La naturaleza hace cosas increíbles para que el bebé en formación salga adelante duante los nueve meses de embarazo. Y lo hace a todos los niveles. Algunas de esas modificaciones están más estudiadas y otras no tanto, pero empieza a conocerse más sobre ellas. Es el caso del baby brain o la amnesia del embarazo.
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Hemos charlado con la Dra. Ana Fernández Molina, especialista en Ginecología en el Centro de Asistencia Integral de la Mujer de Andalucía, y miembro de Top Doctors, para que nos cuente más sobre el baby brain.
¿A qué llamamos baby brain en el embarazo?
La traducción de baby brain sería cerebro de bebé. Así, es la situación por la que pasa la embarazada como si su mente se adaptara de alguna forma a lo que está viviendo su interior para centrarse en ese proceso.
Lo que caracteriza al baby brain, a esa amnesia que experimentan casi todas las gestantes, es “una pérdida de memoria transitoria y asociada a pequeños detalles”, como relata la experta. Estos olvidos comienzan ya en el primer trimestre y son más acusados en el tercero.
Lo curioso es que estos despistes pueden estar relacionados con distintos aspectos, pero no con asuntos relacionados con el embarazo: “Es raro que la embarazada se olvide de una cita con el ginecólogo. Es como si todo el esfuerzo del cerebro se concentrara en el cuidado del futuro bebé, despreocupándose de lo demas”, subraya.
Pero, además de los problemas de memoria, la embarazada puede sufrir también falta de concentración y distracciones. Algunas de ellas son percibidas por el entorno y otras no: es solo ella la que se da cuenta de que no está rindiendo como siempre y que a su cerebro le cuesta más hacer determinadas tareas. Así lo corrobora la Dra. Ana Fernández: “Es posible que estos despistes solo los note la propia embarazada y las personas de su entorno, no estando demostrado que pueda afectar a su rendimiento laboral”.
¿Por qué se producen estos olvidos?
Hay distintos factores que intervienen en que el baby brain aparezca. Son los siguientes, tal como detalla la ginecóloga de Top Doctors.
Alto nivel hormonal
El embarazo supone toda una revolución hormonal para la mujer. Hay algunas hormonas que se elevan considerablemente, como la oxitocina, la denominada hormona del amor o de la felicidad. “A nivel cerebral, la oxitocina reduce los niveles de estrés y ansiedad”, relata la experta. Y es precisamente esa sensación de ‘despreocupación’ “la que hace que las gestantes se olviden de pequeños detalles de la vida cotidiana”, destaca la Dra. Fernández Molina.
Cambios en la estructura cerebral
Los órganos de la mujer se recolocan durante estos nueve meses para hacer sitio a un bebé que no para de crecer y de multiplicar su tamaño. Pero esas modificaciones también se producen en la estructura cerebral de las madres embarazadas. Así, un estudio reveló cómo hay una pérdida de materia gris del cerebro, especialmente en las zonas responsables de las relaciones sociales. Este cambio tan significativo fue corroborado mediante resonancia magnética. Tal como explica la ginecóloga, “esta pérdida de la materia gris no hay que tomarla como un deterioro cognitivo, sino como una adaptación del cerebro que nos prepara para la maternidad”.
Cansancio propio de la gestación
La exigencia física del embarazo es muy alta, especialmente al final del mismo. Esto provoca un cansancio que puede favorecer la falta de concentración y los olvidos que se producen en estos nueve meses.
¿Pueden ser preocupantes esos olvidos?
El baby brain se refiere siempre a olvidos o despistes leves, como dejarse algún objeto en casa o tener que leer dos veces una página porque ha fallado la concentración.
Pero hay que estar alerta si la gestante tiene síntomas más intensos. “En ningún caso debe afectar a la vida diaria de la gestante ni presentar otros síntomas más graves como confusión, dificultad para hablar o para entender lo que se está diciento, así como sufrir una desorientación temporoespacial (no saber en qué día está ni dónde se encuentra)”, advierte la ginecóloga. “Estos signos nos deben alertar de un posible ictus”.
Por otro lado, hay que diferenciar entre despiste y ensimismamiento excesivo. “Una gestante que se encuentre frecuentemente desconectada con las personas de su alrededor o llamativamente despistada, nos puede hacer sospechar de una depresión y, por tanto, habría que consultar con el especialista”, alerta.