Ya tenemos aquí el verano. Este periodo se asocia con calma, playa, montaña, viajes, vida sin horarios, mucho descanso y vivir tomándose un respiro de las obligaciones , pero ¿es así para todo el mundo? Si eres madre o padre de un niño o niña pequeña, estoy bastante segura de que esta etapa se presenta ante tí como una larga lista de “TO DO” a cumplir antes de que llegue septiembre .
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
En este periodo, la consulta se llena de madres que buscan acompañamiento para la operación pañal, para gestionar la vuelta al cole o la vuelta al trabajo tras la baja de maternidad . La sensación de que no llegan y de que han empezado tarde les invade. Si te sientes así, calma, te traigo un sistema de organización individual para que lo puedas aplicar a ti misma y que puedas decidir cómo, cuándo y qué quieres conseguir incluir en tus hábitos. De esta forma evitarás perder el control de tu propia vida y la calma se hará presente.
Los tiempos de cada persona, niño o niña y familia, son diferentes
Este cambio de perspectiva te ayudará a marcarte, tú misma, tus propios tiempos y a evitar sentirte a la deriva intentando incorporar los sistemas de otras personas que realmente no cuadran en tu propia vida y realidad. En consulta, me encuentro con mujeres insatisfechas con su maternidad porque han idealizado la vida de otras personas, sintiéndose incompletas o sin herramientas. Tú también tienes tus recursos, tus herramientas y fortalezas, que no se te olvide.
“Mejor hecho que perfecto”
La idea de la perfección en la maternidad es una utopía, tu hijo o hija necesita una madre real que se equivoca, que asume su responsabilidad y que, a pesar de ello, vive, ama y disfruta de su realidad. Que todo sea tal y como es, ya es perfección.
“Controla el tiempo y el tiempo no te controlará a ti”
En la maternidad (y en la vida) tener tu tiempo totalmente organizado favorece que tu mente no esté continuamente pensando qué hay que hacer, qué se te está olvidando. También aparecerán menos urgencias y la sensación de control aumentará.
Elige tus propias batallas
Observa para qué quieres incorporar un cambio, de dónde procede esa necesidad de hacerlo, ¿esa necesidad procede de ti o de una exigencia exterior? Quizás a ti no te apetece pasar a tu peque a su cuarto o bien prefieres esperar para comenzar a introducir sólidos, tú decides.
Y ahora sí, aquí tienes tu propio ‘plan individual de acción’
Recuerda que te vas a convertir en la directora de proyectos de tu propia familia, por ello, el orden y el sistema, serán fundamentales, sabrás hacia donde quieres ir y marcarás tus propios ritmos.
- Toma conciencia de tus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades, saber qué está a tu favor y qué puede ponerte en posición de no cumplir tus objetivos, es importante.
- Durante una semana conviértete en observadora de ti misma. No se trata de que busques aquello que estás haciendo mal, sino de registrar las tareas que realizas y los estados emocionales que las acompañan. Saber en qué momento del día estás más cansada, irascible o energizada, te ayudará a determinar en qué momento puedes aliarte con tus propios estados emocionales para conseguir lo que quieres. Te darás cuenta de todo lo que haces que ni siquiera eras consciente de estarlo haciendo.
- Si además deseas incorporar hábitos en tus hijos e hijas, observa también sus tiempos y ánimos.
- Elabora un listado de tareas/hábitos que quieras implementar durante este verano. Para ello te recomiendo que seas muy escueta, en una única frase expongas qué quieres conseguir. Por ejemplo: Retirada de pañal de Pablito. O bien, Leer un libro al mes, preparar la vuelta al cole.
- Divide estas tareas/hábitos por miembros de la familia aplicando un código de colores. Esto te va a ayudar a entender la carga mental con la que estás viviendo. Te darás cuenta de que estás organizando qué quieres conseguir tú, que quieres que consiga tu hijo o tu hija, qué tareas tiene que realizar tu pareja. De esta forma, te podrás liberar de ese pensamiento de que te agobias “por nada” o que si todo el mundo lo hace y por qué tú no puedes hacerlo.
Por último, toma cada uno de los hábitos que has elegido implementar y divídelo en pequeñas tareas, por ejemplo:
Retirada del pañal
- Leer los criterios para entender si está preparado.
- Comprar los cuentos que pueden ayudarle a entender el proceso.
- Comprar cobertores para la cama.
- Agendar el fin de semana libre de compromisos sociales en el que iniciaremos el proceso.
- Ir la semana de antes con él/ella a que elija ropa interior que le guste.
Preparar la vuelta al cole
- Lavar los uniformes.
- Comprar libros.
- Comprar materiales.
Con estas tareas individualizadas comienza a agendar en el calendario cuándo harás cada cosa, o cuándo tienes que solicitar a la persona que te ayude que haga esta tarea.
Qué elementos deberás incluir en tu agenda
Me detendré ahora en qué elementos importantes tienes que incluir en esa agenda, porque en muchas ocasiones somos poco realistas y nos sobrecargamos:
- Si tienes pareja, hazle partícipe de este proceso, es importante que ambos realicéis esta agenda juntos. Porque si solo lo decides tú, no contarás con la implicación de tu familia para conseguirlo y es bastante posible que al final “sus urgencias” terminen por llevarse por delante todo tu trabajo.
- Agendad los tiempos de descanso. Primero mensualmente, semanalmente y diariamente. Descansar es básico para todos.
- Incorporad en la agenda las pequeñas tareas que habéis elegido hacer por hábito a conseguir, sed flexibles, mejor que sobre tiempo a pensar que en una semana podemos conseguirlo.
- Todo lo que pueda ser externalizado (hotel con animación, ayuda de los primos mayores, etc) suma.
- Establece recompensas por el cumplimiento. La operación pañal, por ejemplo, es muy dura. Marcad hitos de cumplimiento y cuando los hayáis conseguido, “disfrutad”.
- Agendad momentos de revisión.
- Tacha lo que ya has ido cumpliendo.
Y ahora, vendría lo más difícil, ponerte en marcha. Recuerda que tu motivación es vivir en orden, conseguir incorporar nuevos hábitos que darán calma y estabilidad a ti y a tu familia. Además, viviréis más en el presente dejando de lado lo que deberías haber hecho o te queda por hacer. Recuerda que tu motivación no va a ser todo el tiempo la misma y que habrá momentos de flaqueza, piensa en el largo plazo, ahí notarás los esfuerzos que estas haciendo hoy, confía.