El porteo es un sistema de transporte que asegura un contacto constante entre el bebé o niño porteado y el adulto, al que llamamos porteador. No hay límite de edad ni de peso, aunque sí algunas recomendaciones al respecto, y en algunas ocasiones es aconsejable practicarlo. Los propios médicos y fisioterapeutas suelen pedirle a los padres y madres con bebés que tienen riesgo de plagiocefalia que lo practiquen a menudo. ¿Qué beneficios tiene? La verdad es que muchos, entre los que destacan:
- Se favorece el desarrollo psicomotor del bebé, convirtiéndose en un gran estímulo para su equilibrio y su orientación espacial.
- Les ayuda a mantener una postura correcta y, como hemos dicho, disminuye el riesgo de plagiocefalia (una deformidad craneal producida por la presión constante sobre una parte del cráneo).
- Favorece la lactancia materna, la creación de un vínculo de apego y les aporta calma y seguridad.
- Disminuye los efectos de los cólicos del lactante, si tu bebé aún los sufre.
Por tanto, el porteo se desaconseja en muy pocos casos. Y el verano, no es uno de ello. Beatriz Moreno Montilla, directora de KangureArte, escuela especializada en porteo de bebés, además de enfermera y madre de cuatro niños, asegura que “en verano, no hay problema para portear, aún a pesar de las altas temperaturas”. Lo que sí, nos dice, hay que tener en cuenta ciertas cuestiones. Y es que, coger a un bebé en brazos es algo inevitable, los hay que los demandan de forma constante y les da igual la estación del año, o somos los propios padres los que sufrimos empujando un carrito según el terreno elegido en nuestras vacaciones. Por tanto, además de “elegir un buen portabebé es crucial para hacerlo de manera cómoda y fresca”, pero también te damos unos cuantos consejos para disfrutar ambos (porteador y porteado) de la experiencia.
Cuidado con los efectos nocivos del sol
Cuando porteamos, nos dice nuestra experta, “es inevitable que ciertas partes del cuerpo del bebé o del niño queden expuestas al sol”. Por ello, la protección se vuelve fundamental y tienes diferentes maneras de hacerlo, pero hay que hacerlo:
- Proteger las piernas, brazos y cara con un protector solar, si el bebé ya tiene la edad suficiente como para poder aplicarse uno.
- Es recomendable, además, vestirse con un tejido ligero o fino intentando que sea siempre 100% natural. Un ejemplo, nos dice, es el algodón.
- Proteger siempre la cabeza del bebé con un gorro adecuado. En el caso de que el sol esté justamente encima de nosotros y no podamos resguardarnos, “salir con un paraguas de casa sería la mejor opción para proteger a nuestro bebé”.
- Además, “evitar salir a la calle en las horas en las que el sol está más alto y, por supuesto, asegurar la correcta hidratación del bebé en todo momento”. Para ello, nos dice la experta, “si el bebé toma lactancia materna, portear se puede convertir en una manera de ofrecer pecho al bebé más frecuentemente”. Y, si no, un biberón o botella de agua adecuada para que siempre la puedan tener cerca.
El sudor puede jugar en contra
Hay que recordar, nos explica nuestra experta, “que la percepción del calor es relativa en cada persona” y que, además, “las temperaturas no se suman, se comparten”. Por ello, no es recomendable portear sin nada de ropa por parte del bebé o sin camiseta por parte del adulto. Es más, una camiseta demasiado escotada, cuando hace calor, tampoco es recomendable. Este consejo es importante porque la ropa absorbe el sudor, evitando la sensación constante de estar mojados. “De ahí la importancia de elegir tejidos transpirables y naturales”. El bambú es un tejido fresco, muy suave desde el principio y termo regulable, además una de sus propiedades naturales es que la misma tela actúa como filtro UV.
Un sistema de porteo bien elegido
A la hora de portear, independientemente de la estación del año, nos surge la duda de qué sistema elegir para portear a nuestro bebé -desde los clásicos fulares hasta las mochilas más ergonómicas-. Las opciones son infinitas. Pero, si aprovechamos el verano para hacerlo, la experta nos da algunas recomendaciones a tener en cuenta:
- Una bandolera será una opción muy fresquita, ya que la tela no ocupa mucha parte de nuestro torso y, en la gran mayoría de las ocasiones, están fabricadas con algodón, bambú o lino.
- Si elegimos una mochila, el área del cinturón es lo que más problemas suele dar en cuanto al calor. Busca una que tenga esta zona más fina y fabricada con materiales transpirables.
- Los portabebés ligeros o los que conocemos como ayudabrazos son una buena opción para un rato de playa o piscina. Ocupan muy poco y es ideal para esa edad en la que el bebé no para de pedir subir y bajar.
- En el caso de que nuestro bebé sea un recién nacido, lo mejor es un fular en tejidos ligeros de un gramaje menor que los normales, es decir, un grosor de tela mínimo, menos pesado y más fresquito. Una buena opción pueden ser los fulares de gasa de algodón o de mezcla algodón más bambú.
Sin embargo, nos dice la experta, los fulares elásticos (que llevan elastano en su composición) “no son una buena opción en verano, precisamente porque es un tejido más caluroso, no solo por el entramado y el grosor, sino porque no transpiran lo suficiente y es más fácil que se concentre el calor”. En el caso de querer utilizar, por ser elásticos, “es mejor optar por mezclas de elastano con algodón y bambú, suavizando un poco esa retención de calor”. Una opción, nos recuerda, en estos casos, es elegir un fular semielástico, con un tejido similar al de una camiseta y que no contenga elastano, como viscosa de bambú, por ejemplo, mucho más suaves.
El nudo del fular también es importante
Si hemos optado por un fular, nos dice la experta, “el tipo de nudo o colocación que usemos también puede ser determinante a la hora de pasar más o menos calor”. Así:
- Los ‘nudos a la cadera’ son una gran opción, ya que son fáciles y dejan bastante parte del torso al aire libre.
- El ‘bucle a la cadera’ es válido desde recién nacido hasta que el bebé nos impide visión y es perfecto para las altas temperaturas.
- Otra opción es portearle en la espalda, con un nudo que libere la parte ventral, también nos puede dejar bastante cuerpo al aire libre.
- Y si tenemos un bebé de poco peso, se puede hacer un nudo de ‘canguro reforzado’, que da más soporte, pero también libera la zona ventral.
¿Se puede portear en el agua?
Sí, se puede portear en el agua. Pero, de nuevo, nos recuerda nuestra experta, “hay que hacerlo de manera segura”. Para ello:
- Existen portabebés pensados para el agua, que son ligeros, realizados en tejido técnico y que secan muy rápido, por lo que puede ser interesante pensar en ellos. Normalmente, suelen ser tejidos que tienen agujeros de aireación y que “son perfectos para pasear por la playa, la piscina y meternos en el agua”. Pero atención, “son para un uso esporádico, no para un porteo prolongado”, nos dice la experta. Este tejido sintético suele ser sintético y no ofrece las cualidades de ajuste y comodidad que necesitamos para estar largo tiempo con el bebé.
- Debemos asegurarnos de hacer pie y no nadar nunca con el bebé.
- Si estamos en la playa, cuidado con las olas. Si estamos en una piscina, cuidado con las escaleras y los suelos resbaladizos.