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Bebés

Estos son los beneficios de la reflexología podal en los bebés

Darles un pequeño masaje en los pies puede, además de fortalecer el vínculo de apego entre vosotros, mejorar su estado de ánimo y salud


22 de septiembre de 2022 - 17:52 CEST

Desde los primeros días de un bebé,  el tacto es uno de sus sentidos clave . Ten en cuenta que  aún no ve con claridad  y su piel se convierte en un auténtico receptor de sensaciones. De ahí, por ejemplo, la importancia del contacto piel con piel en sus primeras horas de vida. Los beneficios de este contacto son muchos, tienen un impacto directo sobre el bebé y sobre toda la familia. Los masajes son parte de ese contacto y se convierten en una oportunidad única para tranquilizarlo y hacerlo sonreír, fortalecer, en definitiva,  vuestro vínculo de apego . Y los pies son una representación en miniatura de nuestro cuerpo, por lo que podemos empezar por aquí.

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Louise Gautier, enfermera y autora del libro Masajes para tu bebé (Zenith), nos dice que “la mayoría de los padres que conozco son conscientes de la importancia del contacto, tanto para establecer ese vínculo del que hablamos como para mantener una buena relación con su bebé, pero no se atreven a dar el paso”. Ese primer paso puede ser, precisamente, utilizar sus pies para conseguir obtener todos los beneficios que tiene un masaje. ¿Quieres saber cómo?

© Zenith

Reflexología podal para bebés, ¿cómo funciona?

La reflexología plantar busca, nos explica la experta, “activar las zonas y puntos reflejos que hay en los pies, que tienen más de siete mil terminaciones nerviosas que conectan, a su vez, con otras partes del cuerpo, además de con diferentes glándulas y órganos”. Y es que los pies, como nos confirma, “tienen una gran sensibilidad y, al masajearlos, podemos actuar sobre las hormonas que se producen en el cuerpo y que tienen un papel muy importante en la gestión de las emociones”. De ahí que sean una estupenda herramienta, en primer lugar, para tranquilizar a un bebé. Pero también, como nos dice, “puede aliviar ciertas dolencias que, precisamente, están conectadas a las emociones”. ¿Un ejemplo?  Los problemas del sueño o la ansiedad .

En resumen, nos dice, son tres las ventajas principales que tiene esta reflexología emocional para los bebés:

  • Ayudar en la gestión de las emociones.
  • Aliviar ciertas dolencias, como pueden ser los cólicos del lactante o los dolores asociados a la dentición.
  • Ayudar a que sepan regular mejor las energías y las toxinas.

Los resultados se verán enseguida y “tu bebé encontrará el equilibrio físico y emocional que necesita, sus emociones se liberarán y se producirá una disminución de sus afecciones y una calma generalizada y duradera”, nos explica la experta. Pero hay que ir con calma, no tener prisa. Por ello, y para respetar el protocolo de reflexología plantar, “hay que empezar cada sesión con una toma de contacto previa, despertando los receptores sensoriales del bebé”. Una vez realizada esa toma de contacto, el masaje debe encadenar “dos o tres protocolos siempre según las necesidades del bebé”.

Para esta toma de contacto, con delicadeza, nos explica, “debemos coger los dos pies a la vez con toda la mano y empezar a masajearlos con suavidad”. Pero antes, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones.

Consejos para la práctica de la reflexología en bebés

Para que estos masajes en los pies de un bebé tengan el resultado deseado, debemos saber que existe una preparación previa que la autora nos explica:

  • En primer lugar, hay que preparar el espacio en el que le daremos el masaje a nuestro bebé. Un lugar a buena temperatura, que nos guste a los dos y con una luz tenue.
  • Es aconsejable poner un poco de música suave y relajante.
  • Ten a mano siempre una manta, por si se queda algo frío.
  • Durante el masaje, es importante hablar a nuestro bebé, explicándole en todo momento qué estamos haciendo y por qué. En el caso de los bebés, nos dice la experta, “es fundamental verbalizar bien todos los gestos, con un lenguaje adaptado y manteniendo siempre el contacto visual”.
  • Por último, nos dice, “en función de la edad de nuestro bebé, el masaje se puede realizar tumbado boca arriba o sentado”. De hecho, para eliminar el riesgo de caída, lo mejor es colocarse en el suelo o encima de un colchón.

¿Qué masajes podemos darle a un bebé en los pies?

Hay multitud de masajes asociados a esta práctica, “a los que llamamos protocolos”, y que tienen gran resultado. Lo importante es hacerlos bien. Por lo general, primero se hacen en un pie y después en el otro, de forma completa. No vale con dejar uno a mitad y pasar, sin más, al otro. Entre los masajes más sencillos, nos enumera y explica un poco la autora, estarían los siguientes:

  • La primera toma de contacto: masajear al principio del plexo solar con círculos pequeños la punta de la flecha que dibujas las líneas del pie e ir hacia abajo.
  • Protocolo de relajación, que encadena los gestos en el pie derecho antes de pasar al izquierdo. Se hace con los dedos de las manos cruzados detrás del pie y los pulgares sobre la planta, haciendo movimientos como de tijeras, cruzando y descruzando mientras se va descendiendo.
  • Movimiento de las espigas. Con las manos colocadas igual que en el caso anterior, ahora se van dibujando en la planta del pie pequeñas espigas, es decir, paréntesis invertidos; de arriba hacia abajo primero y, después, al revés.
  • La lluvia. Igual que en el caso anterior, pero haciendo pequeños movimientos hacia abajo, como si cayesen pequeñas gotas.
  • Al margen de estos masajes relajantes, nos explica,  hay uno muy bueno para aliviar los dolores asociados a la dentición . Para realizarlo, “debemos saber que los dedos corresponden: el pulgar, con la boca en sí, y los demás dedos con los dientes”. El masaje se realiza sobre cada uno de ellos, con movimientos de oruga desde el interior hacia el exterior.