Quizás no sabías este dato, pero los dolores de cabeza (también llamados cefaleas) son una de las consultas más frecuentes en pediatría puesto que suelen ser muy comunes en los niños, pero no suelen presentar gravedad por norma general.
“En la mayoría de las ocasiones, el dolor de cabeza está en relación con procesos benignos como cuadros infecciosos (otitis, faringitis, sinusitis, gripe, catarro, gastroenteritis). Otras veces, con el cansancio, la falta de sueño o el estrés. En un pequeño grupo, el dolor de cabeza tiende a repetirse, es decir que es recurrente como en el caso de la migraña y la cefalea tensional. En la mayor parte de las ocasiones el pediatra mediante la historia clínica y la exploración física podrá descartar un proceso importante sin necesidad de pruebas diagnósticas complementarias”, aseguran la Dra. Raquel Girón del Río y la Dra. Clara Luna Parera Pinilla, ambas pediatras y conocidas en redes sociales por su cuenta de Instagram ‘Posdata tu pediatra’, @posdatatupediatra (www.posdatatupediatra.com).
¿Cuándo debemos preocuparnos?
En una primera instancia, un dolor de cabeza en un niño asusta a los padres y es que se trata de una de las zonas más delicadas del cuerpo. Normalmente, como nos explican las doctoras, las cefaleas aparecen por causas benignas y aunque sean recurrentes no debemos por qué preocuparnos. Los síntomas que se consideran comunes son:
- En migrañas: dolor de cabeza palpitante, que empeora con la actividad, náuseas, vómitos, dolor abdominal, sensibilidad a la luz y el ruido.
- En cefalea tensional: presión en los músculos de la cabeza y cuello, dolor leve y no palpitante, no empeora con la actividad física.
- En cefalea en brotes: son dolores de cabeza que suceden en grupos de 5 episodios que pueden aparecer cada dos días o hasta ocho en un día. El dolor es agudo y punzante y dura menos de 3 horas. Están acompañadas de lagrimeo, congestión, inquietud, secreción nasal…
- En dolor de cabeza diario crónico: son aquellos dolores de cabeza tensionales que ocurren más e 15 días al mes. Puede ser causado por infecciones, por medicamentos o por traumatismo craneal leve.
Sin embargo, existen algunas situaciones y síntomas relacionados con los dolores de cabeza por los que sí deberíamos consultar a un profesional; entonces, ¿cuándo debemos preocuparnos? Según las pediatras, estos son los síntomas que deben hacernos saltar las alarmas:
- Si tiene fiebre, se queja de dolor de cabeza intenso y vomita varias veces.
- Si duerme mucho más de lo habitual, o es difícil despertarle.
- Si tiene otros síntomas como, por ejemplo: ve mal, no mueve bien los brazos o las piernas, camina o habla con dificultad.
- Si es muy intensa y no responde al tratamiento habitual.
¿Cómo tratar el dolor de cabeza y qué hacer cuando esto ocurra?
Normalmente, los dolores de cabeza no se pueden prevenir, pero en algunas ocasiones sí podemos poner de nuestra parte para evitarlos. Una buena higiene del sueño , llevar una vida saludable y activa, reducir el estrés y la ansiedad , y una dieta sana será crucial para su prevención. Pero, además, las doctoras recomiendan: “Dormir las horas suficientes y mantener unos horarios de sueño lo más regulares posibles. Evitar el ayuno prolongado y mantener una hidratación adecuada. También es importante realizar ejercicio físico de forma regular. Y, en verano, es importante evitar las horas centrales del día por el exceso de calor”.
Pero, sobre todo, debes tener en cuenta que cuando las cefaleas aparezcan en el niño lo importante es mantener la calma porque “la mayoría de los dolores de cabeza pueden ser tratados en el domicilio”, aseguran las pediatras. Lo que tendremos que hacer es llevar a cabo una serie de pautas para intentar aliviar el dolor y los síntomas lo máximo posible. “Debemos priorizar que el niño esté en un sitio tranquilo, sin ruidos, ni luz. No es conveniente que el peque vea la televisión, ni que juegue con pantallas digitales mientras tenga el dolor. Puede utilizar el analgésico recomendado por el pediatra (paracetamol o ibuprofeno en dosis e intervalos adecuados). Si este dolor aparece de forma recurrente es útil hacer un calendario de cómo y cuándo aparece para su análisis posterior por el pediatra”, aconsejan las pediatras para finalizar.