Los niños pequeños necesitan desarrollar durante toda su infancia un vínculo basado en el cariño y el afecto con sus padres . Aunque sus abuelos o hermanos, por ejemplo, son personas importantes para él, las conocidas como figuras de apego serán (en principio) sus padres, quienes le deben ofrecer protección, seguridad y atención . Son sus personas de referencia. Por eso, pasar tiempo juntos es fundamental y, según sea la relación que los padres desarrollen con él, crearán un tipo de apego u otro, es decir, uno que les ofrezca amor, que les haga sentirse seguros u otro que, por el contrario, no esté basado en los valores citados. Y cuando un niño no tiene una figura de apego principal con la que establecer una relación estable y segura, acaba desarrollando comportamientos de rechazo, de inseguridad o de falta de atención hacia las personas de su entorno.
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Esto puede ocurrir en una infinidad de situaciones. El niño puede tener varios cuidadores principales y que acaben convirtiéndose en un número excesivo o, por ejemplo, tener unos padres poco disponibles afectivamente, siendo muy distantes y sin atender sus necesidades de contacto físico. Así, es algo que nos planteamos a partir del momento en el que tenemos al bebé entre nuestros brazos, pero ¿por qué no antes? La lógica nos dice que cuanto antes empezemos, mejor. ¿Se puede crear entonces un vínculo afectivo desde el momento de la concepción? Para responder a esta pregunta, hemos querido hablar con Paola Roig (@paoroig), psicóloga perinatal, psicoterapeuta y divulgadora, que recientemente ha publicado un libro sobre la importancia de escucharse durante el embarazo: Madre. Escúchate, compréndete y date lo que necesitas (Bruguera).
Un vínculo de apego perinatal es posible
Según afirma Paola Roig, “sí existe un vínculo perinatal que, al contrario de lo que muchas futuras madres piensan, no tiene por qué empezar desde el momento de la concepción”. Así, en los grupos de madres que ella gestiona, llegan muchas embarazadas agobiadas porque no sienten un vínculo o relación especial con su bebé. Y ella siempre insiste, “es algo que se construye poco a poco”.
Las mujeres embarazadas, desde el momento en el que se enteran, tienen mucha exigencia, ya no solo de ser una buena madre en el futuro, sino de ser también una buena embarazada. La experta afirma que “las mujeres embarazadas nos sentimos exigidas”. Y, en cuanto a la creación de este vínculo, también. Al existir tanta información sobre todo lo que rodea el embarazo, llegamos a noticias y artículos que nos dicen “cómo debemos sentirnos durante el embarazo”. Pero no hay una receta estándar. Es más, sentirnos vinculadas a nuestro bebé desde el inicio es muy complicado, nos explica, “pues actualmente nos enteramos de que estamos embarazadas muy temprano, apenas en la primera falta de menstruación, cuando no tenemos ni percepción de que dentro llevamos un bebé ni señal alguna”.
Cómo se construye un vínculo perinatal
Como ya nos ha explicado Paola Roig, el vínculo es algo que se va a ir “construyendo con paciencia, poco a poco” y, en ningún caso, hay que agobiarse con los tiempos. Es más importante conseguir sentirse conectada con nuestro bebé “al final del segundo trimestre y durante el tercero, porque es ahí donde van a notarlo tanto la mamá como el bebé”.
En todo caso, “se puede fomentar ese vínculo de apego”, pero, como nos dice la experta, “no hay una manera correcta de hacerlo”. Y es que, como las grandes cosas de la maternidad, no existe una única forma, sino que cada futura mamá encontrará la que más se ajuste a su estado emocional. Habrá madres a las que les guste cantar a su bebé, pero también habrá otras que prefieran ponerle música. Además, las hay que disfrutan leyendo un cuento y otras que no paran de hablar a su barriga. Y, por supuesto, nos dice, “no todas tenemos que hacerlo”. Hay madres, nos explica, “que llegan a consulta preguntándose qué están haciendo mal porque no consiguen o ellas creen que no consiguen ese vínculo”. Por eso, ella siempre les pregunta: ¿qué esperabas de ese vínculo que buscas? Porque en la respuesta radica ese vínculo de apego que queremos crear.
A ellas, y a las que sí se sienten conectadas, siempre les explica lo mismo: “crear un vínculo de apego con tu bebé significa hacerle espacio, tanto en nuestra mente como en nuestra vida”. Por eso, puede valer con comprarle ropa a nuestro bebé imaginado, preparar su habitación o hablarle cada noche. Cada una tiene su manera de hacerlo, “de conectarse con ese bebé imaginado”.
El papel de la pareja, ¿también es importante?
Si la creación del vínculo de apego es beneficioso para la madre y para el bebé, también lo será para el padre o pareja. La relación que ambos establezcan con ese bebé imaginado (porque no sabemos aún cómo será) “va a condicionar el tipo de apego que desarrollemos posteriormente con el bebé, y esto sí es muy importante”. Por ello, la pareja debe involucrarse. Se ha demostrado en muchos estudios que “cuando los bebés notan la mano de la pareja en la barriga de la madre se acercan y reaccionan”, nos explica la experta, “así como el reconocimiento de la voz de su padre una vez han nacido si estos le han hablado durante la gestación”.