Una familia feliz se construye con sonrisas mañaneras, amor, respeto y mucha confianza. En el caso de Grace Villarreal, hija de un pastor protestante y la mayor de tres hermanos, la religión es el firme sobre el que se asientan esos pilares. Con 33 años tiene tres hijos, Violetta (9), Allegra (7) y Luca (3). Empresaria junto a su marido, Jacob Henson, creadora de contenido para marcas e influencer, Grace es distinta porque conoce la meta. “Las redes son una forma de comunicar esperanza y alegría, no solo es un trabajo”, nos cuenta.
Charlamos con ella a la hora de la siesta, aunque no se pudo evitar alguna interrupción para que mamá viera cómo Allegra hacía el pino y, minutos más tarde, cómo Luca saltaba con una pelota de pilates. ¡Diversión asegurada!
“Con tres niños, funciona tener horarios estructurados. Mi rol principal ahora mismo es el de ser madre, así que trabajo de 9 a 5 y después intento aparcar el móvil”
-Te casaste con 20, con 33 eres empresaria, influencer y tienes tres hijos. ¿Cómo es tu día a día?
- En un día normal con cole, lo que me funciona es tener horarios estructurados. Mi rol principal es ser madre. De 9 a 5 trabajo y tengo reuniones, ya sea por la marca de moda que cree con mi hermana, Vila Concept, o por proyectos con marcas. Si hay evento, hago una excepción, claro. Cuando llegan los niños del colegio dejo el móvil e intento no trabajar. Lo que surge en redes fuera de horario lo hago de manera orgánica según mi tiempo y disponibilidad.
- A través de tus redes transmites energía, optimismo y realidad. ¿La felicidad nace o se hace?
-Mi vida ha sido construida con unos pilares que forman mi identidad. Cuando empecé en YouTube, no solo lo vi como algo que me inspiraba, sino como una forma de cumplir mi propósito en la vida, que no es otro que comunicar esperanza y alegría. Pero no soy especial. El sueño también es que eso se pudiera convertir en un trabajo.
-Jacob, tu marido, es músico y también crea contenido, ¿os pedís consejo?
-Cuando empecé a tener más visibilidad, él comenzó a ayudarme con la dirección creativa y la producción. Siempre me dice: “Tienes que estar mejor organizada”. ¡Y eso que lo soy!
-¿Qué crees que buscan las marcas en ti?
-Quieren que comunique con la misma naturalidad con la que vivo, por eso suelen ser marcas que conozco y consumo... Y si no es así, siempre pido ver el producto antes de cerrar ningún acuerdo.
“Ahora soy muy niñera, pero nunca lo fui hasta tener mis propios hijos. Violetta es protectora, Allegra es la alegría de la casa y luca llegó en un momento difícil para darnos luz”
-¿Cómo pones límite a la parte negativa de las redes sociales?
-Utilizando el mismo argumento que les transmito a mis hijos: solo importa la opinión de la familia y de la gente que te quiere.
-¿Cómo son tus hijos?
-Violetta (9) es responsable y dulce, muy protectora con sus hermanos; Allegra (7) es la alegría de la casa, no tiene filtro, tiene personalidad de mediana, y Luca (3) llegó en un momento difícil en mi familia y su nombre significa Ser de luz. Nos llegó para eso, para darnos luz.
-¿Qué planes os gusta hacer juntos?
-Hacemos citas de 5 los viernes por la noche. Lo llamamos ‘noche de fiestita’ y nos encanta. Peli, cena y palomitas. Nos disfrutamos mucho y soy muy niñera. Ojo, nunca lo he sido hasta que tuve hijos. Ahora disfruto de los míos y de los que no son míos.
-¿Es el salón la zona más concurrida?
-La cocina también, Jacob cocina mucho con los niños.
“En las redes vi una forma de cumplir mi propósito en la vida: comunicar esperanza y alegría. El sueño es que se convirtiera también en un trabajo”
-¿La decoración es cosa tuya?
-Sí, absolutamente. Me gusta todo blanco, funcional, pero contando nuestra historia con alguna pieza vintage. Esta casa tiene nuestra personalidad, un poco loca a veces...
-Suponemos que queda poco tiempo para el autocuidado...
-Muy poco, pero lo busco. Hago pilates y escucho audiolibros de historia y ficción. A Jacob y a mí nos encanta ir a restaurantes auténticos de cocina internacional. La última vez terminamos en un etíope comiendo con la mano. Es nuestro momento y nos recuerda aventuras que vivimos juntos viajando y trabajando antes de tener a los niños.
-¿Qué vivencias o recuerdos de tu infancia quieres repetir y que vivan también tus hijos?
-Mi padre es pastor protestante. Cuando yo tenía 14 años se tomó un año sabático y nos fuimos a México a vivir. Me encantaría hacer lo mismo por un tiempo y abrirles la mente. No hemos sido nómadas, pero movernos sin límites nos ha hecho las personas que somos. Viajar y vivir en otros lugares te hace ver el mundo y a las personas de otra forma.