El síndrome de ovarios poliquísticos (SOP) es una patología endocrina bastante compleja, muy heterogénea y la más común en las mujeres de todo el mundo, afectando alrededor de un 13% de las mujeres en edad reproductiva. Se caracteriza por tres aspectos:
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- El primero son los trastornos en el ciclo menstrual .
- El segundo los fallos de ovulación y,
- El tercero, lo que se conoce como hiperandrogenismo (una secreción excesiva de andrógenos con consecuencias clínicas y psicológicas variable; una de ellas, por ejemplo, puede ser el acné).
Por ello, se ha convertido en una de las principales causas de esterilidad . De hecho, el Dr. Eleazar Bravo, especialista del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Vithas Las Palmas, asegura que “cerca del 80% de las mujeres que presentan complicaciones para quedarse embarazadas padece esta afección”.
Así, es la patología endocrinológica más común en las mujeres de todo el mundo y la gran mayoría de las que acuden a consulta o no lo saben aún o, sabiéndolo, creen que la única opción que tienen de quedarse embarazada es alguna de las técnicas de reproducción asistida , como la fecundación in vitro (FIV). Sin embargo, aunque en principio pueda ser un poco más complicado que teniendo un ciclo regular, existen otras cuestiones a tener en cuenta antes de estas técnicas, como nos explica a continuación el Dr. Eleazar Bravo.
Desequilibrio hormonal y sus consecuencias
El equilibrio hormonal en las pacientes que sufren el síndrome de ovario poliquístico es complicado, nos explica el doctor. Por eso, “presentan tendencia, por ejemplo, a la obesidad, pueden incluso llegar a padecer diabetes y, por supuesto, presentar irregularidades menstruales”. Unas irregularidades que, mientras para una mujer con un ciclo normal la falta de menstruación es indicativo de embarazo, en las mujeres con esta patología, puede indicar tan solo que su ciclo, esta vez, es un poco más largo.
Sin embargo, más que la irregularidad en el ciclo menstrual, debemos hablar de oligoanovulación que, como nos explica el Dr. David Fuster, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “es la falta de ovulación producida por ese desequilibrio hormonal que puede convertirse en la causa principal de infertilidad”. De hecho, el síndrome del ovario poliquístico es uno de los problemas endocrinos relacionados con lo que se conoce como “infertilidad anovulatorio o incapacidad para liberar óvulos y fecundarlos”.
Tratamientos para regular el ciclo menstrual y conseguir un embarazo
Según nos explica de nuevo el Dr. Eleazar Bravo, “casi la mitad de las pacientes con síndrome de ovario poliquístico que acude a consulta tiene problemas de fertilidad”. Pero su única opción no es la reproducción asistida, hay otros cambios en el estilo de vida o medios naturales que podrían intentarse antes. Así, “los tratamientos con inductores a la ovulación y un estilo de vida saludable van a favorecer la fertilidad de las mujeres con esta patología”, nos confirma el doctor. Y es que “muchas mujeres consiguen regular su ciclo menstrual y quedarse embarazadas tras introducir una serie de pautas y aplicar el mejor tratamiento indicado siempre por su especialista”.
Cambios en el estilo de vida
El aumento de peso y la obesidad son dos problemas bastantes comunes en las mujeres con síndrome de ovario poliquístico. Por ello, bajar de peso puede ser una de las recomendaciones pautadas por el especialista, pues mantener un peso ideal favorece las posibilidades de concebir. Así, “se pueden pautar modificaciones en la alimentación, con una dieta sana y equilibrada, además de la incorporación de práctica deportiva en la rutina de la paciente de manera habitual”. Si no se hace esta recomendación, en realidad, no estamos ayudando a la concepción. Si ya se aconseja en mujeres que no padecen este síndrome, con más razón se ha de hacer en las que sí lo padecen.
Suplementos de vitamina B8
Por otro lado, tu especialista también puede recomendarte el uso de métodos no farmacológicos como, en este caso, es el consumo de suplementos de vitamina B8, un medio natural conocido también como mioinositol. Esta vitamina mejora la sensibilidad a la insulina, sobre todo, la forma D-Chiro-Inositol, que es la que realiza la actividad biológica en los ovarios”, nos dice el Dr. Eleazar Bravo. Y funciona, no explica, porque “la fisiopatología del síndrome del ovario poliquístico es compleja y multifactorial, incluyendo causas genéticas, medioambientales y transgeneracionales”. Una de ellas, nos dice, “es el aumento de la resistencia a la insulina, que empeora con la acumulación del tejido adiposo promovido por las causas antes descritas”. La vitamina B8, al mejorar la sensibilidad a ella, mejoran las posibilidades de regular el equilibrio hormonal y, por tanto, de buscar el embarazo. Así, el experto nos insiste en que “la mayoría de las mujeres consiguen regular su ciclo menstrual y quedarse embarazadas tras introducir las pautas de estilo de vida citadas y aplicar el tratamiento no farmacológico”.
Por último, también nos dice que, si no funciona, “sigue siendo posible tratar el SOP con inductores de la ovulación, como el letrozol o el citrato de clomifeno para conseguirlo”. Mejor el primero, nos dice, pues un estudio reciente recoge que “el letrozol mejora las tasas de gestación clínica y recién nacido vivo, reduciendo el tiempo para conseguir una gestación comparado con el citrato de clomifeno”. Aun así, cuando las pacientes continúan sin quedarse embarazadas, nos apunta el Dr. David Fuster, “se puede recurrir a las técnicas de reproducción asistida, como la fecundación in vitro (FIV) con protocolos específicos para evitar, por ejemplo, realizar una hiperestimulación ovárica”.