ni o con manchita roja en la tripa hemangioma© AdobeStock

Salud

¿Qué son los hemangiomas infantiles y cómo se tratan?

Los hemangiomas infantiles son tumores en su mayoría benignos que, normalmente, aparecen durante el primer mes de vida y que involucionan de forma gradual con el paso de los años. ¿Cuándo necesitan ser tratados?


1 de septiembre de 2022 - 13:27 CEST

Los hemangiomas son vasos de sangre acumulados en la piel del bebé que suelen ser muy característicos por su aspecto en forma de manchas (de mayor o menor tamaño) de color rojo.

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Los expertos aseguran que la mayoría son benignos y, además, muy comunes en la infancia, aunque en cualquier caso, siempre deben ser valorados por un pediatra o un dermatólogo pediátrico con el fin de ofrecer un seguimiento y terapia correctos para cada caso. “Los hemangiomas son los tumores de partes blandas más frecuentes en la infancia. Surgen por un crecimiento anormal de células endoteliales (las células que forman los vasos sanguíneos). Su aparición no se puede prevenir, aunque han sido relacionados con bajo peso al nacer,  prematuridad , fetos sometidos a biopsias coriónicas y son más frecuentes en el sexo femenino (3:1)”, nos cuentan el Dr. Francisco Recio, pediatra de Atención Primaria en la Comunidad de Madrid y divulgador en pediatría en su cuenta @frpediatria y el Dr. Juan Jiménez Cahué, dermatólogo en el Hospital Ramón y Cajal y en Grupo Pedro Jaén, y divulgador científico en @drcauhederma.

“La mayoría de hemangiomas (60%) se localizan en la cabeza y en el cuello y suelen ser superficiales, sin llegar a producir ningún problema. A nivel local debemos fijarnos si se producen ulceraciones, sangrados, infecciones o hundimientos que puedan dejar cicatrices estéticas a largo plazo. Sólo aquellos hemangiomas de gran tamaño, segmentario o asociados a síndrome, pueden requerir un abordaje más multidisciplinar”, nos explican los doctores.

Cuál es el origen de los hemangiomas infantiles

Los hemangiomas aparecen después del nacimiento, es decir, durante el primer mes   de vida, y aproximadamente, lo tienen entre el 4 y le 5% de los bebés. Su fase de crecimiento suele ser más rápida mientras que su desaparición o disminución es más gradual. “La mayoría de los hemangiomas infantiles no son congénitos (desde el nacimiento) sino que suelen empezar a desarrollarse o a hacerse visibles en las primeras semanas de vida. De hecho, es importante diferenciar a los hemangiomas de las malformaciones vasculares que sí son congénitas”, aclaran los expertos.

Incluso, su aparición también puede deberse a una lesión previa como una  mancha blanquecina o azulada  que, según los doctores, ocurre en el 30% de los casos. Normalmente, “su crecimiento es variable y dependerá de cuánto dure cada fase de su desarrollo”. Existen tres fases en el desarrollo de un hemangioma infantil, que según indican los doctores son:

  1. Fase proliferativa o de crecimiento.
  2. Fase de estabilidad.
  3. Fase involutiva, en la que la lesión disminuye de tamaño y la lesión se convierte en tejido fibroadiposo.

Y añaden: “Es importante especificar que ‘involución’ no quiere decir desaparición sin dejar huella y que pueden tardar en involucionar hasta los 10-12 años”.

Y, ¿qué ocurre con el tamaño de los hemangiomas?, ya que se suele tender a pensar que cuanto más grandes son más preocupante puede ser su evolución. Para contestarnos a esta pregunta los doctores nos explican que los hemangiomas son tumores heterogéneos y existen dos formas: según su profundidad y según su distribución superficial. “A mayor profundidad y mayor extensión suelen requerir más estudios para descartar otras enfermedades asociadas. Otro factor importante, a parte del tamaño y la profundidad, es la localización. Los hemangiomas segmentarios localizados en cabeza, cuello o región lumbosacra tienen más probabilidad (hasta un 30%) de tener asociadas alteraciones más profundas. Existen dos síndromes raros, conocidos por sus siglas en inglés: PHACES y PELVIS, típicamente asociados con hemangiomas infantiles y otras malformaciones”, señalan.

Si el pediatra o el dermatólogo sospechan que el hemangioma puede tener otras lesiones asociadas “cursará una derivación hospitalaria para realizar otros estudios complementarios como ecocardiografía, resonancia magnética, biopsia cutánea...”.

Bebé en brazos del doctor© AdobeStock

Cuál es el tratamiento de los hemangiomas infantiles

Como apuntaban anteriormente los doctores, ante la gran variedad de hemangiomas es importante realizar un tratamiento individualizado aunque, normalmente, la mayoría de las lesiones suelen involucionar. Pero, “existe consenso para el tratamiento precoz, sobre todo, en aquellos hemangiomas de peor localización (párpados, orejas o labios) que pueden llegar a causar repercusiones funcionales o estéticas”, argumentan. “Las opciones terapéuticas más utilizadas son el timolol tópico (para lesiones pequeñas y superficiales) y el propranolol oral (para lesiones más extensas). Para utilizar el segundo es necesario realizar una ecocardiografía previa para descartar problemas cardíacos y administrar la primera dosis en el hospital para comprobar la tolerancia y la aparición de efectos secundarios”, advierten.

Cabe mencionar que el seguimiento de estos tratamientos puede realizarlo el pediatra de Atención Primaria, quien decidirá, incluso, un aumento de la dosis en caso de que sea necesario. Por último, si estos tratamientos no fueran efectivos “puede optarse por utilizar láser y, en casos muy extremos cirugía para extirpar la lesión”, concluyen.

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