En un 4 por ciento de los embarazos, los bebés vienen de nalgas. El nombre técnico con el que se conoce en medicina es el de de presentación podálica a término, que conlleva, en la mayoría de los centros sanitarios de nuestro país, un parto por cesárea para evitar complicaciones al pequeño, pero sabemos que se trata de una cirugía mayor que no está exenta de riesgos.
Para reducir la incidencia de la presentación podálica a término y prevenir así las cesáreas electivas existen diferentes técnicas. “Una de las más utilizadas es la versión cefálica externa (VCE), que es una técnica que realiza el ginecólogo, previo registro cardiotocográfico y ecografía, donde intentará rotar al feto para pasarlo de una presentación podálica a cefálica, aplicando previamente tocolíticos para facilitar la técnica. Es una maniobra que puede resultar incómoda para la gestante y que no está exenta de riesgos”, según nos explica Paula Vendrell Marco, directora y matrona del Centro Mi Maternidad en Valencia (@mi.maternidad.mima). Como alternativa a esta, la experta nos cuenta que existe la moxibustión, que se trata de “una terapia que puede ayudar a prevenir cesáreas al producir la versión espontánea del feto”. De esta “se desconoce exactamente el mecanismo de acción, pero existen varias teorías”, que son las siguientes, según nos detalla la matrona:
- Que la moxibustión puede estimular la producción de estrógenos placentarios y prostaglandinas maternas, promoviendo la contracción uterina y la actividad fetal.
- Que la moxibustión causa un incremento en la producción de cortisol de la placenta, llevando a incrementar los movimientos fetales y la contractilidad uterina.
- Que la moxibustión provoca la estimulación de las glándulas adrenales fetales a través de la respuesta de la vía adrenocortical por el torrente sanguíneo materno. Esto hace que el feto incremente sus movimientos en los 7 minutos siguientes al comienzo del tratamiento.
En definitiva, según afirma la experta: “La moxibustion para las embarazadas con una presentación de nalgas parece ser eficaz para que el feto gire a una presentación cefálica y, de esta manera, intentar finalizar la gestación mediante un parto vaginal. No obstante, se necesitan futuras investigaciones científicas para poder implementarla dentro de nuestro sistema sanitario y, de esta manera, poder ofrecerla como primera opción antes de la VCE. Es una técnica sencilla, bien aceptada por las gestantes y de bajo coste económico”.
Pero, ¿cuál es el origen de la moxibustión?
El mundo de las terapias alternativas es muy amplio, y uno de los continentes que más uso hace de ello es el asiático, y es que, concretamente, la aplicación del método terapéutico de moxibustión, es una técnica realizada por la Medicina Tradicional China. “El uso de la hierba de artemisa, tras ser desecada y triturada, se emplea a modo de cigarros, a los que se prende fuego y que recibe el nombre de moxa. La moxibustión suele utilizarse de manera conjunta con la acupuntura, hasta tal punto que los practicantes más tradicionales afirman que una terapia no debería usarse separadamente de la otra. La moxibustión consiste en aplicar calor a los puntos de acupuntura. En algunos casos se cauteriza el punto de acupuntura, pero en la mayoría de las ocasiones solo se aplica calor”, nos explica la matrona.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), tal y como continúa contándonos la experta, “la presentación podálica, entra dentro de las condiciones para las cuales la eficacia de la moxibustión ha sido probada a través de diferentes estudios chinos”. Por otro lado, si nos fijamos en las cifras, “en China se han demostrado altas tasas de éxito en versiones fetales con aplicación de moxas, entre el 74% y el 90%, comparado con la versión espontánea, que ocurre en un 47%, sin aplicar tratamiento”, argumenta. Y, además, señala que “aunque se han realizado multitud de estudios de esta técnica y los resultados de su efectividad varían mucho, todavía es necesario más investigaciones. Pero lo que sí está demostrado que se trata de una técnica segura y sin efectos adversos ni para la madre ni para el feto ”.
¿Cómo es una sesión de Moxa?
Los regímenes del tratamiento de moxibustión varían y no existe un consenso que llegue a describir cuál es el mejor, pero lo que sí nos asegura la matrona es que esta técnica “se administra de 15 a 20 minutos, de una a diez veces, hasta un máximo de diez días”.
Por último, la experta nos cuenta cómo es el paso a paso de una sesión de moxa, según el protocolo que utilizan en su centro, y que solo aplican en aquellos casos en los que “un bebé está colocado en presentación podálica y la gestación transcurre entre las semanas 32 y 37”:
- Comenzamos realizando un tratamiento de acupuntura para favorecer el descanso de la paciente e intentar que esté más tranquila.
- Después, comenzamos estimulando los puntos de acupuntura con calor, en este caso, para fomentar el giro del bebé. En esta técnica se utiliza una barra de moxa (Artemisa Vulgaris) encendida cerca del punto vejiga, 67 (V67) o Zhiyin, que se encuentra sobre el ángulo ungueal del quinto dedo del pie, durante aproximadamente 20 minutos y se aplicará calor alternado los dos pies en función de la tolerancia de la gestante.
- Durante la moxibustión, la madre percibe movimientos fetales desde el inicio. Después se queda relajada en la camilla con el tratamiento de acupuntura.
- Si el bebé tras las sesiones pasa de una presentación podálica a una cefálica, proporcionamos a la gestante posturas para que el bebé se encaje y no haya riesgo de que vuelva a girarse.
- Por último, se recomienda que la gestante acuda siempre acompañada de la pareja y, tras la sesión, le proporcionamos el protocolo para que realice la moxibustión dos veces al día en el domicilio.