La predisposición genética es la que determina que los niños tengan más o menos pelo. De hecho, si se consultan fotos familiares, lo más probable es que todos los hermanos tengan la misma tendencia y que se parezcan a uno de los progenitores.
La Dra. Lorea Bagazgoitia, dermatóloga en Madrid y autora del libro Lo que dice la ciencia sobre el cuidado de la piel (Plataforma Editorial), nos cuenta todo lo que hay que saber sobre el cuidado del cabello del recién nacido y por qué suelen aparecer las calvas tan características de los primeros meses de vida.
El crecimiento del pelo en el bebé
En ecografías en varias dimensiones es posible ver el pelo del feto. De hecho, a partir de la semana 15 de gestación, el bebé comienza a tener lanugo, un pelo fino que le recubre todo el cuerpo y que actúa como protector. En ese momento, también aumenta la cantidad de cabello de su pequeña cabeza.
El pelo continuará creciendo durante los siguientes meses de la gestación, pues durante el embarazo el cabello sigue una fase de crecimiento (fase anagen). En algunas ocasiones, el pelo pasa a fase de caída (fase telogen) en las últimas semanas del embarazo, por lo que puede nacer con menos pelito. En otros casos, esa etapa de caída no sucederá hasta después del nacimiento.
“Se trata de un proceso llamado efluvio telógeno en que su pelo se renueva, y en algunos casos los deja ‘calvitos’ durante un tiempo, pues se pierde primero el pelo de la zona delantera y progresivamente avanza hacia la zona posterior”, explica la experta. Cuando esto sucede, su recomendación es actuar y reaccionar con tranquilidad, pues “el pelo volverá a crecer”.
¿Cambia mucho el pelo del bebé?
Al igual que sucede con los ojos, el color del pelo del bebé puede modificarse. En este caso, no hay un tiempo determinado ni exacto, sino que puede suceder a lo largo de su vida, como comenta la dermatóloga.
Lo que hay que tener claro es que el cabello sigue su propio ciclo natural y no sirven de nada las tradiciones antiguas que sostenían que, cortando el pelo o rapándolo, el bebé iba a tener una cabellera más abundante luego. La cantidad y la calidad del pelo vienen determinadas por los genes y la herencia.
Hay que tener claro que el bebé pasará por distintas fases en las que tendrá más o menos pelo y más o menos zonas con escasez del mismo. Así, es muy común que aparezca una calva en la zona de apoyo de la cabeza. Si bien hasta hace un tiempo se creía que la causa era el apoyo de la zona sobre la cuna o la sillita de paseo, algunos estudios han confirmado que no es así y que en bebés que duermen en otras posturas se produce igual.
De cualquier forma, ante un hecho muy llamativo conviene consultar con el pediatra o con el dermatólogo. “En casos extremos de desnutrición se puede ver afectado el pelo, pero en bebés recién nacidos las enfermedades internas habitualmente dan la cara por otros sitios”, subraya la Dra. Lorea Bagazgoitia.
¿Cómo cuidar el cabello del recién nacido?
El aseo del pelo del bebé debe hacerse con un jabón específico para esta edad. Puede ser el mismo que se emplee para el cuerpo. No hace falta lavarle el pelo cada día, pero sí de forma regular. A muchos bebés les molesta el agua por la cabeza, por lo que puede no ser una experiencia muy agradable para ellos. Además, hay que tener en cuenta que en las primeras semanas pierden mucho calor por la cabecita, por lo que hay que secársela enseguida, deteniéndose en la parte externa de las orejas y los pliegues de detrás.
Con respecto al producto a utilizar, las recomendaciones de la dermatóloga son las siguientes: “Los jabones naturales son menos respetuosos con la piel que los syndet”, advierte. Los jabones syndet son los que tienen un pH más parecido a la piel y, por tanto, alteran menos la barrera protectora. “Los jabones naturales eliminan el manto lipídico que recubre y protege la piel. Yo nunca aconsejo este tipo de jabones para los bebés, ni para el cuerpo ni para el pelo”, destaca.
Una vez lavado y secado el cabello se puede pasar un peine de púas redondeadas o un cepillo de cerdas muy suaves.