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ni a comiendo sand a en verano en la piscina © Istock

Alimentación

Estas son las recomendaciones de los pediatras para comer bien este verano

Los expertos nos piden aprovechar las vacaciones para inculcar hábitos saludables en nuestros hijos y prevenir la obesidad infantil. Para ello, las familias tienen que trabajar, pero las administraciones públicas también.


11 de julio de 2022 - 15:15 CEST

Uno de cada cuatro niños y uno de cada tres adolescentes presentan  exceso de peso  en España, de acuerdo con el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030), presentado por el presidente del Gobierno. Unos datos que aparecen, sobre todo, en los hogares con menos recursos económicos de nuestro país, especialmente, después de la pandemia. La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) alerta de esta situación e informa de que las vacaciones escolares pueden ser un buen momento para adquirir hábitos saludables, tanto de alimentación como de ejercicio físico. Pero, ¿por qué?

Si nos paramos a pensarlo, las instituciones afirman que pasamos mucho más tiempo juntos durante el verano. En realidad, que los más pequeños de la casa tengan vacaciones no significa que los adultos las tengamos. Semanas con los abuelos o  días enteros en un campamento urbano  son las formas que tienen muchos padres de no dejar a sus hijos solos en casa y sin atención. Pero ni siquiera así pueden controlar lo que comen o el tiempo que pasan activos.

Sin embargo, la AEPap, que ha participado en la elaboración del plan presentado junto con otras sociedades científicas, insiste en que, “de cara al verano, hay que redoblar los esfuerzos, tanto por parte de las familias como de las administraciones central, autonómicas y locales para alcanzar este objetivo”. La Dra. Concepción Sánchez Pina, presidenta de AEPap, asegura que “de ser algo casi anecdótico, la obesidad infantil ha pasado a ser un problema que vemos en consulta cada día”.

Pero no solo para ella, el verano “es una ventana de oportunidad”, sino también para la Dra. Teresa Cenarro, vicepresidenta de AEPap y coordinadora de su grupo de Gastroenterología y Nutrición, que nos dice que “este momento es clave y hay que trabajar con las familias y formarlas”. Con ella hemos querido hablar para que nos explique cómo conseguirlo, con un verano aún por delante y una situación de precios actual muy comprometida.

Menos ingresos, más riesgos

Tal y como refleja el plan presentado por el Gobierno, la obesidad y el sobrepeso afectan más a los niños que viven en hogares con menos ingresos y en situación de vulnerabilidad. “Existen cada vez más indicios de que la pandemia ha podido empeorar las cifras de exceso de peso infantil”, nos indica el propio documento.

Un hecho que nos confirma la Dra. Teresa Cenarro, cuando le preguntamos en qué casos existe un mayor riesgo. “Hay familias a las que les cuesta mucho llegar a final de mes, la subida de precios ha sido extremadamente llamativa, sobre todo, en alimentos saludables”. Un problema que juega en contra de estos hábitos saludables que tratan de impulsar. “Somos conscientes de que es muy fácil aconsejar, pero luego llevarlo a la práctica es más complicado”.

Además, hay que tener los periodos de rebote, en el que los niños son más vulnerables a no cumplir con estos hábitos saludables, que se sitúa “entre los 5 y los 7 años, además de la pubertad, cuando los niños aumentan el número y tamaño de las células adiposas”.

Recomendaciones pediátricas para unos hábitos saludables

Ante esta situación, la Dra. Sánchez Pina, por su parte, nos explica que “los pediatras de atención primaria hemos querido hacer una serie de recomendaciones para implementar en los hogares y durante las vacaciones escolares estos buenos hábitos, pero también peticiones o sugerencias a las administraciones públicas”.

Para las familias son:

  • Intentar comer y cocinar en familia. Se ha demostrado que cuando los niños hacen las comidas diarias de forma habitual con sus padres mejoran los hábitos saludables. Si te resulta más difícil hacerlo durante el curso, el verano puede ser un bueno momento para intentarlo. Para ello, “comprad productos saludables”. En su proyecto Cocinando en Familia, la AEPap presenta recetas y menús semanales adaptados a los distintos perfiles nutricionales “que pueden resultaros de gran ayuda”, nos dice. “Cocinar les suele gustar, sobre todo ahora, con la cantidad de programas televisivos sobre ello”.
  • Promover el consumo de frutas y verduras. Aprovechar siempre los productos de la temporada de verano, para controlar así un poco la subida de los precios. En este sentido, la doctora nos confirma que, a sus pacientes, ella les recomienda “buscar también aquellas frutas que sabemos tienen un precio menor o comprar verduras congeladas que, si bien no tienen el mismo sabor que frescas, pueden ayudarnos a paliar esta subida de precios sin que nuestros hábitos saludables se resientan mucho”.
  • Promover el ejercicio físico y el ocio activo, ya sea en familia o con actividades en campamentos urbanos al aire libre. “Hay que establecer límites claros en las horas semanales en las que se permite la televisión o los videojuegos”, nos advierte.

Además, nos explica la doctora, “hay que buscar otras alternativas”. Lo importante, nos dice, “es hacer o no perder el hábito”. Otro ejemplo, nos dice, son “las plataformas digitales en las que puedes comprar lotes a última hora de la tarde mucho mejor de precio”. Y, otra idea puede ser “incluir al niño en la rutina de la compra en el supermercado, aprovechando que ahora en vacaciones puede ir con los padres, no tienen actividades extraescolares”. Pero no solo hacerla, sino también subirla a casa, ordenarla, saber dónde se guardan las cosas.

Para las administraciones:

  • Promoción activa de bajada de precios del mercado para ciertos productos alimenticios básicos del grupo de las frutas y verduras.
  • Crear programas subvencionados a nivel local para familias con trabajos vespertinos o que trabajen durante las vacaciones de sus hijos en polideportivos o instalaciones similares para evitar que los niños se queden solos en casa viendo televisión o comiendo.
  • Asegurar la detección precoz y el consejo integral fomentando la pediatría de Atención Primaria, porque actualmente no hay suficientes recursos para ello.