Cuando una persona es zurda normalmente lo asociamos a que escribe con la mano izquierda, pero, en realidad, utilizan su parte izquierda del cuerpo para todo, es decir, también son zurdas de pie, de ojo, de oído… Aunque no siempre tiene por qué ser así ya que puede, por ejemplo, escribir con la derecha y patear el balón con la izquierda, pero siempre tendrá preferencia por uno de los lados. Esto se conoce como lateralidad.
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¿Qué lo define? El cerebro , puesto que todos lo tenemos dividido en dos hemisferios y siempre hay uno que, según se dice, es el dominante. Utilizar una mano u otra dependerá del hemisferio del cerebro que sea el dominante, por tanto, si es el izquierdo la persona será diestra y si es el derecho, zurda. Y, es importante saber que los bebés no tienen una preferencia lateral definida antes de los 3 o 4 años, edad en la que se puede ya definir dicha preferencia.
¿Por qué ser zurdo se considera algo especial? Pues porque este rasgo lo tiene tan solo un 10% de la población aproximadamente y, podríamos decir que la vida está hecha para diestros ya que son los zurdos los que tienen que adaptarse en muchas situaciones.
“Según algunos estudios, la genética parece tener un papel importante en el hecho de ser zurdo, aunque no hay un modelo genético claro que explique la herencia de este rasgo. Si un niño tiene ambos progenitores zurdos, tiene más probabilidades de serlo. Aunque también el componente ambiental durante la gestación parece influir, sin tener tampoco claro cuáles pueden ser los factores implicados“, nos cuenta la Dra. Celeste Pedregal Solano, pediatra (@tupediatraceleste). Y, continúa explicándonos que “a partir de los 2 años podemos intuir la preferencia de un lado u otro, al verlo coger la cuchara, dar una patada a un balón o al coger su biberón. Aunque no será hasta los 3-4 años cuando esté mucho mejor definido”.
Pero, hay que aclarar que, si en un menor de 2 años se observa una llamativa preferencia por la movilidad de un brazo o una pierna, “esto debe ser valorado por su pediatra por si hubiese otro problema subyacente”, advierte.
¿Cuáles son los mayores problemas para un zurdo?
Los mayores problemas que se les presentan a las personas zurdas se dan en la época escolar. Si tenemos un hijo que es zurdo, probablemente, tendrá alguna que otra dificultad en el colegio con la lectoescritura. Y es que, según afirman estudios relacionados, los niños zurdos suelen tener más inconvenientes a la hora de escribir, son más lentos en la comprensión lectora, tienen un menor razonamiento matemático y su atención en clase es menor.
“Suelen tener problemas con las letras espejo (“p” y “q”, “b” y “d”) así como dificultades con la escritura en general ya que la forma normal de escribir es de izquierda a derecha y, para ellos, su forma natural sería al contrario. Además, suelen tener posturas anómalas a la hora de coger el lápiz y postura anómala de la espalda y el hombro, en un intento de poder ver lo que van escribiendo para no taparse con su propia mano. Suelen tener una peor grafía. También se puede ver afectada la organización espacial, así como la estructuración espacio-temporal”, nos explica la pediatra.
¿Cómo ayudar a estos peques?
Son niños completamente normales y con capacidades intelectuales iguales a las de sus compañeros diestros, lo único que les diferencia, sobre todo, durante la infancia, es el hándicap de la lateralidad con preferencia izquierda. Por tanto, son peques a los que debemos ayudar en todo lo posible tanto en casa como en el colegio. Según nos cuenta la pediatra: “La premisa principal es respetar el hecho de que tu hijo sea zurdo, no hay que forzarlo para que use la otra mano como antiguamente se hacía”. Y nos da una serie de consejos básicos para llevar a cabo:
- Cuando quieras mostrarle cómo se hace algo, ponte enfrente, no al lado, para que te vea como si fuese un espejo.
- Facilítale material escolarpara zurdos: sacapuntas, tijeras, libretas, cuchillos, ratón para el ordenador…
- Cuando se siente a la mesa colócalo en la esquina donde su brazo izquierdo quede hacia afuera y no se vaya chocando con el resto de comensales.
- En el colegio, si tiene compañero, colocarlo en el lado izquierdo del pupitre para no entorpecer la escritura uno de otro.
- También es recomendable colocarlo en el aula en el sitio donde mejor visión se tenga desde el lado izquierdo.
Y, sobre todo, la doctora recalca que “nunca debemos pensar que pueda ser poco habilidoso porque no sabe usar algo; hay que ponerse en su lugar . Mi hija es zurda y hasta que no he vivido la experiencia con ella, por ejemplo, no me había dado cuenta de que no es que fuese menos habilidosa con las tijeras, es que tenia unas que no eran para zurdos. Compramos una para zurdos y yo intenté cortar con ellas una línea, y entonces la no habilidosa era yo”.
Además, los expertos aseguran que es importante que desde que notemos en el niño una preferencia por el lado izquierdo se trabaje la psicomotricidad del pequeño (antes de que comience a escribir), para ayudarle a mejorar su orientación espacial y definir por completo su lateralidad.