Quizás hayas escuchado alguna vez hablar sobre el síndrome del cuidador. Se trata de aquellas personas que dedican gran parte de su tiempo a cuidar de otras y “la exigencia que ello conlleva puede llevar al cuidador a un estado anímico de agotamiento, tanto físico como emocional”, nos explica la psicóloga perinatal Cristina Cruz (@mamanoestassola), especializada en crianza respetuosa, psicopedagoga y trabajadora social.
Invertir la mayor parte de tu tiempo en cuidar de otra persona conlleva un desgaste tanto físico como mental, de energía, incluso, llegar a sentir tristeza… Pero, ¿qué pasa cuando esto ocurre a nivel parental? Es decir, ¿puede darse el síndrome del cuidador en los padres? Incuestionablemente, sí.
La invisibilidad de los cuidados que requiere un niño desde que nace hasta la edad adulta, sumado a las tareas del hogar y exigencias propias de la maternidad provoca la aparición de una serie de “síntomas que caracterizan este síndrome, como son, una falta de energía y de sueño que conlleva que los padres padezcan agotamiento físico y mental, además de irritabilidad y sensación de desgaste emocional que puede generar ansiedad y tristeza”, detalla la psicóloga.
Falta de conciliación y apoyos
Puede resultar un tanto raro que el síndrome del cuidador pueda darse en la relación entre padres e hijos cuando los cuidados de una madre se consideran como algo natural y ley de vida. Lo cierto es que, independiente de padres, somos personas con derecho a sentirnos mal y tener momentos malos.
“La crianza es algo natural cuando se realiza en tribu y cuando la sociedad pone facilidades para llevarla a cabo, pero cada vez más nos encontramos a parejas y en muchas ocasiones, a madres solas criando a uno, dos o tres niños pequeños. La falta de conciliación familiar y el sentirse solos con una enorme responsabilidad genera muchísimo estrés, que acaba repercutiendo en el estado anímico de los padres”, asegura la experta.
Además, esa sensación de ahogo, de no poder llegar a todo, activa la ansiedad y el pensamiento de no estar haciéndolo bien, algo que los padres perciben con mucha exigencia por parte de la sociedad. Pero, si nos estamos sintiendo así, ¿cuál es el momento en el que deberíamos ponerle solución al problema y dejar de normalizarlo? “Este síndrome es un problema de salud cuando los síntomas generan tanto malestar que no permiten cuidarse a uno mismo ni a los demás. De otro modo, es importante estar atentos a cómo está nuestro estado de ánimo, ¿qué nos genera el llanto o una rabieta de nuestros hijos? ¿cómo las gestionamos? Es normal que el llanto y las rabietas generen malestar o incluso enfado en los padres pero es importante observarnos en cómo nos afectan, si nos sentimos tan agotados y estresados que cualquier reacción de nuestro hijo nos hace enfadarnos es importante poder parar y ver qué nos está sucediendo”, recomienda.
Cómo podemos tratar este problema
Compartir tareas podría ser una solución al síndrome del cuidador en los padres. Dejar de querer cargar siempre con todas las responsabilidades y tomarnos tiempos de descanso, pausas que nos ayuden a tomar aire y volver de nuevo a realizar nuestras tareas. Pero, para ello, necesitamos a personas que nos ayuden a llevarlo a cabo. La colaboración entre la pareja es necesaria pero también pedir ayuda de abuelos, tíos o personas de confianza con las que poder contar y delegar tareas. La experta además nos da una serie de conceptos que debemos tener muy en cuenta a la hora de afrontar nuestro día a día:
- En la crianza cuidarte y priorizarte en algunos momentos del día o de la semana son vitales para recargar fuerzas y mantener un estado de ánimo más armónico.
- Mantener una dieta sana y equilibrada te ayudará a sentirte mejor, a veces controlar la mente es difícil, pero cuidar de nuestro cuerpo alimentándolo bien y haciendo algo de ejercicio puede ser más sencillo y te ayudará a generar más bienestar.
- Cuando haya pareja, tener algún momento para vosotros puede ayudaros a reencontraros y a sentiros mucho más unidos.
- Es importante aprender a confiar y a delegar tareas, en la crianza es imposible llegar a todo.
- Busca ayuda profesional si sientes que la necesitas, tanto a nivel doméstico como psicológico.