Muchas mujeres, al quedarse embarazadas, comparten las mismas preguntas: ¿qué puedo comer y qué debo evitar? ¿puedo hacer deporte como antes? ¿me puedo teñir el pelo? Sí, esta última también es una de las dudas más recurrentes entre ellas, como si pueden o no conservar su manicura. En realidad, todos los tratamientos de belleza son puestos en jaque. Los productos químicos con los que se realizan son los que nos hacen preguntarnos si tendrán o no consecuencias en el desarrollo del feto. Por eso, muchas mujeres deciden abandonarlos durante los nueve meses de gestación, mientras que otras buscan la respuesta.
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Tintes para el cabello
Aunque es una de las preguntas más frecuentes, la realidad es que no existen muchos estudios que nos indiquen unas consecuencias negativas para el feto. Los tintes para el cabello -hablamos de tintes semipermanentes y permanentes- se absorben por el cuero cabelludo, pero en una concentración mínima como para que estos sean capaces de llegar al torrente sanguíneo primero y, después a la placenta, llegando en este caso al bebé. Por tanto, no hay indicios de que no sean seguros.
Aún así, los expertos nos piden tener en cuenta una serie de recomendaciones para minimizar los posibles riesgos ya que, en el ámbito de la belleza, no se han venido efectuando test específicos en mujeres embarazadas, pero tampoco se ha observado una teratogenicidad asociada a ello (esto es, abortos, nacimientos prematuros o malformaciones congénitas ).
- Evita teñirte el pelo los tres primeros meses: el primer trimestre se considera el más vulnerable del embarazo (los órganos del feto están desarrollándose) y hay que minimizar cualquier riesgo al máximo.
- Intenta elegir alternativas vegetales: la coloración del cabello es un proceso químico bastante fuerte y, aunque no se han demostrado contraindicaciones, el cabello se oxida con productos que contienen amoniaco o agua oxigenada, además de sustancias colorantes. Las fórmulas han mejorado mucho y tienen que haber pasado los estándares de seguridad (Reglamento (CE) Nº 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de noviembre de 2009), pero los colorantes vegetales (el más típico es el confeccionado a base de henna) no contienen este tipo de sustancias químicas.
- Un compuesto que sí debes evitar, pero no solo en este producto, es el acetato de plomo, pues sí podría perjudicar al feto. Para ello, lee bien la etiqueta. Así mismo, evita peróxidos, amoniacos y otros derivados del petróleo.
Por último, si trabajas a diario con ellos, de nuevo, no existe evidencia científica que lo contraindique, pero lo recomendable es que reduzcas al máximo la exposición y trabajes en un lugar muy ventilado.
Tratamientos anticaída
Este tipo de tratamientos sí que está desaconsejado o, al menos, debes acudir a tu médico especialista para que te exponga la idoneidad o no del mismo. Ellos son los que pueden indicar si puedes continuar con él. Hablamos de tratamientos que, en muchas ocasiones, se instauran con el consumo de pastillas con componentes muy diferentes que quizás sí debas suspender, incluso, hasta después de la lactancia. En este caso, la recomendación es la consulta.
Otros tratamientos del cabello
Además del tinte para el cabello o de las pastillas anticaída, hay otros muchos tratamientos que nos crean cierta duda, entre los que destacan:
- Los reflejos para el cabello: en este caso, tenemos menos problemas incluso que con el tinte en sí, porque a diferencia de este, los reflejos no llegan a tocar el cuero cabelludo en sí, solo decoloran el pelo. La absorción cutánea es, por tanto, casi inexistente.
- Tratamientos de alisado permanente: es el conocido alisado brasileño o alisado con queratina y, en este caso, sí estaría desaconsejado (no prohibido) por utilizar un compuesto llamado formaldehído, una sustancia no recomendada.
El formaldehído, nos cuenta Verónica Núñez, farmacéutica de Atida I Mifarma, “es un compuesto tóxico que se suele utilizar en productos para el cabello y de cosmética, pudiendo provocar irritación”. Por ello, no se recomienda su uso ni durante el embarazo ni en la lactancia.
Masajes durante el embarazo
Afortunadamente, hay otros muchos tratamientos de belleza que, no solo son aptos, sino que están recomendados para mujeres, pues les genera bienestar. Es el caso de los masajes corporales, que cuando el embarazo está avanzado, debe ser realizado por un especialista con lo que se conoce como masaje prenatal, pensado para ti y tu bebé. Además, debe haber también cierta precaución con respecto a los aceites que se utilizan, pues no todos son recomendables. Es mejor elegir los elaborados con rosa de mosqueta ( estupendo para el masaje perineal ), almendras dulces, aceite de Jojoba, de avellana o germen de trigo.
