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beb reci n nacido en el momento del parto© AdobeStock

Bebés

¿Sabes qué es la llamada ‘hora de oro’ en los bebés prematuros?

La ‘hora de oro’ o también llamada ‘hora dorada’ en los prematuros hace referencia a sus primeros 60 minutos de vida, que son cruciales para su salud ya que durante este tiempo se lleva a cabo el protocolo necesario para minimizar complicaciones, reducir riesgos y disminuir las secuelas. Descubre la magnitud de su importancia.


23 de septiembre de 2022 - 16:12 CEST

“La ‘hora de oro’ hace referencia a los primeros 60 minutos en la vida de un recién nacido, cruciales para la adaptación y transición al medio extrauterino. Cada segundo cuenta, y dependiendo de la intervención y atención oportuna, realizada por el personal médico idóneo, se logra evitar muchas complicaciones futuras que van desde estancias prolongadas en unidad de cuidados intensivos hasta enfermedades crónicas resultado de una mala adaptación”, nos cuenta la Dra. Katia Mlayes Haddad, Pediatra Neonatóloga (@neo_tips).

Por su parte, el objetivo principal de esta práctica, aplicada a los  bebés prematuros , es mejorar su pronóstico y es que “todo paciente que nace con menos de 37 semanas de edad gestacional, se considera parte de esta población vulnerable, frágil, de alto riesgo, con mecanismos de adaptación limitados e inmadurez multi-orgánica, lo cual, los hace propensos a desarrollar enfermedades pulmonares, secuelas neurológicas por hemorragia intraventricular, retinopatía del prematuro, descompensación hemodinámica, infecciones, hipoglicemia, hipotermia, entre otras”, explica la doctora.

La también llamada ‘hora dorada’ ofrece a estos bebés una ventana de oportunidad para implementar todos los protocolos necesarios para minimizar complicaciones, reducir riesgos y disminuir las secuelas tanto a corto como a largo plazo. “En pocas palabras, la vida de un prematuro depende de la hora dorada”, afirma la Dra. Mlayes.

¿Qué se hace durante esa ‘hora dorada’?

Durante los primeros 60 minutos de vida los  cuidados del prematuro  se enfocan en mantener una “termorregulación óptima, control glucémico, asistencia cardiorrespiratoria, inicio de alimentación precoz y prevención de infecciones”, explica la doctora. Esto es así debido a que los bebés prematuros tienen una piel fina y delgada, muy poca grasa y los mecanismos de pérdida de calor aumentados lo que les puede llevar fácilmente a la hipotermia. “Aunque parezca increíble, las bajas temperaturas pueden generar dificultad respiratoria, hipertensión pulmonar e hipoglicemia. De manera que, uno de los pilares de la ‘hora de oro’ es mantener una adecuada termorregulación. Secar con compresas tibias, precalentar la incubadora, ajustar la temperatura ambiente entre 22 a 26 grados centígrados hacen parte de este proceso”, añade.

Por otro lado, el  pinzamiento de cordón tardío  también parece demostrar cada vez más beneficios para el pequeño en términos de estabilidad hemodinámica. Esto es así, puesto que de esta manera “se logra transferir al neonato entre 80 a 100 ml de sangre materna, lo cual evita hipotensión, mejora oxigenación y niveles de hemoglobina”, asegura la pediatra.

Otro de los problemas más comunes en los prematuros son los pulmonares, aunque solo el 1% requiere maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada, entre otras técnicas que se aplican en el caso de que el bebé nazca en parada cardiorespiratoria. Es muy común, por tanto, encontrar en estos bebés una serie de problemas derivados de la inmadurez pulmonar y un déficit de surfactante, sustancia que según la doctora “está demostrado que su aplicación oportuna mejora el pronóstico y morbimortalidad. El surfactante permite la expansión alveolar, entrada de aire a los pulmones e intercambio gaseoso, fundamentales para garantizar una buena oxigenación. A su vez, algunos podrán requerir soporte respiratorio y oxigeno suplementario”.

Por último, la nutrición y prevención de infecciones es primordial también a la hora hora de estabilizar a un recién nacido prematuro por ello, “el  inicio de lactancia materna  y/o nutrición endovenosa con dextrosa, aminoácidos y lípidos no se debe dejar de lado. Asimismo, la administración oportuna de antibióticos de primera línea en la primera hora de vida puede evitar una sepsis neonatal fatal”, advierte la Dra. Mlayes.

Mano de bebé agarrando dedo de su mamá© AdobeStock

Información básica para los padres

Los papás deben estar informados en todo momento de la realización de estos cuidados propios del prematuro así como explicarles todos los riesgos y posibles complicaciones que pueden acontecer y cómo se realizará esta gestión durante las primeras horas de vida. “Todo puede suceder y nadie lo sabrá hasta el momento del nacimiento, cada hora es crucial y el tratamiento en cada paciente dependerá de la gravedad, de manera que las intervenciones pueden ser muy dinámicas y variables. Establecer una relación médico paciente adecuada y una comunicación asertiva le permitirá a los padres sentirse más tranquilos, apoyados, con sus interrogantes solucionados ofreciéndoles confianza y seguridad en el proceso”, asegura la doctora.

Asimismo, existen una serie de cuidados en el prematuro que son básicos, una vez que el pequeño esté estable y fuera de peligro, para los cuáles es muy importante educar a los padres, según la pediatra:

  • Una ganancia de peso adecuada.
  • Tolerancia a la leche materna o de fórmula.
  • Mucho amor a través de la posición canguro, con la cual, no solo se proporciona calor con el contacto piel a piel, sino que a su vez, evita la apnea del prematuro.
  • Existen medidas valiosas instauradas en programas destinados a los cuidados del prematuro en los que se realiza un seguimiento multidisciplinario durante el primer año de vida que, no solo acompaña a los padres en la primera infancia, sino también se enfoca en  detectar patologías  propias de la edad como retinopatía del prematuro y retrasos en el neurodesarrollo.