El cuerpo de la mujer hace un esfuerzo ingente al dar a luz. La cabeza y los hombros del bebé han de salir por el canal del parto y esto conlleva desgarros en la zona en algunas ocasiones. Pero no siempre es así. El masaje perineal trata de evitarlos. Y, por suerte, cada vez hay más conciencia sobre el hecho de limitar las episiotomías a lo estrictamente necesario para evitar las molestias y complicaciones que pueden ocasionar para la mujer en el posparto.
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“El masaje perineal durante el embarazo tiene como objetivo principal dar elasticidad a los tejidos del área del periné y prepararlo para el momento del parto, en el que se va a producir un estrés biomecánico importante, por el paso del bebé”, indica Juan Antonio Barca, presidente de la Comisión de Fisioterapia en Uroginecología-Obstetricia del Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM). A él le hemos preguntado cómo se realiza de forma correcta y cuáles son sus beneficios.
Las bases del masaje perineal en el embarazo
Diferentes estudios han demostrado que el masaje perineal del embarazo puede “ayudar a minimizar el riesgo de desgarro perineal e incluso la realización de episiotomía”, tal como destaca el experto. Eso sí, debe realizarse de forma correcta.
Juan Antonio Barca aconseja realizarlo a partir de la semana 32 de gestación, “y, a ser posible, a diario o, al menos, cada dos días, desde esa semana hasta el final del embarazo”.
El masaje puede realizarlo un fisioterapeuta especializado o bien hacerlo la mujer por sí misma. Su recomendación es acudir a una primera sesión con un especialista para aprender a hacerlo de manera adecuada. Además, “es interesante conocer el grado de estiramiento a aplicar, así como los movimientos básicos, que la población general puede no conocer”. Una vez controlada la técnica, ya no hay problema en que lo lleve a cabo la propia embarazada o su pareja.
¿Cómo se realiza el masaje perineal?
El masaje perineal no es complicado de aplicar. “Se puede utilizar algún aceite natural, tipo rosa de mosqueta, para facilitar el deslizamiento”, apunta el experto del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid. Así, estos son los pasos a seguir, según detalla:
- Lavarse bien las manos antes de comenzar (también al finalizar el masaje).
- Utilizar los dedos pulgares o índices, introduciéndolos aproximadamente una falange en la vagina.
- Comenzar a presionar hacia la horquilla vulvar (es la región que se encuentra más cerca del ano).
- El masaje se puede realizar en forma de ‘U’, de un lado a otro de la horquilla, y combinar en forma de ‘C’, hacia un lado y hacia el otro, mantiendo la presión de los dedos durante todo el recorrido.
- Se debe evitar realizar presión únicamente en el vértice de la horquilla vulvar.
Los tejidos de la zona se notarán al principio más rígidos, pero es importante ir percibiendo, conforme avancen las jornadas de masaje, que estos se van volviendo más flexibles. Si no es así, conviene consultar de nuevo con el fisioterapeuta especializado para que compruebe la técnica y si hay algún otro problema.
El masaje perineal “debe realizarse durante 5-10 minutos cada vez, manteniendo la presión, hasta que se note una sensación ligera de hormigueo”, subraya.
¿Hay alguna contraindicación médica?
El masaje perineal no es exclusivo del primer embarazo, así, incluso, puede ser más necesario en los sucesivos, especialmente cuando existe una cicatriz de una episiotomía o de un desgarro anterior. En ese caso “es importante focalizar algo más la intensidad del masaje para elastificar ese área, puesto que puede haberse producido algún tipo de fibrosis en la cicatriz y nos beneficiará de cara al parto”, insiste Juan Antonio Barca.
El masaje perineal se puede realizar siempre que no haya contraindicaciones médicas. En este sentido, es bueno comentar con el obstetra que se va a llevar a cabo, por si él tuviera alguna objeción que hacer. Puede haber algunas situaciones que desaconsejen el masaje perineal y que pasen inadvertidas para la gestante.
No obstante, hay algunas contraindicaciones de manera general: “Las contraindicaciones principales para la realización del masaje perineal son los procesos de infección vaginal (como, por ejemplo, una candidiasis vaginal); tendencia a padecer cistitis de repetición, puesto que la manipulación puede desencadenar nuevos episodios; y en casos de riesgo de prematuridad del parto”, advierte el fisioterapeuta.