Skip to main contentSkip to footer
ni o jugando con piezas de construcci n© AdobeStock

Psicomotricidad

¿Cómo es el desarrollo de la motricidad fina en los bebés?

La estimulación temprana es fundamental para su desarrollo psicomotor, concretamente para una buena evolución de la motricidad fina. Aquí tienes algunos juegos y ejercicios para hacer con tu bebé desde las primeras semanas.


5 de agosto de 2022 - 13:27 CEST

Podríamos decir que el desarrollo de la motricidad es algo vital y esencial desde edades tempranas, pero, para saber la importancia del desarrollo psicomotor en un bebé, hemos hablado con la fisioterapeuta pediátrica, Yolanda López Lázaro de @fisioandbab quien nos explica que se trata de “un proceso de aprendizaje por el cual adquirimos ciertas funciones motrices, sensoriales, cognitivas, emocionales y lingüísticas, que dependen de la maduración del sistema nervioso central y de la maduración a nivel emocional”.

La experta añade que el desarrollo psicomotor es un proceso dinámico, por lo que “en los primeros meses del bebé y primeros años de infancia podremos observar grandes cambios en todas estas áreas y aunque se produce de manera global, es decir, no podemos separar unas áreas de otras, los fisioterapeutas pediátricos nos centramos en la parte motriz conociendo a su vez el entorno en el cual se desarrolla ese bebé. En esta parte motriz distinguimos dos grandes campos, el desarrollo motor grueso y el desarrollo motor fino”.

Concretamente, la motricidad fina está directamente relacionada con las extremidades superiores del cuerpo y en la destreza que el niño presenta a la hora de coger objetos con los dedos, herramientas, utensilios… y su capacidad para manejarlos; y es que, hay que saber que “la manipulación es uno de los hitos más importantes en las funciones del bebé y en su relación con el entorno”, nos dice la experta.

Es un proceso que requiere de un ‘entrenamiento’ temprano y continuo, por eso, es importante trabajarlo en el bebé desde el primer mes, aunque los resultados no se verán hasta meses mucho posteriores. “Aunque podamos pensar que es algo que se desarrolla con el tiempo, es importante darle valor desde las primeras semanas de vida, ya que las manos tienen una gran representación en la corteza cerebral y esto nos indica la importancia de este área en nuestro desarrollo. No la veremos aparecer hasta los 9 meses que es cuando nuestro cuerpo que es más estable nuestro desarrollo motor grueso”, advierte la fisioterapeuta.

Fases del desarrollo de la motricidad fina

Como decíamos, la motricidad fina se centra en el desarrollo manual del bebé, es decir, en todo lo que este puede hacer con sus manos, aunque la experta señala que “es importante recalcar que, aunque las manos adquieren grandes habilidades como pueden ser escribir o tocar un instrumento, por ejemplo, también son de vital importancia en el desarrollo motor grueso. Esto es así, debido a que, durante los primeros meses son claves para los apoyos que nos permitirán alcanzar hitos como el control cefálico, el arrastre o la cuadrupedia”.

Para saber cómo transcurre la evolución de la motricidad fina desde los 0 a los 5 años de vida del niño, la fisioterapeuta nos explica todas sus fases de desarrollo:

  • A partir del segundo mes, los bebés empiezan a reconocer sus manos y a partir del tercero, juegan con ellas y las reconocen a través de la boca.
  • A los 4, 5 meses aparece una gran evolución en el bebé, que es la voluntariedad; ya quieren ir a alcanzar los objetos y serán capaces de cogerlos de los lados y agitarlos.
  • Entre los 5 y los 6 meses los bebés se pasan los objetos de una mano a la otra.
  • Entre los 6 y los 9 meses son capaces de golpear objetos entre sí, llevar las manos a los pies, deformar objetos, pasar páginas y comer con las manos.
  • A los 8 meses manipulan combinando manos y pies.
  • A partir de los 9 meses aparece una prensión madura. Comienza a aparecer un movimiento que llamamos de oposición entre el pulgar y el dedo índice, que es lo que se conoce como ‘pinza’. Serán entonces capaces de agarrar objetos pequeños entre su pulgar y su índice. Este movimiento se irá perfeccionando durante el primer año de vida y es aquí cuando empieza la motricidad fina como tal.
  • A los 11 meses son capaces de meter y sacar objetos de botes y, sobre los 12 meses, pueden garabatear y construir cosas colocando unas encima de otras. 
  • A partir de aquí irán perfeccionando su función con las manos y empezarán a tener una preferencia manual, aunque la lateralidad no estará totalmente definida hasta 5-7 años.
  • Podrán hacer cosas como quitarse la ropa con 2 años y medio, hacer la pinza con todos los dedos a partir de los 3 o abotonar botones grandes con 4 años.
  • La evolución de la función manual es infinita, pero consideramos que tiene que estar madura a partir de los 5 años.
Niño haciendo torre con bloques de madera© AdobeStock

Cómo estimular la psicomotricidad fina: juegos y ejercicios

La mejor forma de ayudarles a conseguir los hitos del desarrollo psicomotor es jugando e interactuando con ellos desde las primeras semanas de vida, tal y como recomienda la experta. “Desde entonces podemos ayudar a que la motricidad fina en el futuro sea mejor. Para ello podemos utilizar los masajes o simplemente tocar, acariciar y besar las manos de nuestro bebé. Con ello, le estaremos dando mucha información y relacionando con el ambiente”.

Y, un poco más adelante (a partir de los 4 meses) estas son las distintas opciones de juegos y ejercicios para practicar la motricidad fina con nuestro bebé, recomendados por la fisioterapeuta pediátrica:

  • Hacia los 4 meses y medio podemos ir ofreciendo juguetes a los lados, para que vayan perfeccionando dirigirse al objeto con la mano y alcanzarlo. Es importante que perfeccionen primero el movimiento a los lados y después jueguen en el centro por lo que en esta edad no recomendamos los gimnasios de actividades.
  • Sobre los 6 meses podemos empezar a estimular su coordinación ojo-mano con actividades como el ‘cesto de los tesoros’. Colocamos una caja delante de ellos con objetos o juguetes que llamen su atención y dejamos que vayan a cogerlos.
  • Jugar a chocar objetos o hacer palmas pueden ser también muy estimulantes.
  •  Practicar BLW  (Baby Led Weaning) les ayudará a ganar destreza en su habilidad manual y perfeccionar el movimiento de pinza entre el pulgar y el índice.
  •  Jugar con plastilina o pintura de dedos estimulará entre otras cosas el área sensorial de sus manos, lo que nos dará una ventaja, ya que cuanto mejor sentimos, mejor movemos.
  • Otros juegos que les ayudan son: los encajables o construir torres con dados, hacer trasvases de objetos como arroz, garbanzos… Eso sí, siempre estando presentes, es decir, bajo la supervisión y control de un adulto ya que se trata de objetos tan pequeños que pueden resultar peligrosos por atragantamiento a ciertas edades.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.