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as es la visi n del beb durante su primer a o de vida © Istock

Bebés

Así es la visión de un bebé durante su primer año

La vista es el sentido que utilizamos para movernos y aprender. Por ello, conocer su desarrollo en los primeros meses de vida es fundamental, así como las pautas para estimularlo.


7 de septiembre de 2022 - 10:32 CEST

La vista, aunque cuando nacemos no la tenemos del todo desarrollada,  se acaba convirtiendo en el sentido predominante  y el que utilizamos, durante la infancia, para aprender. Son casi diez años los que tardamos en adquirir la agilidad visual que finalmente tendremos y, a medida que vamos creciendo, conseguimos una serie de hitos con respecto a ella. Aunque todo depende del desarrollo del propio bebé, los estímulos que le propongamos en estas primeras etapas son también fundamentales. Por tanto, es importante saber cómo es la visión de un recién nacido, cómo evoluciona y qué podemos hacer para estimularla correctamente.

¿Cómo ve un recién nacido?

Cuando un bebé nace, su capacidad visual es bastante baja. Se estimula cuando se produce un alto contraste en distancias muy cortas, entre los 20 cm y los 40 cm, y a penas aprecian detalles. En realidad, podemos decir que un recién nacido no ve cuando llega al mundo, sino que aprende a hacerlo con la llegada de la luz. En este momento, consigue percibir el movimiento de su entorno y la variedad de estímulos que recibe. Así, un bebé que acaba de nacer,  lo que es capaz de hacer es reaccionar a la luz, sin otra habilidad que no sea responder a las luces y a las sombras . La visión irá construyéndose en los próximos doce meses.

Y es que, cuando hablamos de ver, no podemos referirnos simplemente a discriminar un pequeño detalle a cierta distancia, sino que es un mecanismo mucho más complejo: hay que discriminar el movimiento y los gestos faciales, reconociendo las caras de quienes nos rodean, además de identificar colores, matices y coordinar ambos ojos para enfocar, ser capaces de encontrar un objeto y orientarnos en el espacio. Todo esto es aprendizaje y requiere cierto tiempo, pero durante el primer año cada gesto es fundamental para la organización de su sistema visual.

Primera etapa de la visión: desde el nacimiento hasta las 8 semanas

En estas primeras semanas, el recién nacido necesita, sobre todo, estabilizar la mirada; es decir, mantenerla fija. Por tanto, el objetivo de los primeros estímulos debe ser precisamente la estabilización. Una tarea sencilla si pensamos que, en los primeros días, es el propio bebé el que necesita asociar la cara de su madre con la voz (que es lo que ya reconoce) para identificarla. Por ello, es importante que, al hablarle, le miremos y gesticulemos.

Además, el uso de patrones de alto contraste ( por ejemplo, objetos en blanco y negro ), nos ayudará a que el bebé fije la mirada de los tres segundos iniciales a los diez segundos. Cumplidas ya las seis semanas, un bebé debería ser capaz de dominar el contacto visual estable, al menos, con sus padres.

Segunda etapa de la visión: entre 2 y 4 meses

Este es el momento en el que el bebé comienza a controlar el movimiento y a realizar un seguimiento de los objetos. Es el resultado de la etapa anterior, en la que ha debido existir una buena estabilización de la mirada. Para que pueda seguir con los ojos cualquier estímulo, el movimiento debe ser lento, ya que si son demasiado rápidos, perderá el interés y apartará la mirada.

¿Qué podemos hacer en esta etapa? Seguir gesticulando con nuestra cara al hablarle, pues ya serán capaces de dar diferentes respuestas si las caras que le observan son sonrientes o inexpresivas,  además de comenzar a usar sonajeros , pues el ruido les estimula para llevar la mirada tras ellos. Y trabajar el movimiento horizontal y vertical de los ojos.

Tercera etapa de la visión: de los 4 meses a los 8 meses

Nuestro bebé ya es consciente de que el mundo es tridimensional, que hay profundidad y que puede usar sus manos para alcanzar objetos. Por ello, a partir de esta edad los bebés muestran un cambio de fijación en los objetos y el movimiento de sus brazos está medido, en gran parte, por su visión. Lo que ven es lo que quieren tocar y, para tocarlo, mueven sus manitas y sus brazos. La precisión de ese movimiento se irá adquiriendo poco a poco.

Cuarta etapa de la visión: desde los 9 meses hasta el año

Por último, aunque la visión seguirá su desarrollo hasta, aproximadamente, los 8 o 10 años de edad, este es el momento en el que el bebé ya observa el mundo de forma global y comienza a sentir interés por los pequeños detalles, los percibe. De hecho, la visión en detalle toma el control porque es la que más necesitan para poder entablar una relación o realizar una acción con el objeto que les resulte interesante en un momento u otro.

Además, en esta etapa es cuando el bebé comienza a estar más erguido, lo que supone una activación de su visión periférica, con la que consiguen darse cuenta de que, aparte del objeto en el que han fijado su mirada, hay más cosas a su alrededor.

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