¿Por qué es bueno que leas un cuento con tu hijo antes de acostarse?
La lectura conlleva grandes beneficios sea cual sea el momento en el que se realice, pero hablamos con una experta de por qué la noche es un momento idóneo para los más pequeños.
El ritmo de vida que llevamos, tan ajetreado, muchas veces nos impide, como padres, dedicar tiempo de calidad a nuestros hijos. Algo que, además de ser muy importante, es necesario para ellos. Los más pequeños demandan atención y cariño. Y nosotros debemos atender a esa demanda. Una buena fórmula para crear ese vínculo afectivo clave para su crecimiento y desarrollo es la lectura de cuentos. Así nos lo confirma Blanca Alcanda, psicóloga de Mundopsicologos.com, “que los padres lean con sus hijos aporta muchos beneficios en distintos ámbitos, como el afectivo, la transmisión de valores y un buen aprendizaje”. Pero hay otros tantos que te detallamos a continuación, además de sugerirte algunos libros infantiles estupendos para empezar con algo que se puede convertir en vuestra rutina perfecta para ir a dormir.
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Beneficios de la leer un cuento con tus hijos
Como hemos visto, los beneficios de leer un cuento con los más pequeños abarcan múltiples ámbitos, como nos lo explica la psicóloga:
En el ámbito afectivo, dedicar un tiempo de calidad a nuestros hijos, nos permite:
Generar un vínculo y un apego seguro.
Favorecer la intimidad y la relación única con cada niño, pues, en ocasiones, las relaciones familiares de todos con todos hacen que se pierda esa individualidad.
En el ámbito de los valores que reciben:
Fomenta la empatía.
Les enseña cómo resolver conflictos.
Transmite principios, virtudes y cualidades positivas.
Favorece la comprensión de cómo los comportamientos generan efectos en los demás.
En el ámbito del aprendizaje:
Favorece la imaginación y la creatividad.
Aumenta el conocimiento del mundo.
Aprenden a pensar y a expresarse en orden.
Incrementa el vocabulario, mejora la comprensión y favorece la atención.
Estimula la memoria, fomenta la escucha e incrementa la capacidad de atención.
Ayuda a la reflexión y fomenta que los niños planteen preguntas.
¿Por la noche tiene algún beneficio añadido?
Por la noche, nos explica nuestra experta, “estamos ante un buen momento para organizar una rutina alrededor de la lectura de un cuento”. Esto es porque leer nos relaja, siempre que lo hagamos con voz sosegada, luz tenue y tranquilidad, estimulando el sueño placentero del niño. Además, nos dice, “favorece las ganas de ir a la cama, en vez de convertirse en un momento de conflicto”.
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Pautas para una correcta lectura nocturna
Si le preguntamos a la experta por claves o pautas a la hora de conseguir que este momento sea placentero, con las lecturas correctas y los tiempos, nos dice:
La elección del cuento adecuado es muy importante. Puede estar bien, por ejemplo, “que sea el propio niño quien elija el cuento que quiere leer”. Nos sorprenderá ver cómo, en muchas ocasiones, quieren los mismos cuentos una y otra vez. No importa, “necesitan comprobar que todo está en orden, les da tranquilidad saber que las cosas van a ocurrir igual que siempre”. Es más, en muchos casos, querrán que pongamos la misma entonación al leerlos y describamos los mismos detalles de los dibujos. “Sentir de antemano qué pasará es parte del placer”, nos dice.
Además, de vez en cuando y si ellos quieren, para fomentar la creatividad, “podemos promover que ellos sean los que inventen sus propios finales e, incluso, iniciar el principio, inventar el nudo o el desenlace”. Es bueno, en este caso, hacer pausas, cambios de entonación e, incluso, gestos y ruidos acordes con los acontecimientos.
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¿A partir de qué edad es recomendable crear esta rutina?
Aunque nos sorprenda y pensemos que hasta los dos o tres años la lectura de un cuento no aporta beneficios, puesto que no comprenden lo que les leemos y apenas prestan atención, “la realidad es que se puede comenzar a leer un cuento a partir de los 6 meses o, incluso, antes”. Esto es, nos explica la experta, “porque la voz suave de los padres les da seguridad y favorece la conexión entre padres e hijos, ayudándoles muchas veces a calmarse”.
Además, no vale con leerlo deprisa para salvar el momento, porque lejos de conseguir todos los beneficios descritos, “origina el efecto contrario”. Es importante disfrutar de este momento de intimidad desde bien pequeños y fomentar la lectura de manera temprana, pues “no podemos tener niños lectores si no lo hemos fomentado con el ejemplo y desde bien pequeños”. Por eso, queremos recomendarte algunos de nuestros favoritos.
‘Viaje al país de los cuentos’, de Alexandra Garibal (Editorial SM)
Para comenzar, qué mejor que un libro que nos hará viajar al país de los cuentos, con solapas y una lectura muy interactiva. El país en cuestión, por supuesto, está encantado y repleto de criaturas mágicas más o menos maléficas, con secretos escondidos y muchos rincones por descubrir. Hay hadas, dragones y, cómo no, brujas con calderos chorreantes de muchas historias.
Edad recomendada: a partir de los 3 años.
‘Cuentos clásicos’, de VV.AA. (Susaeta Ediciones)
Aunque apenas cuenta con 20 páginas, este pequeño libro está repleto de historias. Son clásicas, con bastante texto, pero nos gusta porque está repleto de pictogramas. ¿Sabes lo que son? Casi como los emojis en un teléfono móvil, lo que pasa que no les conocemos con este nombre. Son dibujos o signos gráficos que expresan el concepto con el que se relaciona materialmente, es decir, representaciones del objeto en cuestión. Por ello, su lectura es muy sencilla de seguir por los más pequeños.
Edad recomendada: a partir de los 4 años.
‘Luna’, de Antonio Rubio (Kalandraka)
Dentro de la colección De la cuna a la luna que tanto éxito tiene, uno de los libros que más nos gusta es de Luna. Con él se recita o canta el texto que contiene mientras se observan sus ilustraciones. Una historia que relata la relación que existe entre la luna y el sol, dos astros tan próximos y, a la vez, tan lejanos, que nos dejan una bonita conversación. Hay dos formatos, uno más pequeño y otro grande que, aunque ha sido ideado para mediadores y docentes, puede ser una buena opción de lectura nocturna. Se compone de pictogramas poéticos o poegramas creados para una lectura guiada.
Edad recomendada: a partir de los 0 años.
‘¡Buenas noches! Carlitos’, de Rotraut Susanne Berner (Editorial Flamboyant)
Todas las noches, a Carlitos, le pasa lo mismo. Igual que a otros muchos niños de su edad: no se quiere ir a dormir. Por eso, un día su padre se lo lleva a hacer un gran viaje repleto de aventuras que tendrán como final la cama. Lo más bonito del libro, además del viaje en sí, son las imágenes que contiene, realizadas por una de las ilustradoras infantiles contemporáneas de más éxito a nivel mundial. Más que el propio texto, te guían ellas a través de la lectura. Y, el punto de partida es la mesa de la cena.
Edad recomendada: a partir de los 3 años.
‘Un beso antes de dormir’, de (Editorial SM)
Este cuento parte de una premisa que es bien conocida (o debería serlo): todos los bebés del mundo animal besan a su madre antes de dormir. Por tanto, no te extrañe que, antes de cerrar sus ojos, tu hijo te pida su propio beso. Está pensado para los más pequeños de la casa, en cartoné y con ilustraciones dulces y tiernas. El texto es ligero y el ritmo de lectura invita a que se hagan pausas para que todo sea lo más relajado posible.