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El aborto en el primer trimestre de embarazo es más común de lo que se piensa. De hecho, muchos de ellos pasan totalmente inadvertidos y la mujer ni siquiera llega a saber que estaba embarazada. Así, la pérdida gestacional precoz, la que ocurre en esos tres primeros meses de embarazo , se cifra en una de cada cinco gestaciones.
Así lo apunta la Dra. Lorena Serrano, ginecóloga y obstetra en el Insituto Catalán de Salud y divulgadora sobre Ginecología en su cuenta de Instagram @hello.gyn. A ella le hemos preguntado cómo afrontar un nuevo embarazo.
Una recuperación física y emocional
“Normalmente solemos recomendar esperar una regla normal para buscar un nuevo embarazo”, explica la experta. Es la manera de asegurarse de que con la menstruación se evacúan posibles restos que pudieran quedar “y que el endometrio se regenera y se prepara más favorablemente para la implantación de un nuevo embarazo”, apunta.
Esta pauta se aplica tanto si el aborto ha sido espontáneo o farmacológico y ha sido necesario realizar un legrado. No obstante, si ha habido complicaciones de algún tipo, el tiempo se ajustará a las mismas.
Pero la recuperación no es solo física. De hecho, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que la mujer aguarde hasta seis meses tras el aborto para que esté bien anímicamente. Se trata de una situación que habrá que valorar individualmente en cada caso. Habrá mujeres que lo puedan superar más rápido y otras que necesiten más tiempo y más apoyo.
Si bien hace un tiempo el aborto y la muerte perinatal eran realidades muy silenciadas, afortunadamente ahora hay mucha más conciencia social de las implicaciones que tienen para la mujer y se visibiliza el dolor y el estado por el que pasa la madre cuyo embarazo no ha continuado. En ocasiones se necesitará asistencia profesional para superarlo y hay algunos grupos de apoyo formados por personas que han pasado por lo mismo que también pueden resultar de ayuda.
¿Puede afectar el aborto al nuevo embarazo?
Hay un dicho popular que asegura: “Mujer legrada, al año parida”. No hay evidencia científica de que esto sea así, pero sí de lo contrario: haber tenido una aborto no dificulta una nueva gestación. “Las posibilidades de embarazo tras realizar un legado por una pérdida gestacional no se ven afectadas”, comenta la Dra. Lorena Serrano.
Sin embargo, en caso de legrados múltiples podría aparecer el denominado síndrome de Asherman, por el cual se forman cicatrices en la cavidad uterina que podrían afectar de forma negativa a la consecución de un nuevo embarazo.
Eso sí, la mujer que ha sufrido un aborto y que quiere buscar de nuevo un bebé deberá seguir un estilo de vida saludable, evitando alcohol y tabaco, y empezar con la toma de “suplementos prenatales como el ácido fólico”. Al igual que se recomienda en cualquier otra situación, cuando se está buscando el embarazo hay que actuar, en relación a tóxicos y otras precauciones, como si ya se estuviera embarazada.
¿Cuándo conviene hacer un estudio de las causas del aborto?
En la mayoría de las ocasiones se desconoce la causa del aborto, aunque lo mas común es que se produzca por alteraciones cromosómicas. “Generalmente no se recomienda hacer otros estudios, excepto en aquellos casos en los que se han producido más de dos pérdidas gestacionales, en cuyo caso hablamos de abortos de repetición”, advierte la ginecóloga y obstetra.
En este caso en que haya abortos de repetición sí está aconsejado llevar a cabo un estudio en profundidad para intentar determinar la causa de que la gestación no continúe. Así, se buscan “alteraciones como el síndrome fosfolipídico (que ocurre en el 10-15% de los casos) o causas genéticas, enfermedades autoinmunes, malformaciones uterinas, trombofilias o alteraciones endocrinas”, detalla la Dra. Serrano.
Una vez determinado el problema se puede actuar sobre él para intentar evitar que vuelva a haber nuevos abortos y el embarazo pueda continuar su curso de forma normal hasta el nacimiento del bebé.
