También en las relaciones de pareja, niños y adolescentes necesitan recibir una educación que les dé pautas claras para saber buscar y mantener el amor de una forma ajustada. Algunos tienen un buen ejemplo en sus hogares, que es muy importante, pero otros no, y necesitan orientaciones y un trabajo desde que son pequeños en este sentido.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
¿Cuáles son los puntos más importantes? ¿De qué forma acompañarlos en este camino? La Fundación Balia (www.fundacionbalia.org), que trabaja para favorecer la inclusión de los menores en riesgo a través de programas socio-educativos, ha editado la Guía Con buen trato... ¡me gusta más! con este propósito.
Me respeto a mí y respeto al otro
El respeto es una de las bases clave en el buen trato a la pareja, pero hay que enseñar a los menores que no solo es un respeto al otro sino hacia ellos mismos. Así, tiene una doble dirección que ha de tener en cuenta tanto las necesidades del otro como las propias.
- ¿Cuáles son mis necesidades? Aunque la pareja contribuya a mantener un estado de mayor bienestar y alegría, desde la Fundación Balia insisten en la importancia de que cada uno es el responsable de su propia felicidad. “Es muy importante honrar aquellos que valoramos y necesitamos a través de opiniones y actividades, y no siempre estarán en ellas nuestras parejas. ¡Siéntete libre de ser lo que quieres ser!”, apuntan. Esto supone tener tiempo para sus amigos, sus aficiones..., sin que necesariamente deba estar presente la pareja.
- ¿Cuáles son las necesidades del otro? La otra cara de la moneda es respetar las necesidades y gustos del otro, sin intentar cambiarlo. “Podemos expresar malestar si algo no nos gusta, sin prohibir, porque el respetar una opinión no significa que estemos de acuerdo. ¡No intentemos cambiar a nadie!”, destacan en la Guía.
Fomentar la autoestima y la empatía
La metáfora de la media naranja está muy extendida, sin embargo, desde la Fundación Balia subrayan que todos somos una naranja entera por nosotros mismos. “Para poder querer a una persona y estar en pareja lo primordial es quererse a uno mismo”, declaran. Por eso, “no necesitamos que nadie nos complete”.
Partiendo de la base de una buena autoestima es más fácil comprender al otro y relacionarse con él mediante la empatía, haciendo una escucha activa y eficiente, por ejemplo, del tiempo a pasar juntos y de cómo pasarlo. “Lo que enriquece a la pareja es consensuar los planes. Unas veces serán más afines a mí y otras veces le gustará más a mi pareja”, señala la Guía.
Una buena resolución de conflictos
Estar bien en pareja no significa una ausencia de conflictos. Los niños y adolescentes han de saber que, inevitablemente, va a haber desencuentros con su pareja y que esto no tiene que ser el fin de la relación si saben resolverlos de manera adecuada.
Para ello, las recomendaciones de Fundación Balia en su Guía son:
- Tener en cuenta mis necesidades.
- Tener en cuenta las necesidades del otro.
- Tener en cuenta las necesidades conjuntas.
“Nuestras necesidades y opiniones son igual de importantes que las de mi pareja, y entender eso es fundamental para tener una relación sana”, destaca. Partiendo de aquí, en la resolución de conflictos hay que: pensar, hablar, escuchar y empatizar. Muchas veces son las soluciones creativas las que ponen fin al problema (un acuerdo, un reparto de días...).
Sexualidad y afectividad con normas consensuadas
Los menores han de saber que la afectividad ( y la sexualidad cuando la haya) debe ser disfrutada de manera recíproca y con normas consensuadas entre ambos. “Para que esto pueda llevarse a cabo una vez más será necesario el diálogo y la comprensión mutua, así como el respeto y la confianza”, añade la Guía. En España, la edad de inicio en relaciones sexuales completas está entre los 13 y los 14 años, y no siempre cuentan con información ni madurez suficiente para enfrentarse a esa nueva realidad.
Así, las relaciones sexuales deberían ser:
- Seguras.
- Consentidas.
- Cómodas.
- Sin alcohol.
- Sin drogas.
- Sin violencia.
Para evitar embarazos no desados y enfermedades de transmisión sexual (ETS), los adolescentes deben conocer la importancia del uso del preservativo. “La protección no tiene nada que ver con la confianza ni el amor. ¡¡Úsalo siempre!!”, recalca la Guía.