beb durmiendo con mu eco de apego© AdobeStock

Bebés

Todo lo que debes saber sobre las ventanas de sueño de los bebés

El tiempo que el niño debe permanecer despierto entre siesta y siesta, o desde su última siesta y antes de irse a dormir por la noche se conoce como ‘ventanas de sueño’. No pasarte de ese tiempo es más importante de lo que piensas y te contamos por qué.


25 de julio de 2022 - 13:04 CEST

Si vas a ser mamá dentro de poco o tienes un bebé que no duerme demasiado bien, deberías saber qué son las ventanas de sueño. Y es que el sueño infantil es todo un mundo que merece la pena conocer para poder entender cómo es el descanso de un niño. Cuántas horas necesita dormir al día, según su edad, y cuántas horas debe estar despierto para no traspasar la línea del ‘sobre cansancio’ y que después le cueste más conciliar el sueño, esté más irascible, se despierte más veces por la noche o incluso, duerma menos horas de las que debe…

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“Nos referimos como ventanas de sueño al tiempo que puede estar un peque despierto según su edad”, define la coach infantil, Marta Urtasun, asesora de sueño infantil (@peekaboo_suenoinfantil). “Y nos ayudan a saber cuándo debemos poner al bebé a dormir para que concilie el sueño rápido y con calma con una presión de sueño adecuada. Resultan útiles a la hora de crear un horario y una rutina adecuada a su edad . Es cierto que las tablas que podemos encontrar sobre las ventanas de sueño son orientativas, por lo que la clave está en ser flexible y observar al bebé y sus señales de cansancio y no obligarles a cumplir estrictamente esos tiempos. Intentar dormir a un niño que no tiene sueño es muy frustrante tanto para la madre o el padre como para el propio niño”, añade.

¿Por qué es importante respetar las ventanas de sueño?

A los adultos también nos pasa. Cuando estamos muy cansados o demasiado excitados o preocupados por el motivo que sea, nos cuesta más conciliar el sueño, descansamos peor, nos despertamos en mitad de la noche… Pues a los bebés les pasa algo parecido. Cuando no se respetan sus ventanas de sueño, es decir, el tiempo máximo que deberían estar despiertos entre siesta y siesta, o siesta y sueño nocturno, “el cuerpo del niño comienza a segregar cortisol para permanecer despierto y llegará a un estado de ‘sobre cansancio’ en el que esté irritable, llorón, muy activo… lo que conocemos como estar ‘pasado de vueltas’. Cuando queramos poner a dormir al bebé en ese estado, nos costará mucho relajarlo y conseguir que concilie el sueño. Además, el ‘sobre cansancio’ puede verse reflejado en mucho llanto, noches de muchos despertares y sueño agitado”, argumenta la experta.

Las horas orientativas que componen las ventanas de sueño de los bebés desde los 4 meses, edad a la que se considera que los peques pueden comenzar a tener unas rutinas de sueño, hasta los 3 años, son las siguientes:

De 4 a 6 meses
  • Ventana de sueño: de 1,5 a 2,5 horas
De 6 a 9 meses
  • Ventana de sueño: de 2,5 a 3,5 horas
De 9 a 12 meses
  • Ventana de sueño: de 3,5 a 4 horas
De 12 a 18 meses
  • Ventana de sueño: de 4 a 6 horas
De 18 meses a 3 años
  • Ventana de sueño: de 5 a 6 horas

¿Cómo respetar las ventanas cuando no estamos en casa?

Como todo el mundo, las mamás y papás de niños pequeños también tienen derecho a tener vida social y, por tanto, las siestas y ventanas de sueño de los niños, en ocasiones, tienen que adaptarse a estos planes, porque también es sano para la familia. Y es que tan importante es ser estricto y llevar un control de las rutinas de sueño del peque como ‘saltarnos’ las normas de vez en cuando, pero dentro de un orden para que esto no influya de forma negativa en el sueño de nuestro bebé. ¿Cómo lograr un equilibrio? “Yo soy una madre a la que le cuesta mucho relajarse en cuanto a las rutinas y horarios de mis hijas se refiere. Me pone nerviosa salir de casa, lo reconozco. Pero también soy consciente de que hay una vida social, familiar, amigos… de los que tenemos que disfrutar, sobre todo, ahora en verano con el calor, la piscina y las vacaciones”, revela la coach de sueño infantil. Y nos da unos tips para adaptar sus horarios en estos momentos:

  • El primer consejo es siempre intentar seguir los horarios, guiarnos por las ventanas de sueño y ofrecer las siestas más o menos a la hora de siempre, bien sea en la sillita, en una zona a la sombra en la piscina/playa, porteo… Lo importante es que duerman durante el día para que la noche no se vea muy afectada. “Para las siestas fuera de casa, soy muy amiga del ruido blanco, les ayuda a relajarse y aislarse de ruidos externos que puedan interrumpirles el sueño”, nos cuenta.
  • El segundo consejo es, recurrir a una siesta rescate de 15-20 minutos si vemos que la siesta ha sido corta o la hora de dormir por la noche se va a retrasar y la ventana de sueño va a ser demasiado larga. “Esta mini siesta le hará recargar pilas lo suficiente como para no llegar ‘sobre cansado’ a la noche”, recomienda.

Cómo crear unas buenas rutinas de sueño en los peques

“Los niños necesitan rutina y horarios, saber lo que va a pasar en cada momento porque todos los días después de la cena viene el baño, pijama, un cuento y dormir. Les ayuda a estar en calma y tranquilos. La repetitividad del día a día les da seguridad”, asegura la experta. Y para ayudar a los papás a establecer unas buenas rutinas de descanso, la coach infantil nos da las recomendaciones principales para que los niños tengan una buena higiene del sueño:

  • Permanecer alejados de pantallas y dispositivos móviles  al menos una hora antes de ir a dormir para que la luz azul que emiten no les estimule.
  • En cuanto al ambiente de sueño: lo ideal es que la temperatura de la habitación permanezca entre los 19-21 grados, haya oscuridad total y esté alejada de ruidos que puedan interferir en el sueño.
  • La  alimentación  también es importante: evitar bebidas estimulantes, azúcar o comidas pesadas antes de ir a dormir que dificulten la digestión. Mejor cenar algo ligero.
  • Asegurarnos que durante el día están expuestos a la luz solar y tienen actividad física también es fundamental para una buena higiene de sueño.