¿Tu bebé ha cumplido los 8 meses, aproximadamente, y ya hace el intento de desplazarse de manera autónoma? ¡Genial! Bienvenida a la etapa del gateo. No todos los niños comienzan a moverse de la misma manera ni a la misma edad, puede que unos comiencen a reptar a los 6 meses y otros no comiencen a gatear hasta los 9, siempre dependerá de la evolución y madurez de cada niño. Pero, sí que es cierto que rondando los 8 o 9 meses, debería comenzar a hacer el intento de querer moverse solito: “Normalmente, todos los bebés empiezan a gatear a partir de los 8 meses, que es la edad a la que también empiezan a sentarse de forma autónoma desde la posición de bocabajo. Si el bebé no termina de lanzarse al gateo debemos ofrecerle tiempo y espacio. Esto significa que debemos seguir insistiendo con el juego bocabajo en un espacio en el que pueda moverse y ofrecerle pocos juguetes. Estos deben llamar su atención, los tenemos que poner un poco elevados del suelo y no muy lejos de su alcance, para que así despertemos su interés y tenga que llegar hasta la posición de cuadrupedia para alcanzar su objetivo”, recomienda la fisioterapeuta pediátrica TMPI y especialista en neurodesarrollo, Verónica Gutiérrez Rosado (@vero_fisio_pediatrica).
Este momento es uno de los más esperados, pero también de los más temidos por los padres debido a que, por un lado, el bebé ya es capaz de desplazarse solito, pero por otro, es ahora cuando debemos tener mil ojos en todo lo que hace y, controlar en todo momento, hacia dónde y cómo se mueve. Por supuesto, una de las zonas del cuerpo imprescindible para realizar este movimiento son las rodillas y algunos papás y mamás sienten la necesidad de protegerlas porque creen que sus bebés pueden lastimarse al apoyarse constantemente sobre ellas para gatear, pero ¡nada lejos de la realidad! Las rodilleras, más que una ayuda, pueden convertirse en una dificultad. “Los fisioterapeutas no solemos recomendar el uso de rodilleras en el gateo porque se convierten en una traba en su desarrollo”, asegura la experta.
“Para gatear necesitamos sentir nuestro cuerpo, que nuestro cerebro represente de forma perfecta en la corteza cerebral nuestro cuerpo, y esto se consigue con la estimulación sensorial. Si ponemos rodilleras estaremos privando a nuestro bebé de esta estimulación y tendrá más dificultades a la hora de controlar y coordinar su cuerpo. Yo suelo tirar de la frase de: ‘Lo que no se siente no se mueve’, para que así los padres comprendan que cuanto más sienta el bebé su cuerpo, en este caso, en contacto con el suelo, mejor lo moverá”, explica.
Cómo fomentar el movimiento del peque en esta etapa
La estimulación temprana del bebé siempre será un plus que, al mismo tiempo que le ayudará a adquirir una mayor destreza, le animará a alcanzar los hitos adecuados a su momento de desarrollo, por tanto, la fisioterapeuta recomienda “fomentar el movimiento del bebé desde recién nacido, siempre con juegos adecuados a su edad”.
“En un primer momento, podemos realizar ejercicios para estimular su sistema vestibular, como puede ser mecerlo, portearlo y moverlos, así como la estimulación táctil, para que ellos vayan sintiendo su propio cuerpo y se vaya organizando en su cerebro su mapa corporal. Cuando son un poco más mayores podemos empezar a estimular el movimiento con el famoso tummy time , que es pasar tiempo bocabajo. Empezaremos colocándolo bocabajo encima nuestra para ir progresando hasta una perfecta posición de prono con brazos apoyado y cabeza elevada, que suele darse a los tres meses de edad. Desde esta posición iremos progresando y necesitamos que nuestro bebé sea capaz de pivotar sobre su ombligo con cuatro meses y medio para posteriormente extender los codos y hacer apoyo sobre las manos”, recomienda la experta.
Cómo asegurar que el bebé está cómodo gateando (sin necesidad de rodilleras)
Es importante saber que otro de los inconvenientes por los que están desaconsejadas las rodilleras por los expertos es porque, normalmente, en el mercado solo existen las de talla única, es decir, entre los 6 y 18 meses, por lo que estas no son aptas para todos los bebés por igual. “A muchos bebés les aprietan y cuando tenemos alguna prenda que nos aprieta suele ser bastante incómodo moverse. Además, suelen dejarles marcas en los muslos, lo que puede provocar una mala circulación en sus piernas”, sostiene la experta.
Por tanto, ¿cómo podemos asegurar que nuestro bebé puede gatear sin hacerse daño y evitando el uso de rodilleras? La experta recomienda que “para que nuestros bebés estén cómodos gateando es muy importante que no lleven zapatos ni calcetines y, si es posible, que tampoco lleven pantalones”. Y, por último, “también es importante recordar que los pantalones que tienen el pie incluido (los que solemos llamar ‘pijamas con pie’ o ‘bodys con pie’) son tremendamente incómodos para el gateo. Si hace frío y queremos resguardar un poco a nuestro bebé podemos ponerle algún pantalón largo, pero siempre dejando libre los pies”, concluye la fisioterapeuta.