El Duque y la Duquesa de Cambridge acaban de confirmar que tanto el Príncipe George, de nueve años, como la Princesa Charlotte, de siete, y el Príncipe Louis, de cuadro, acudirán al Colegio Lambrook este próximo curso. Ambos anunciaban su agradecimiento a la escuela Thomas’s Battersea, a la que han acudido los dos primeros desde 2017 y 2019 respectivamente, pero para este año han encontrado otra escuela que, “además de compartir valores similares al anterior”, se encuentra mucho más cerca de su recién estrenado hogar, Adelaide Cottage . La familia comienza así una nueva etapa, en la que abandonan Londres, y dan un giro radical a su vida, con una gran mudanza y, por tanto, cambio de colegio . La Escuela Lambrook, situada en Berkshire y relacionada con la nobleza desde hace muchos años, se postulaba como la mejor opción. Hoy se ha confirmado. Pero, ¿qué tiene de especial esta escuela?
La naturaleza, punto de partida
Los duques de Cambridge anunciaban a principios de este mes su intención de mudarse a esta propiedad real cerca del castillo de Windsor, abandonando así su vida en Londres, pero situándose más cerca de la reina Isabel II y rodeandose de mucha naturaleza. Dos de los motivos que, al parecer, han motivado este cambio, ya que, el contacto con los entornos naturales es uno de los puntos fuertes de Lambrook School.
El centro escolar presta especial atención a la práctica de deportes al aire libre , así como a las competiciones deportivas, algo fundamental para Kate Middleton. Un contacto con la naturaleza que tiene grandes beneficios, como ya nos explicaba Mamen Artero Borruel, miembro del colectivo de arquitectos El Globus Vermell, que, junto a otros expertos, organizaron las jornadas de Renaturalización de Espacios Educativos. Entre ellos, destacan algunos sobre los que existe ya evidencia científica:
- Una mayor y mejor concentración.
- Mejora el manejo de los desafíos que pueden darse en nuestra vida.
- El contacto diario con entornos naturalizados nos permite la práctica de una actividad física moderada.
- Y fomenta las actitudes y comportamientos proambientales, con una mayor conexión de los niños con la naturaleza, “tomando ciencia a nivel comunitario y medioambiental del entorno”.
Según un estudio publicado en la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública, “la práctica deportiva tiene efectos positivos en las funciones cognitivas de los menores”. De hecho, el Dr. Omar Estrada, coordinador del Área de Psicología de la Actividad Física y el Deporte del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental (COP-AO), asegura que “el uso adecuado del deporte, en un marco saludable y no obsesivo, puede ayudar además a la gestión emocional de los alumnos y convertirse en un medio de unión y apoyo familiar o social que brinde las bases para una autoestima sólida y firme”. Así, la mejora abarca las funciones cognitivas -como la atención y las habilidades de planificación-, pero también ayuda a controlar el comportamiento impulsivo y la memoria, además de los ya conocidos beneficios físicos.
Las actividades artísticas, otro aspecto a destacar
Otro de los pilares fundamentales de la educación que provee Lambrook School, es el fomento de las actividades artísticas dentro del ámbito educativo. Para Tamara Chubarovsky, experta en lenguaje y desarrollo infantil, hay cinco beneficios tangibles a destacar de este tipo de enseñanza:
- Mejora de la memoria a largo plazo, pues aprender cualquier cosa con técnicas relacionadas con disciplinas artísticas consigue que lo aprendido permanezca en la cabeza de los niños más tiempo.
- Mejora los problemas emocionales, ya que les exige a los niños profundizar en las materias y colaborar entre ellos. El ejemplo más claro es el teatro.
- Más memoria de trabajo y atención. Por ejemplo, “tocar un instrumento hace que se activen diferentes áreas cerebrales a la vez que, al mismo tiempo, activan los sentidos y el movimiento”, nos explica la experta.
- Toma de decisiones más amplias, debido al desarrollo de un pensamiento más creativo.
- Mejora del autocontrol y la autoestima, con una amplia variedad de herramientas con las que pueden afrontar la frustración.
Lambrook School, educación mixta de seis días a la semana
La nueva escuela de los príncipes es mixta y ofrece un régimen flexible que permite elegir entre internado o colegio. Además, su horario lectivo es sutilmente diferente al del resto de alumnos británicos, pues se extiende de lunes a sábado, por lo que tienen clases seis días a la semana.
Quienes acuden a este centro, pasan posteriormente a otras escuelas de gran prestigio, como Eton College, donde estudiaron los príncipes William y Harry , además de formarse muchas personas de la élite de la sociedad británica. De hecho, la historia de Lambrook está ligada a la familia real británica desde su fundación en 1860, donde acudían los hijos de los cortesanos del castillo de Windsor a dar sus clases. Además, dos de los nietos de la reina Victoria -tanto el príncipe Christian Victor como el príncipe Alberto de Schleswig-Holstein- son antiguos alumnos. Jonathan Perry, director actual de la escuela confirmaba así su agradecimiento a los príncipes: “Estamos encantados de que el Príncipe George, la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis se unan a nosotros este próximo mes de septiembre y estamos esperando a darles la bienvenida a nuestra comunidad escolar, así como a todos los nuevos alumnos”.