Presoterapia corporal y masaje de drenaje linfático
Uno de los principales problemas que sufren las mujeres embarazadas es la retención de líquidos, sobre todo, al final de la gestación, debido al aumento de peso que produce hinchazón en pies y piernas, así como una peor circulación sanguínea. La presoterapia corporal puede ayudar a mejorar los dolores asociados y está recomendada por muchos expertos. Se trata de una técnica indolora y no invasiva que mueve el flujo venoso y linfático y alivia, por tanto, la pesadez en las piernas. Lo único que debes tener en cuenta es que las botas con las que se realizan no deben llegar a la tripa.
De la misma forma, el masaje drenante linfático, que se realiza de manera manual, tampoco está contraindicado y, en mujeres embarazadas que retienen líquidos y sienten pesadez, es hasta recomendable. Con este tratamiento se moviliza el torrente sanguíneo para su drenaje y se eliminan toxinas. Se realiza con una técnica manual suave y relajante.
Reflexología podal
Un tratamiento no estético en el que no solemos pensar mucho pero que es muy beneficioso es esta terapia manual con la que se presionan puntos reflejos del pie para restablecer el equilibrio natural del cuerpo mediante la estimulación. Es un tratamiento muy eficaz y recomendable para todas las mujeres embarazadas. Pero, sobre todo, para aquellas que sufren trastornos digestivos, dolores de espalda, tensión nerviosa e, incluso, infección urinaria. Además, los productos que se utilizan suelen ser naturales.
Tratamientos faciales
Los tratamientos faciales que pueden realizarse son casi infinitos y no tienen porqué estar desaconsejados. Sin embargo, sí que hay que tener en cuenta, como en el caso de los tintes para cabello, una serie de recomendaciones:
- Evitar el uso de cosméticos con sustancias como el retinol, el ácido retinoico, glicólico y salicílico. Además, tampoco es aconsejable, como hemos visto, los productos con formaldehído.
- Tampoco son aconsejables las técnicas dermoabrasivas, por ejemplo, la dermoabrasión facial con punta de diamante, pero no por la toxicidad, sino porque puede general inflamación y pigmentación (que ya existe de por sí durante el embarazo, pues a partir del segundo embarazo suele salir lo que se conoce como melasma, manchas en la piel), pudiendo ser muy difíciles de corregir.
- Tratamientos con Botox, radiofrecuencia o mesoterapia, además de peelings químicos que se realizan mediante inyección o inoculación a diferentes niveles dérmicos, descartados. Estos tratamientos siempre con productos naturales durante el embarazo.
Manicura y pedicura
Al igual que en el caso del tinte del cabello, existen muchos estudios y contradictorios a este respecto, pero la gran mayoría de los expertos aseguran que no es peligroso pintarse las uñas cuando se está embarazada. Aunque, de nuevo, nos sugieren algunas recomendaciones:
- Hay que elegir esmaltes que no contengan sustancias que podrían ser dañinas, como el tolueno, el ftalato de dibutilo y el formaldehído.
- Actualmente, es difícil que un esmalte lo tenga, pero deberías asegurarte. Aplicar el esmalte en lugares ventilados.
Ahora bien, nos indica nuestra experta, “hoy en día existen distintos tipos de manicura y pedicura, así como lugares y formas de hacerlo, por lo que, como farmacéuticos, la manicura y la pedicura se podrían seguir realizando durante el embarazo”, con varios aspectos a tener en cuenta además de los productos que se utilizan. Estos son: la frecuencia con la que se hace, el método y también el lugar donde se lleva a cabo. Por ejemplo, “si la manicura o pedicura se realiza en un salón de belleza, lo más recomendable es utilizar siempre mascarilla”.
Además, nos explica, “durante esta etapa las uñas están más deshidratadas, quebradas o débiles, por lo que es recomendable utilizar productos que las mantengan sanas e hidratadas”.
Depilación láser
Por último, la depilación láser (en cualquier zona del cuerpo) se desaconseja durante el periodo de gestación y la lactancia. Y se hace por un motivo preventivo, pues no se sabe a ciencia cierta cuáles pueden ser los efectos sobre el feto o sobre la madre. Además, es hasta poco efectivo por los cambios hormonales en los que se ve inmersa la madre que puede provocar un posterior crecimiento excesivo del vello corporal.