Conchi García es dietista-nutricionista y especialista en nutrición pediátrica. Desde sus cuentas en Instagram @mama_y_nutricionista y @escueladeblw divulga sus conocimientos acerca de la alimentación infantil. Es autora de De la leche al bocadillo (Ed. Martínez Roca) y acaba de publicar la obra: ¡Vamos al mercado! (Ed. Timun Mas Infantil).
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En este nuevo libro , destinado a bebés a partir de seis meses, ofrece un recorrido imaginario por todos los puestos del mercado que ofrecen comida a la que va a acceder por primera vez el niño cuando se inicie en la alimentación complementaria. Es una forma de que vaya familiarizándose con ellos y conociéndolos. Pero, a la vez, también hay consejos y recetas para que los padres puedan disfrutar junto a sus hijos de esta nueva etapa. Hemos hablado con ella.
¿Cuándo sabemos que un bebé está listo para iniciar la alimentación complementaria?
La recomendación de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y de las principales asociaciones médicas es empezar a incorporar los alimentos complementarios alrededor de los 6 meses, por todos los beneficios demostrados de la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, porque no se han encontrado beneficios en incorporarla antes de este momento (ni en bebés amamantados ni en bebés alimentados con fórmula infantil) y porque para poder ingerir alimentos diferentes a la leche es conveniente que el organismo tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune.
Pero más que guiarnos por una edad específica, se considera que un bebé está preparado cuando adquiere una serie de destrezas o hitos en su desarrollo:
• Presentar un interés activo por la comida.
• La desaparición del reflejo de extrusión (expulsión de alimentos no líquidos con la lengua).
• Ser capaz de coger comida con la mano y llevarla a la boca.
• Mantener la postura de sedestación con apoyo.
¿Cuáles son tus recomendaciones en cuanto a los cubiertos, el plato y el vaso a utilizar?
Al inicio pueden utilizar sus manos para comer. Comer con las manos es una actividad fantástica que favorece la coordinación visomotora, la autonomía, mejora su motricidad fina, le ayuda a descubrir diferentes texturas y, por supuesto, es toda una experiencia sensorial en la que los pequeños disfrutan descubriendo los alimentos con sus propias manos.
Permitirles experimentar con las manitas convierte a cada comida en un momento agradable y divertido donde pueden descubrir, jugar y divertirse. Aun así, podemos ofrecerles cubiertos para se vayan familiarizando con ellos y puedan animarse a utilizarlos cuando se sientan preparados.
Al inicio podemos colocar los alimentos directamente sobre la mesa (o la bandeja de la trona) o utilizar un plato con divisiones que va a facilitar el agarre de los alimentos. Lo que sí suelo recomendar es evitar platos con estampados muy llamativos para que puedan centrarse en descubrir los alimentos.
El mejor vaso, sin duda, es un vaso normal, sin tetinas, ni ‘pitorritos’, ni pajitas u otros sistemas succionables. Los bebés pueden beber de un vasito normal incluso desde su nacimiento. Beber de un vasito de boca abierta es totalmente seguro y no altera el correcto desarrollo orofacial.
¿Hay que dar prioridad algún alimento al iniciar la alimentación complementaria?
Las pautas estrictas de incorporación de alimentos que se solían recomendar antes (por ejemplo, empezar por cereales sin gluten, después la clásica papilla de frutas con media pera, medio plátano, media manzana, el zumo de una naranja, continuar con la judía verde y la patata...) hoy en día sabemos que están totalmente injustificadas.
Tal y como indica la Asociación Española de Pediatría (AEP), no hay alimentos mejores que otros para empezar, depende de la región, preferencias familiares, costumbres, necesidades...
Así que lo ideal es ir incorporando alimentos habituales en la dieta familiar, de temporada, a medida que los va consumiendo la familia para que el bebé a corto plazo pueda estar incluido en las comidas familiares.
Los alimentos a los que sí se recomienda dar preferencia son los ricos en hierro (legumbres, pescado, cereales integrales...) y a los que mejoran la absorción del hierro (especialmente los ricos en vitamina C, como la naranja, el tomate, el brócoli...).
¿Es recomendable que el niño se siente en la mesa con su familia? ¿Por qué?
Por supuesto. Siempre que sea posible hay que procurar comer en familia, generando un buen ambiente en la mesa. Cada comida junto a nuestros pequeños es una oportunidad de aprendizaje. Los niños aprenden por imitación y son nuestros mayores admiradores, así que lo que nos vean comer es lo que más despertará su interés. Comer en familia con padres, abuelos, hermanos... los mismos alimentos saludables, sirve de ejemplo y favorece el interés de los pequeños por la alimentación saludable.
Además, la mejor forma para ayudarles a establecer una buena relación con los alimentos es compartir estos momentos con ellos. No sirve estar sentados junto a ellos mirando el móvil o la tele, sino comer juntos en un buen ambiente familiar, sin enfados, sin presiones o sin castigos ante el rechazo de ciertos alimentos.
Comer en familia es una maravillosa actividad que va ha hacer que los niños se alimenten mientras disfrutan, es un momento para conversar, disfrutar de nuestra compañía y ser ejemplo de una alimentación saludable.
¿Qué les puede aportar tu libro en ese proceso de descubrir nuevos sabores?
¡Vamos al mercado! es un libro para acompañar a los bebés durante la alimentación complementaria con fotografías reales de alimentos que después los bebés podrán reconocer en su plato.
Es un libro de cartón con solapas, muy visual, muy colorido..., donde los bebés van a descubrir los diferentes grupos de alimentos a través de las diferentes paradas de un mercado: verdulería, frutería, una tienda a granel de legumbres, pescadería... y dentro de cada una de ellas podrán ir viendo los diferentes alimentos.
También van a encontrar pequeñas actividades para facilitar el aprendizaje, el desarrollo del lenguaje, el reconocimiento de colores, de las formas... Y, además, los padres, madres y otros cuidadores también van a encontrar información, consejos y alguna receta muy sencillita para iniciar la alimentación complementaria.
La etapa de la alimentación complementaria es de puro aprendizaje, de descubrimiento... así que familiarizarse con los alimentos desde bien pequeñitos (que nos acompañen al mercado a hacer la compra, que nos vean cocinar... ) son actividades fantásticas que podemos hacer con nuestros bebés para que vayan conociendo los diferentes alimentos que van a formar parte de su dieta y creando una buena relación con la comida.
Pero, además, que puedan ver y reconocer en fotografías reales y en un escenario real cómo es el mercado va a favorecer el aprendizaje y el interés por los alimentos. Leer libros con fotografías reales y en escenarios reales es un apoyo estupendo para el desarrollo y el aprendizaje de los bebés.