Una de las grandes dudas que genera el saber si estás embarazada es encontrar un sangrado inesperado, ya sea porque pienses que es de tu regla o porque, sabiendo que ya estás encinta, creas que has perdido al bebé en los primeros días de embarazo. Normalmente, el ‘susto’ depende mucho del contexto que esté viviendo la mujer, es decir, si se está buscando el embarazo y, al mismo tiempo, esa manchita coincide con los días de tu siguiente periodo o, por ejemplo, darse la situación de que sin haber planeado un embarazo nos encontramos con ello. Entonces, ¿cómo podemos saber diferenciar si se trata de un sangrado de implantación o de menstruación?
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El sangrado de implantación es un manchado leve que suele ser de color rosado o marrón y se produce al principio del embarazo, entre el día 10 y día 14 de la concepción. Por eso, genera tantas dudas, porque muchas veces, sin que la propia mujer conozca la noticia del embarazo todavía, piense que pueda tratarse de un sangrado de menstruación; o también, puede ocurrir, que estando en plena búsqueda de embarazo confundamos este sangrado de implantación con la regla.
Para resolver todas nuestras dudas, el doctor Rodrigo Muñoz, ginecólogo (@dr.rodrigomunozb), nos explica que el sangrado de implantación “es la salida de una pequeña cantidad de sangre por vía vaginal que experimenta una paciente en las fases muy tempranas de un embarazo. La implantación es el momento en el que el ovocito que fue fecundado en la trompa de Falopio llega a la cavidad uterina y se posa sobre el endometrio, que es el colchón que se ha venido preparando para recibir a estas células que, en ese momento, llamamos embrión”. Y prosigue: “Pero, como el embrión no solamente se posa sobre el endometrio, sino que lo atraviesa para ‘echar raíces’ y poder desarrollarse y crecer, tal como lo haría un árbol sobre la tierra donde es sembrado, hasta llegar a ser un bebé listo para nacer, esa ruptura produce esa pequeña cantidad de sangrado que conocemos como sangrado de implantación y que, generalmente, confunde, pero no produce ningún problema”, nos aclara el doctor.
¿Qué características tiene el sangrado de implantación y cómo diferenciarlo de la menstruación?
“El sangrado de implantación puede ser rojo claro y es característicamente muy poco abundante, se para solo y no requiere de ningún tratamiento”, explica el ginecólogo. Pero, además, existen dos diferencias importantes que definen estos dos tipos sangrados y que el doctor nos indica cuáles son:
- El sangrado de la regla puede durar de entre 3 a 7 días. Mientras que, el sangrado de implantación es un hecho aislado que se produce una sola vez en un día.
- La cantidad de sangre que se expulsa durante la regla, generalmente, es mayor en los primeros días, va disminuyendo con el paso de los días y también se va oscureciendo. Por su parte, el sangrado de implantación es muy escaso, de hecho, “algunas pacientes ni siquiera lo notan”, señala.
Debemos tener en cuenta que el sangrado de implantación no tiene por qué ocurrir en todos los embarazos y aunque es algo por lo que no debemos alarmarnos, tampoco se considera un síntoma de embarazo. Asimismo, los expertos coinciden en que lo más normal es que este sangrado de implantación no suceda, o sea tan escaso, que la mujer no llegue a notarlo, como nos comentaba el doctor. Los datos dicen que suele suceder en 1 de cada 4 casos.
Otro de los puntos a destacar es que el sangrado de implantación, ¡no duele! Es decir, esa pequeña rotura del endometrio al implantarse el embrión no es tan intensa como para notar dolor. Pero lo que sí puede pasar es que produzca los típicos síntomas asociados a la menstruación o al síndrome premenstrual, como son los dolores de cabeza, una mayor sensibilidad en los pechos, dolor de ovarios, de piernas…
Una vez que se produce el embarazo… ¡un sangrado es señal de alarma!
Sabemos que una vez que se concibe y comienza el embarazo cualquier sangrado vaginal puede ser sospechosa de que ‘algo pasa’, por ello, un sangrado vaginal en una mujer embarazada hará saltar las alarmas. El ginecólogo advierte que, en aquellos casos de “un embarazo menor de 20 semanas, si se produce un sangrado persistente o que aumenta y, sobre todo, si se asocia a algún tipo de cólico abdominal, debe ser evaluada de emergencia por un médico ginecoobstetra para descartar que el embarazo esté en riesgo de aborto, identificar las causas y poder tratarlo oportunamente”, concluye.