Hay algún mueble u objeto al que Pepe tenga especial cariño?
-Adora los coches vintage de su abuelo paterno. Aunque el paso del tiempo se ha llevado parte de la pintura, hay algo romántico en verle jugar con ellos. Se puede pasar horas colocándolos, organizando carreras o llevándolos en la mano. Es tal su pasión que alguna vez se ha quedado dormido con ellos.
“Pepe es un niño alegre, cercano y poco huidizo. Mi propósito es dotarle de las armas suficientes para enfrentarse a la vida”
-¿Qué nos puedes contar sobre Pepe?
-Es un niño alegre, cercano y poco huidizo. Al crecer entre el campo y la ciudad no es temeroso y suele hacer gala de cierta valentía ante cualquier obstáculo. Mi propósito es dotarle de las armas suficientes para enfrentarse a la vida.
-¿Y a vosotros cómo os cambió la vida el hecho de ser padres?
-Pepe es un torbellino de ilusión que lo llena todo. Su sonrisa, su voz suave y sus gestos, que tanto me recuerdan a mi madre, me alegran el día. Me ha hecho volver a valorar el momento presente y a vivir en el ahora. Los niños son un gran ejemplo de filosofía de vida. Estar con él y observarle es una valiosa meditación.