Cuando a los 6 meses de vida tu bebé comienza con la alimentación complementaria siempre pensamos en comida, obviamente, pero el agua también será otra de las novedades en su dieta. Según la Asociación Española de Pediatría (AEP): “La ingesta media diaria de agua son unos 110-120 ml/Kg/día o 0,8 litros al día. Aproximadamente dos tercios lo obtienen con la lactancia materna (0,5 litros al día) y el resto con las bebidas y alimentación complementaria (0,3 litros al día). Los bebés amamantados no precisan utilizar tetinas. A partir de los 6 meses cualquier bebé es capaz de beber de un vaso o de una tacita”.
“Esto es así por cuestiones de desarrollo”, según nos cuenta M.C. Niria Treviño, Maestra en Ciencias y Licenciada en Nutrición (@niriatrevino.nutricion). “Lo ideal es comenzar a usar vasos entrenadores desde el inicio de la alimentación complementaria , es decir, alrededor de los 6 meses de vida”. Y es que son muchos los beneficios que estos vasitos traen al pequeño; entre sus principales funciones encontramos:
- Permiten el correcto desarrollo de la musculatura oral y facial.
- Favorecen el desarrollo del habla, al permitir los movimientos adecuados de la lengua contra la parte posterior (palatina) de las encías.
- Mejoran la capacidad de masticar y deglutir alimentos al fortalecer los músculos mandibulares y la lengua.
- Previenen la ingesta excesiva de líquidos al evitar que los bebés “lleven todo el día el biberón encima”.
- Al evitar la ingesta excesiva de líquidos, favorecen el consumo adecuado de alimentos.
- Disminuye riesgo de caries dentales por uso prolongado del biberón con leche o con otras bebidas azucaradas.
Entonces, ¿cuándo está ‘permitido’ el uso del biberón? “De los 6 a los 12 meses podemos usar el biberón para ofrecer las tomas de leche y nuestro vaso de aprendizaje para ofrecer agua natural. Al llegar a los 12 meses es importante comenzar a retirar el biberón de manera paulatina”, responde la experta.
¿Cómo hacer la transición de biberón a vasito de aprendizaje?
Esto va a depender, sobre todo, de las habilidades del bebé y es que al principio el pequeño no tendrá ni la fuerza ni la coordinación necesaria para manipular el vaso. “Podemos apoyarlos sosteniéndolo nosotros, regulando la inclinación… Poco a poco tu bebé irá desarrollando las habilidades necesarias para sostener adecuadamente su vaso y beber de manera independiente. Si comenzamos practicando desde los 6 meses, usualmente para su primer cumpleaños ya tienen la destreza para beber directamente del vaso”, asegura la nutricionista.
Aunque desde la AEP aseguran que un bebé desde los 6 meses puede “beber en vaso o en tacita” La experta recomienda que se tengan en cuenta algunas señales que nos indiquen si el bebé está suficientemente preparado, como son:
- La capacidad de sentarse solos o con apoyo.
- Presentan buen control cefálico.
- Pueden beber del seno materno o del biberón sin dificultades respiratorias.
- Son capaces de sostener objetos con sus manos y llevarlos hacia su boca.
¿Cómo hacer entonces la transición del biberón al vasito de aprendizaje? “Si tu bebé toma leche materna o fórmula infantil en biberón, a partir de los 12 meses puedes comenzar a sustituir gradualmente el biberón por su vaso entrenador. Comienza con una toma al día, y conforme se vaya acostumbrando, continúa con otra toma más hasta eliminar el biberón por completo. Es importante que realicemos este proceso de manera gradual y sin presión, motivando a nuestro bebé y haciéndole saber que siempre tendrá la leche que necesite”, recomienda la nutricionista.
La experta, además, nos explica cómo hacer la transición al vasito de aprendizaje, según el mes de vida del pequeño a lo largo del primer año:
- 0 a 6 meses: leche materna a libre demanda o fórmula infantil.
- 6 a 8 meses: comenzar con uso de vaso entrenador de boca abierta para la introducción de agua. Si tu bebé toma leche en biberón, puede continuar usándolo para leche, no para agua.
