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Embarazo

Embarazo tras una conización, ¿qué debes saber?

La conización es una intervención que se realiza en el cuello del útero cuando hay una lesión premaligna, como el virus del papiloma humano. Pero ¿afecta de algún modo al embarazo y al parto posterior? ¿Hay que tener alguna precaución especial?


5 de septiembre de 2022 - 13:54 CEST

El VPH (virus del papiloma humano) es  la infección de transmisión sexual más frecuente.  Es una enfermedad que se adquiere al tener relaciones sexuales. En muchos casos, el virus permanece latente durante años, pero en otros sí se manifiesta, pudiendo avanzar hacia lesiones premalignas o incluso hacia cáncer. Cuando se descubren estas alteraciones precancerosas, la mujer es sometida a una conización de cuello de útero.

Para saber cómo influye la intervención en la posibilidad de embarazo, hemos preguntado a la Dra. Isabel Gippini, ginecóloga y responsable de la Unidad de la Mujer de Grupo Recoletas.

¿Cómo se lleva a cabo la conización?

La conización tiene el objetivo de eliminar las lesiones premalignas que pueden aparecer en el cuello del útero a consecuencia de una infección persistente por el virus del papiloma humano (VPH).

“La técnica utilizada es mínimamente invasiva y se realiza de manera ambulatoria con anestesia”, explica la experta. “Consiste en la extirpación en forma cónica de la parte externa del cuello del útero o exocérvix (base del cono) y una parte interna correspondiente al canal o endocérvix (base del cono”, detalla.

¿Puede tener alguna repercusión sobre la fertilidad?

La conización puede provocar un estrechamiento del canal del cuello del útero, lo que puede conllevar dificultades en la menstruación o problemas para conseguir el embarazo. Pero, afortunadamente, esto es algo excepcional. Lo habitual es que no se produzca. Tampoco está demostrado que la conización tenga ningún efecto sobre la vida sexual.

 “En cuanto a los abortos y partos prematuros, el efecto de la conización es controvertido,  ya que de por sí son frecuentes en la población general de embarazadas no sometidas a conización”, apunta la Dra. Isabel Gippini. Además, “pueden estar relacionados con los factores que se asocian a la patología que se trata con la conización como la infección por el virus del papiloma humano, el tabaquismo u otros como la vaginosis bacteriana”, destaca.

Embarazo y conización© AdobeStock

¿Hay que esperar para buscar el embarazo tras la conización?

Por lo general, la recomendación básica es que tras haberse sometido a una conización cervical la mujer espere, al menos, unos tres meses para buscar el embarazo. Pero estos plazos pueden variar en función de la evolución del proceso.

Algunas mujeres tienen que someterse a varias conizaciones a lo largo de su vida porque haya reaparecido la alteración o a conizaciones más amplias para reparar la lesión. Aun así, es posible lograr el embarazo y tener un hijo sano, aunque sí puede haber en este caso un riesgo algo más ampliado de abortos en el segundo trimestre o de partos prematuros, debido al debilitamiento del cuello del útero.

¿Cómo son el embarazo y el parto tras una conización?

El seguimiento del embarazo tras una conización es el mismo que en un embarazo normal, salvo que “estaría indicada la medición del cuello del útero por vía transvaginal de forma seriada para prevenir los partos prematuros”, comenta la ginecóloga de Grupo Recoletas. Hay que tener en cuenta que cuando el cuello del útero se acorta antes del final del embarazo hay un mayor riesgo de parto prematuro, “tanto si la paciente ha sido conizada como si no”.

Cuando las mediciones observan que existe ese acortamiento del cuello del útero,  “hay que valorar la realización de un cerclaje  (punto de sutura que cierra el cuello del útero) o el tratamiento con progesterona”, advierte la Dra. Gippini.

En relación al parto tras haber sido sometida a una conización, este puede ser tanto por vía vaginal como mediante cesárea. Es decir, la intervención no obliga ni precide cómo será el nacimiento del bebé. “Será la propia evolución del embarazo o del parto la que, como en cualquier otra gestante, nos indique el procedimiento más seguro tanto para la madre como para el bebé”, comenta la especialista.

En mujeres sometidas a varias conizaciones, el seguimiento del embarazo se hace de la misma forma, midiendo el cuello uterino de forma reglada y con la posibilidad de aplicar un cerclaje o medicar con progesterona si fuese preciso.

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