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Los collares de lactancia, que quizás también conozcas con el nombre de collares de dentición, son una preciosa forma de mejorar el vínculo que se crea con el bebé en el momento de la lactancia materna, ya sea con pecho o con biberón. Además, estos son una gran herramienta para ayudaros a establecer una lactancia sana y, al mismo tiempo, ¿por qué no? ¡muy divertida para ellos! Y es que, les servirá cómo una forma de entretenimiento y la mejor opción para juguetear, mientras mama, evitando que lo haga con otras distracciones más peligrosas como pueden ser tus pendientes o pelo…
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Pero estos collares tienen más de un uso porque también son perfectos para aportar alivio a las encías de los peques cuando comienzan con la dentición. “El collar de lactancia, además de ser económico, estimula el desarrollo sensorial del bebé con el contacto visual y la coordinación mano boca”, asegura la enfermera en pediatría y experta en lactancia, Nieves Rodríguez de Lactar y Crecer (@lactarycrecer). “Su utilidad es básicamente que el bebé no se distraiga en las tomas, o cuando se portea (ya que hay a algunos que esto les incomoda). Y, por supuesto, puede ser útil, junto con los mordedores, para que los chupeteen o los mordisqueen cuando comienzan con la erupción dental”, añade.
Aunque la enfermera, insiste en hacer hincapié en recordar a los padres la importancia de saber elegir bien el collar de lactancia y no dejarse confundir. “Es importante saber diferenciar los collares de lactancia, o de dentición, de los collares de ámbar, ya que estos están desaconsejados por su alto riesgo de asfixia, estrangulamiento y rotura, ya sea para colocarlos en el cuello del bebé u otras partes del cuerpo como muñecas o tobillos”, advierte.
Cómo elegir el collar de lactancia o dentición correcto
“En el mercado, podemos encontrar una gran variedad de modelos hechos de silicona alimentaria, madera natural o crochet, incluso con variedad de combinaciones con diferentes materiales. El más utilizado, sin duda, es el collar de silicona alimentaria, ya que el material es libre de BPA, PVC ftalatos y otras sustancias”, nos cuenta la enfermera. Pero, lo mejor de todo es que también existen talleres donde tú misma puedes crear tus propios collares de lactancia eligiendo las bolitas y abalorios a tu gusto y con la certeza de que le estarás ofreciendo la mejor calidad a tu hijo.
Muchas mamás que quieren utilizar estos collares se preguntan, ¿cuándo se puede comenzar a hacerlo? “Desde el inicio de la lactancia se puede, y durante las crisis de lactancia o brotes de crecimiento también ya que son épocas en las que el bebé está más irritable y se distrae durante las tomas con mayor facilidad. Los collares de lactancia le ayudarán a mejorar su concentración y a que la toma sea más efectiva; independientemente de que el bebé se alimente de leche materna o de leche de fórmula infantil”, nos aclara la experta.
Para empezar a utilizarlo la experta propone hacerlo en el momento de ofrecer ya sea el pecho o el biberón e, incluso, cuando se esté porteando al bebé. “Simplemente basta con ponernos el collar al cuello y dejarle que investigue. Hay bebés que se entretienen y fijan su atención jugando o mordisqueándolo mientras que otros apenas muestran interés”, señala.
¿Qué otras alternativas existen?
Tal y como la experta indica, cuando veas que tu bebé se distrae mucho en las tomas, que está mucho tiempo al pecho, pero poco de calidad, que no se alimenta lo suficiente porque encuentra muchas otras cosas más interesantes que mirar a su alrededor, ¡es momento de probar con un collar de lactancia! Esta falta de interés también puede ser motivada por la molestia de las encías con el inicio de la erupción dental así que, este también podría ser otro motivo a favor de tener uno de estos collares.
Pero también existen otras alternativas que podemos ofrecerles para momentos más incómodos como el de la erupción dental, por ejemplo, según aconseja la experta: “El collar junto con los mordedores fríos son una herramienta que pueden ser muy útiles a la hora de aliviar las molestias habituales que ocasiona la salida de los dientes. Podemos complementar con masajes circulares por las encías con una gasa empapada en agua. Los helados de leche materna siempre son un acierto, además de estar riquísimos para ellos, el frío les calma las molestias. Si el peque ya a iniciado la alimentación complementaria podemos ofrecer alimentos fresquitos como la fruta”. Y para los momentos más críticos de distracción durante la lactancia: “Aunque depende de cada peque y de la comodidad de cada mamá, en estos casos, suelo recomendar que elijan una zona de la casa que no les distraiga. Por ejemplo, hay veces que vamos a darle el pecho en el sofá, está la tele puesta y el niño prefiere ver la tele que comer... En su lugar, podemos ir a un espacio más calmado, poner luz tenue, tener un sillón de lactancia o un sillón cómodo... en definitiva, buscar un lugar donde el bebé esté más tranquilo y no tenga tantas distracciones alrededor”, concluye.