- 9 a 12 meses: comenzar con uso de vaso con pajita para continuar madurando el patrón de succión. Si tu bebé toma leche en biberón, puede continuar usándolo para leche, no para agua.
- 12 a 24 meses: eliminación paulatina de los biberones de leche para que el bebé tome todos sus líquidos en vaso de boca abierta o vaso con pajita. Lo ideal es alternar ambos tipos de vasos para continuar estimulando la maduración del patrón de succión con la pajita, así como su destreza en la manipulación y control de vaso de boca abierta.
¿Cuáles son los vasitos más recomendables para tu bebé?
Según los expertos, los vasitos anti-derrame o con válvulas de presión están desaconsejados debido a que el niño estará realización la misma fuerza de succión que haría con un biberón. “Este tipo de vasos restringen los movimientos de la lengua y estimulan un patrón de succión inmaduro. Los mejores vasos para estimular el correcto desarrollo de la musculatura oral, de la masticación y del habla son los vasos de boca abierta o vasos con pajita”, asegura la nutricionista.
Asimismo, aconseja que dichos vasitos de boca abierta “los utilicen con apoyo (de los papás) a los 6 meses e introducir vaso con pajita alrededor de los 8 meses, para continuar madurando el patrón de succión. Los vasos pueden ser con o sin asas dependiendo de lo que sea más fácil de manipular para tu bebé. Si tu bebé no acepta el vaso de boca abierta y decides comenzar con pajita desde los 6 meses, apóyate con vasos en los que puedas regular el flujo al presionarlos, mientras tu bebé fortalece y entrena su succión”.
Y, por último, nos da una serie de consejos para facilitar este aprendizaje en casa:
- Anticipar la experiencia y modelar: desde antes de iniciar alimentación complementaria, comienza a jugar con el vasito de aprendizaje vacío y ve enseñándoles cómo se usa bebiendo tú primero de tu vaso frente a ellos.
- Realizar la transición de leche en biberón a leche en vaso de manera gradual: la manera más amigable y respetuosa para ambos es hacer esta transición sin prisa, sin presión y respondiendo a las señales de tu bebé.
- Motivarles: hazle saber a tu bebé que beber en vaso es una experiencia positiva. Puedes usar frases como: “¡Qué bien que ya tomas tu leche en vaso como mamá y papá!”, “¡Ya eres experto en usar tu vasito!” Puedes ofrecer también pajitas de diferentes tamaños, colores y formas y darle a escoger.
- Ser receptivos a las necesidades de nuestros bebés cuando piden biberón: en muchas ocasiones la razón por la que los bebés piden su biberón con leche no es porque tengan hambre, sino por otras necesidades como descanso, entretenimiento o apego. Se receptivo a sus señales y responde dándole lo que necesita, eliminando el biberón de la ecuación.
- No dar marcha atrás y poner el entorno a nuestro favor: una vez que nuestro bebé logra hacer la transición completa y dejar el biberón, no dar marcha atrás. Guardar sus biberones en un lugar en el que no estén a la vista para evitar que los pida, esto facilitará el proceso tanto para ti como para tu bebé.
- Asegurar que el vaso cumpla su función sin representar riesgos: el vaso lo usamos para ofrecer agua y leche, evitando zumos, leches ‘saborizadas’, refrescos u otras bebidas azucaradas. El consumo de bebidas azucaradas aumenta el riesgo de caries dentales y desplaza la ingesta de otros nutrientes que tu bebé necesita. Es importante mencionar también que la manera más segura de ofrecer el vaso a nuestros bebés es en su silla para comer o trona. Si se van a hidratar entre comidas, deben hacerlo tranquilos, preferentemente sentados y con supervisión.
- Disfruta el proceso y ‘póntelo fácil’: aunque esta es una de las transiciones que más energía puede demandar de nosotros como padres (es mucho más práctico dar un biberón que enseñar a beber en vaso), este proceso lo podemos disfrutar mucho más si nos preparamos con tiempo, Cuando antes comencemos a ofrecer el vaso, más fácil es que lo acepten. Si tu bebé ya es más grande y aún no logras que acepte beber sus líquidos en vaso, no te preocupes ni te presiones, busca asesoría para obtener estrategias personalizadas que te permitan hacer esta transición de manera respetuosa con tu bebé.