Compartir tareas del hogar entre todos los miembros de la familia es la base de una buena convivencia e igualdad de roles y géneros en el hogar, pero que los niños, aún siendo muy pequeños, participen también en estas, es fundamental por varios motivos. Además de mejorar sus habilidades motoras les estaremos dando la oportunidad de comenzar a tener responsabilidades, algo tan importante para su vida en el futuro. Ganarán autonomía e independencia, estimularemos su capacidad de colaborar, de ayudar a los demás, el sentido del orden y la organización, entre otros muchos beneficios.
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“Realizar tareas domésticas es importante para hacerles sentir parte de la casa. Es una manera de darles un rol y que, así, vean que pueden aportar ellos también desde pequeños. Esto, además, les da un sentimiento de responsabilidad cuando lo hacen, se sienten capaces, les da autonomía. Sentir que logran cosas es de las bases más importantes para generar un buen autoconcepto”, nos explica Erika Proal, Psicóloga Clínica y Doctora en Psiquiatría y Neurociencia Cognitiva, conocida en redes sociales como @mamaneurona, y por su proyecto @neuroingenia. “Incluso de pequeños es gratificante para ellos poder ayudar a los adultos a hacer esas labores. A ellos los entusiasma cosas tan sencillas como aprender a servir el agua de la jarra al vaso”, añade.
Cómo repercute en su aprendizaje y en el futuro
Pero, quizás lo más normal es que a medida que van creciendo, realizar esas tareas domésticas les apetezca cada vez menos y, poco a poco, pasen de ser un juego divertidísimo a una obligación. No te preocupes porque esta también es una forma de aprendizaje para ellos. “A veces esas responsabilidades no las quieren hacer porque prefieren estar haciendo algo que les genere placer (como jugar, pantallas u otra actividad que estén disfrutando), sin embargo, el saber que, en ocasiones, hay que postergar el placer es importantísimo para su aprendizaje y su futuro. La persona que aprende a lidiar con el placer y postergarlo para hacer algo que ‘tiene’ que hacer, le enseña a ser más tolerante ante la frustración ”, asegura la experta.
Es muy importante el saber priorizar tareas y que si mamá o papá dicen que hay que recoger la habitación o doblar la ropa, hay que hacerlo en el momento en el que lo piden, o al menos, incluirlo en la lista de ‘tareas pendientes del día’, por ejemplo. “El sentido de la planificación y la organización también se pone en marcha. El aprendizaje no solo se trata de conceptos académicos sino de generar este tipo de habilidades ejecutivas en nuestros hijos. Yo le llamo inteligencia para la vida”, nos dice la psicóloga.
¿Qué tareas domésticas pueden hacer según su edad?
Para saber cuáles son las tareas domésticas en las que nos pueden ayudar los niños desde pequeñitos, la experta detalla cuáles son las más recomendadas según su edad, basándose “en su desarrollo, en lo que ya pueden lograr hacer dependiendo de su edad por la habilidades cognitivas y físicas”, nos explica. Y añade: “Algo que sugiero mucho es que lo hablen en conjunto, en familia, y que acuerden el rol de cada miembro, no solo el del niño, para que este se vaya dando cuenta de que todos son parte del equipo y cada uno tiene su papel para aportar en la familia”, argumenta.
De 2 a 3 años:
- Colocar la ropa en la cesta de la ropa sucia.
- Poner los juguetes en su lugar.
- Ordenar los libros en su sitio.
- Tirar el pañal a la basura.
- Traer cosas sencillas a la hora de ordenar.
De 4 a 5 años:
- Alimentar a las mascotas.
- Ayudar a recoger la mesa.
- Ayudar a lavar los platos con un adulto.
- Hacer su cama.
- Hacer bocadillos simples con ayuda.
- Regar plantas.
- Limpiar derrames de líquidos.
De 6 a 7 años:
- Ayudar a doblar la ropa.
- Barrer el suelo.
- Regar el césped, plantas…
De 8 a 9 años:
- Limpiar el polvo de los muebles.
- Ayudar a lavar ropa, poner lavadora.
- Hacer postres sencillos.
- Pasear al perro.
- Poner y recoger la mesa.
De 10 a 11 años:
- Aspirar la alfombra.
- Ayudar a preparar comida con supervisión.
- Fregar el suelo.
Y, por último, la psicóloga nos aclara, “por ejemplo, a las tareas que yo indico para hacer a los 6 años, pueden añadirse las de años anteriores. Pero, hay que tener en cuenta que estas tareas siempre dependerán de cada familia y de las actividades que realicen en cada una de ellas”.